Festejo de bodas sacerdotales en Jacinto Aráuz
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JACINTO ARAUZ (A) -- Hoy, la comunidad católica local y de los pueblos vecinos tendrán su espíritu en Manresa --una población de Barcelona (España), y su ciudad natal--, junto al padre José Torras Bacardit, quien oficiará en la parroquia de Valldaura una Eucaristía en acción de gracias con motivo de sus 50 años de servicio sacerdotal.
Para acompañar al padre en este oficio religioso, que comenzará a las 17 (hora de nuestro país), viajaron a España amigos suyos desde Bernasconi y Aráuz.
El padre José llegó a Aráuz el 22 de noviembre de 1963, acontecimiento que quedó registrado en la publicación Encuentro, que se imprimía en mimeógrafo en la iglesia María Auxiliadora local.
"El 22 de noviembre de 1963, el tren de las 7.15 descarga en nuestra estación de ferrocarril ese conjunto de ilusiones, esperanzas, ímpetus y fe, que se llama padre José. Y vaya si desplegó esas ilusiones, esperanzas, ímpetus y fe durante los ocho años que pasó en La Pampa", se expresa en la pequeña hoja.
El padre formó, junto a las señoras del Apostolado de la Oración, la Fraterna Ayuda Cristiana, hoy convertida en Cáritas, y organizó un taller de costura para enseñar a las mujeres que lo necesitaran a arreglar las prendas provenientes del ropero común.
También reorganizó el grupo de Hijas de María que elabora planes de ayuda comunitaria, y amplió el repertorio del Coro Parroquial, incorporando voces masculinas bajo la dirección de la profesora Nélida Maina.
En 1964 inició el movimiento Guías Argentinas adscrito al guidismo mundial, y cinco años más tarde hizo lo propio con el movimiento Scouts de USCA, como también conformó la Junta Parroquial.
En esa época se instaló el teléfono, el agua corriente, se revocó el templo, se compró un órgano electrónico, se amplió la casa parroquial dotándola de un dormitorio, pasillos, un comedor, un depósito y un garaje, entre muchas otras obras.
Al año siguiente se formó el primer Jardín de Infantes preescolar que, luego, pasó a depender de una cooperadora especial, y se organizó la catequesis por grados y una clase adicional para las madres de los niños que harían su Primera Comunión.
Gracias a su perseverancia, el padre José consiguió una donación de organismos católicos alemanes para poder construir un salón de actos parroquiales, con dependencias para Cáritas, guías, scouts, cabina de cine y cocina. De Aráuz se fue en 1971.
Su influencia en la vida de los araucenses se puso de manifiesto cuando hace dos años regresó a la Argentina con un grupo de españoles, y llegó a la parroquia local para celebrar una misa con la iglesia colmada no sólo por quienes habitan en el pueblo, sino también por personas que llegaron de la zona para saludarlo y compartir un almuerzo con él.