Un particular método educativo llega a Sierra
Sierra de la Ventana / [email protected]
Impulsado por un grupo de padres que venía gestando la idea desde algunos años, hoy comenzará a funcionar en Sierra de la Ventana un jardín de infantes basado en el denominado Método Waldorf, que responde a la pedagogía antroposófica.
Este método pedagógico establece que la persona posee tres fases de desarrollo antes de llegar a la adultez, de siete años cada una.
En cada una de estas etapas los estímulos para el aprendizaje deben ser distintos, aunque siempre promoviendo la imaginación, las cualidades artísticas y la libertad. Esto se traduce, en los primeros años de enseñanza, en encuentros en los cuales se propicia el juego libre, la creatividad y el despliegue artístico, a fin de que los pequeños puedan expresar sentimientos.
En sus primeros años, los niños cantan, escuchan música y realizan manualidades, pero además realizan labores de carpintería, cocina, tejido y jardinería, y hasta cultivan su propia huerta.
Otra característica es que el maestro de grado acompaña a los niños hasta que inician el secundario. Uno de sus roles fundamentales es cuidar que el acercamiento de los pequeños al pensamiento abstracto sea progresivo, para evitar la intelectualización precoz.
Marina Weimann, psicóloga y mamá de cuatro hijos de 16, 11, 5 y 3 años, contó a "La Nueva." que el jardín abrirá sus puertas hoy, aunque el proyecto comenzó a tomar forma a fines del año pasado.
"Fue el 27 y 28 de diciembre pasado, cuando invitamos a los fundadores de la escuela Waldorf de Bariloche a dar una charla y recibimos a 70 personas”, dijo.
En ese momento se armó un grupo de gestión dispuesto a concretar la iniciativa y a preparar la inauguración del jardín que, en principio (y hasta tanto el proyecto se oficialice ante la Dipregep) se llamará Taller de Juegos con Orientación Waldorf.
El espacio funcionará en la casa de Weimann, ya que reúne las condiciones adecuadas. Con el tiempo la entidad buscará un terreno propio, quizás en Villa La Arcadia, para edificar grupalmente una vivienda con materiales naturales, como barro.
“En este tipo de pedagogía no se impone una currícula fija; cada niño va respondiendo a sus potencialidades, a sus capacidades y se desarrolla mucho la observación y la vivencia”, comentó Weimann.
La orientación Waldorf se enmarca en el arte y la espiritualidad. Considera que en el primer septenio (los primeros siete años de la vida del niño) las fuerzas del cuerpo están muy orientadas a la formación de los órganos, por lo que no es válido retirar esas fuerzas de allí y convocarlas al área cognitiva.
Por eso, durante este período los aprendizajes se realizan a través de juegos y vivencias. La idea es que los niños logren conectarse con los ritmos de la naturaleza, con su alma y con lo que cada uno trae como potencial.
De hecho, una de las jornadas de cada semana la van a experimentar en el Parque Provincial, conociendo plantas y haciendo excursiones.
“Es importante que el espacio que se utiliza esté en contacto con la naturaleza, con la tierra. Las maestras meditan a la mañana y cuidan el espacio anímico donde ellos transitarán su mañana de trabajo”, añadió.
Los papás de los chicos irán rotando para auxiliar y acompañar a la maestra, uno por mañana, y abonarán una cuota que se destinará al sueldo de la docente. El taller funcionará de 8.30 a 12.