Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

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La sequía recorta el área de la siembra gruesa en el SOB

No hay lluvias de relevancia desde fines de octubre y no se prevén registros significativos hasta enero. ¿Fecha límite? Unos 20 días más. Se esperaba implantar unas 880.000 hectáreas.
Algunos laboreos se continúan realizando, pero la falta de humedad en los perfiles, especialmente en los de superficie, impone las condiciones.

Guillermo D. Rueda

grueda@lanueva.com

Menor superficie sembrada (ídem inversión) y caída en la producción. Este parece el combo que se viene para la siembra gruesa en el sudoeste bonaerense, tras una contínua ausencia de lluvias de relevancia que se prolonga desde fines de octubre y que, de acuerdo con la mayoría de especialistas en clima, parece que no encontrará modificaciones hasta el mes venidero.

“Si no llueve en lo que resta del mes habrá una notable contracción del área de gruesa, ya que la fecha límite para sembrar es el 10 de enero. A partir de entonces, sería una aventura apostar a algún cultivo de segunda, ya que quedaría expuesto a heladas tempranas y otras circunstancias”, dijo Iván Ullmann, de la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca.

“La limitación es la escasez de agua en el perfil -agregó-. No hay humedad. Hay lotes con escasa profundidad que están secos y hay lotes de mayor profundidad en cuya capa superficial no está la humedad necesaria para poder iniciar la siembra”.

El licenciado Ullmann también dijo que ya hay que apuntar a un maíz de segunda o a un maíz tardío.

“La humedad es tan escasa que hoy no alcanza para lograr una correcta emergencia del cultivo”, admitió.

La realidad indica que para el sudoeste bonaerense, como para gran parte del sudeste, no se avizoran lluvias dentro de los seis días que restan para que concluya el año.

Las expectativas de agua para esta semana, de hecho, están en el centro y en el norte de la provincia.

“Los aportes de lluvia de noviembre fueron muy ligeros. Los de octubre fueron más importantes, lo que no hacían prever lo que está sucediendo ahora”, manifestó.

Ullmann recordó la paradoja de que hace sólo tres meses los productores pedían que pare de llover, tras atravesar una siembra fina que fue compleja y una cosecha gruesa con lotes casi imposibles de trillar.

Estimaciones

De acuerdo con las estimaciones de la Bolsa de Cereales de nuestra ciudad, la intención de siembra gruesa en el sudoeste bonaerense era de 880.000 hectáreas, de las cuales la mayoría estaba destinada a soja, con 550.000 Has., en una marcada estabilidad respecto de la campaña 2015/2016.

Para el maíz se había calculado alrededor de 150.000 hectáreas, con un incremento del 10% respecto de la temporada pasada, en tanto que para el girasol -con un importante incremento del 20%- se preveían 180.000 Has.

En el caso de este último cultivo, se ha sembrado casi en su totalidad porque tiene otra fecha, más adelantada, respecto del resto. Con la soja la situación es muy distinta.

“Gran parte de la soja de segunda no está implantada y se continúa achicando la ventana. Y cuando uno se va de la ventana óptima, empiezan a decaer las expectativas de rendimiento”, aclaró Ullmann.

“En el sudoeste bonaerense sólo se ha sembrado el 20 o 30% de la soja de segunda, y no hay perspectivas de que se incremente. Incluso, al margen de que estos cultivos se implantaron con buena emergencia, si no llueve podrán tener inconvenientes a futuro”, admitió.

La humedad no existe en la primera capa de suelo
“¿Los cultivos de segunda? ¡Olvidate!”.

No podría haber sido más explícito Gustavo Thiessen, asesor de campos de la zona de Coronel Dorrego, en un alto de la cosecha de la fina 2016/2017.

“Está todo seco. Los cultivos de fina llegaron con lo justo de humedad y no dejaron ni un milímetro en el perfil”, agregó.

“¿La gruesa? Está sobrada. Los perfiles permanecen llenos, pero el problema es la capa de arriba. Entre los fuertes vientos y las elevadas temperaturas, no te da tiempo para sembrar en condición óptima”, sostuvo.

En los campos que administra el ingeniero Thiessen se comenzó la siembra gruesa el 20 de octubre, pero para el 15 de noviembre ya estaban las máquinas paradas por falta de humedad.

“Tuvimos la fortuna de una lluvia de unos 40 milímetros hace casi un mes. Estábamos complicados, pero gracias a eso pudimos seguir sembrando. En Tres Arroyos y en Adolfo Gonzales Chaves, por ejemplo, no llegó el agua. Hubo casos en que sembraron en seco, por lo que podemos decir sin temor a equivocarnos que la calidad de la siembra gruesa es de buena a regular", sostuvo.

Thiessen sembró girasol, sorgo, soja y maíz, a un promedio de 1.200 hectáreas para los tres primeros, y casi 2.300 Has. en el caso del último cultivo.