Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los Pibes de Don Bosco, una idea que se agiganta

Creado en plena crisis de 2001, el grupo ofrece espacios destinados al acompañamiento y la contención.
Cientos de niños y adultos ya pasaron por las distintas actividades que ofrece esta agrupación formada por jóvenes.

Cecilia Corradetti

ccorradetti@lanueva.com

Pasaron 15 años desde que el proyecto social y educativo “Los Pibes de Don Bosco” cristalizara su obra y desde entonces no solo logró consolidarla sino seguir sumando voluntades.

Fue con la crisis de 2001 y la proliferación de cartoneros y personas en situación de calle cuando nació la idea de brindarles contención, acompañamiento y alimentación.

Surgió a instancias del Padre Pablo Mardoni, un sacerdote del colegio Don Bosco que decidió poner manos a la obra junto a un reducido grupo de docentes y alumnos.

“Sentimos que en estos años hemos logrado formar una gran familia”, sintetizó Gastón Ruppel, uno de los coordinadores, para asegurar lo gratificante de observar la gran cantidad de gente de distintos barrios que se acerca, más allá de la actividad programada, a alguno de los cuatro espacios que ofrece el proyecto.

“Los Pibes” han consolidado la idea de que las viandas o los platos de comida constituyen apenas una “excusa” para cada uno de los encuentros.

Y no se apunta solo a la contención de grupos vulnerables, sino al crecimiento interno: de allí que fueran creados espacios en común destinados a los denominados “animadores”.

“Es un concepto que representa el eje ideal de Don Bosco, que 200 años atrás hacía lo mismo con la gente de la calle”, opinó.

Agustín Cavero, otro de los voluntarios, recordó que en sus inicios familias enteras junto a sus carros copaban el patio del colegio.

“Hoy, aunque sin esta modalidad, se sigue dando respuesta a las necesidades y esto es posible gracias a la mucha gente comprometida que comparte una línea salesiana y pastoral y, en especial, a los papás. Sin ellos, sin dudas, no podríamos sostenernos”, reflexionó.

Los espacios que se ofrecen son “Calle”, “Patio”, “Oratorio” y “Casita”.

El primero tiene dos aristas: por un lado acercar viandas a las personas que viven en la calle. Los martes a la noche el punto de encuentro es la Plaza Rivadavia, donde suelen juntarse unas 30 personas con quienes además se comparte una charla.

Hasta septiembre --cuando el clima no sea tan riguroso-- se decidió reunir a la gente en el colegio.

Los viernes, en tanto, una cena multitudinaria se ofrece en el colegio, elaborada por distintos grupos de padres. Se acercan niños y adultos de tres grandes sectores: Noroeste, Villa Caracol y Bajo Rondeau, aunque también de otros barrios.

“Patio” se desarrolla los viernes a la tarde y reúne a alrededor de 150 personas a partir de distintas actividades recreativas y deportivas. Luego se comparte un momento de reflexión.

“Casitas” es un proyecto que tiene un objetivo afectivo y material: la construcción de viviendas para personas que residen en condiciones muy precarias.

“A esta altura hemos aprendido a ser albañiles y se lo transmitimos a los que se inician, algo muy interesante”, contó Agustín.

Este espacio se desarrolla los sábados a la mañana y se intenta llegar a las familias de barrios periféricos que participan de las propuestas.

“El material lo vamos consiguiendo como se puede, a veces a través de donaciones, pero muchas veces del bolsillo de nuestras familias”, relató Gastón.

Se trabaja a partir de un plano universal que contempla habitación, cocina y baño, siempre con la colaboración de la familia destinataria.

“Derribar un rancho de chapa es un momento de mucha emoción e impacto”, dijo Agustín.

También los sábados se desarrolla el “Oratorio” en el predio de la capilla San Dionisio, situada en Pacífico al 600.

“Es un espacio educativo y recreativo e intentamos hacerles ver a los chicos una realidad distinta a través del juego. Para ellos es como una escuela, una actividad fija y eso nos llena el alma”, sostuvo Gastón.

En noviembre, show con Matías Carrica

El sábado 5 de noviembre será la cena-show por los 15 años de “Los Pibes de Don Bosco” en el gimnasio del colegio.

Se estima la presencia de unas 600 personas. Lo recaudado será para afrontar buena parte de los proyectos del año próximo.

Matías Carrica y la banda Tachame la Doble serán las figuras estelares. La invitación no es casual: todos pasaron por “Los Pibes”.

En pocos días comenzará a circular en algunos comercios un afiche destinado a que cada empresa o negocio adquiera publicidad para la fiesta.

“Nuestra idea es que se difunda y poder juntar fondos para 2017”, dijo Agustín.