Germiniano Esorto

Redacción de La Nueva.

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 Hace 60 años, en octubre de 1946, el Poder Ejecutivo Nacional designó a monseñor Germiniano Esorto como nuevo obispo de Bahía Blanca.

 Nativo de Laprida, monseñor Esorto fue designado obispo por el Papa Pío XII, para suceder a monseñor Leandro Benito Astelarra, primer obispo de estas tierras, fallecido en 1943.

 Esorto tomó posesión del obispado en marzo de 1947 y diez años después se convirtió en nuestro primer arzobispo, al ser elevada la diócesis a la categoría de arquidiócesis.

 Durante su mandato, las cinco capillas existentes en la ciudad se elevaron a quince. Preocupado por tener una mejor pastoral, impulsó la fundación del seminario La Asunción, inaugurado en abril de 1959. En 1963, vecino a esa institución, comenzó a funcionar el Colegio Secundario de Bachillerato Humanista, un importante aporte al ciclo medio bahiense.

 Esorto promovió diversas asociaciones y movimientos laicos, entre ellos la Legión de María, Cáritas Arquidiocesana, la Liga de Madres de Familia y la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).

 Ejerció su mandato durante veinticinco años. El 21 de julio de 1972, a los 75 años de edad, firmó el acta de traspaso a su sucesor, monseñor Jorge Mayer. Acto seguido, se trasladó a Quilmes, donde falleció, seis años después, el 18 de octubre de 1978.

 Cumpliendo su voluntad, sus restos fueron trasladados a nuestra ciudad y reposan en la iglesia catedral Nuestra Señora de la Merced, junto a los de su antecesor, Leandro Astelarra. "Querido monseñor Esorto --dijo en aquella sentida ceremonia monseñor Mayer--, gracias por quedarte con nosotros, con tu corazón, con tu afecto, con tu oración".