Clausura, luego de un desesperado pedido
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Por Sergio Prieta / sprieta@lanueva.com
Una anciana al borde de la hipotermia y tres abuelos que confesaron no haber comido durante todo el día: todos encerrados en una vivienda de Villa Rosas.
Ese fue el panorama con el que se encontró durante la madrugada de la víspera personal de Defensa Civil en un lugar donde funcionaba un geriátrico clandestino, que terminó siendo clausurado.
Todo comenzó a las 2 de la mañana, cuando un llamado anónimo al 911 alertó sobre los gritos de una mujer, que pedía ayuda desde el patio de una casa ubicada en Sáenz Peña 2207.
“Al llegar a la vivienda nos encontramos con que estaba completamente cerrada, aunque desde el interior se escuchaban pedidos desesperados de auxilio. Se decidió ingresar por una ventana y, al llegar al patio, encontramos a una mujer tirada en el piso, semidesnuda y con principio de hipotermia”, relató el titular de Defensa Civil local, Federico Montero.
El problema no quedó ahí. Al recorrer el inmueble, encontraron a tres ancianos más en estado de abandono, que contaron no haber comido en las últimas 24 horas. Además, no habían tenido acceso a ningún responsable a cargo.
“Convocamos rápidamente al personal de la Secretaría de Promoción Social y Habilitaciones de la comuna, quienes constataron, junto a efectivod de la Policía, las identidades de los abuelos. Dos fueron retirados por sus familiares, aunque los restantes debieron ser trasladados hacia hospitales por en delicado estado de saluden el cual se encontraban”, explicó Montero.
Posteriormente se procedió a la clausura del mencionado lugar y, luego de varias horas, se pudo tomar contacto con la persona responsable del cuidado de los ancianos, que fue identificada como Gabriela Soledad Ranguileo.