Yésica sigue esperando por un corazón: "Está en la cuenta regresiva”, dijo su mamá

Redacción de La Nueva.

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Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com

Cada vez más angustiantes son estas horas para la familia de Yésica Zambón Molinet, la nena bahiense de 12 años que necesita un corazón para poder seguir viviendo y que, por el momento, resiste gracias a un aparato que la mantiene conectada a un órgano artificial.

“Estamos en la cuenta regresiva porque las horas corren y hasta el momento no tenemos respuesta”, reflexionó su mamá, Patricia, desde el hospital Italiano de Buenos Aires donde la chiquita ingresó el pasado 1 de junio.

Yésica debe ser sometida a diálisis y a transfusiones de sangre. Todo esto lo resiste, aunque su mamá insiste en que el tiempo del aparato al cual está conectada tiene un límite.

“Ella está tolerando todo y es una luchadora. Nosotros no queremos decaer y mantenemos la esperanza, aunque el corazón demora en llegar”, dijo esperanzada.

“Cuando aparezca el órgano, lo único que espero es que mi hija esté en condiciones de poder recibirlo”, amplió.

Indicó que a través del Facebook “Un corazón para Yésica” se puede tomar contacto con sus tíos, Aníbal Infante y María Elena Zambón. “Cualquier novedad la esperamos con ansias”, aseguró.

En el colegio María Auxiliadora, según indicó, se realiza una campaña para reunir dinero que en principio iba a ser destinada a la niña.

“Yo no necesito porque estoy muy bien contenida en la Fundación Ronald Mc Donald, pero se juntará igual para otros niños en situaciones parecidas”, expresó la mamá.

“Yesi” se encuentra entre las primeras pacientes en lista de espera para recibir un corazón. El INCUCAI tiene 18 niños en esa situación, aunque en diferentes condiciones. Un total de 7 mil esperan distintos órganos.

Patricia dijo que lucha por la causa de su hija y la de muchos otros niños y adolescentes. “Ahora tomo real conciencia de la importancia de la donación”, confesó, para señalar que su hija está dormida y sedada.

Hasta hace 4 meses, pese a sufrir una miocardiopatía dilatada, la niña llevaba una vida normal. Concurría a 1º B del Colegio Don Bosco, practicaba natación y pasaba buena parte de su tiempo en su bicicleta.

En ese momento todo cambió drásticamente. Su estado general se deterioró y los médicos dijeron que sólo un trasplante podría salvarla.

Entre las primeras en la lista de espera

“Yesi” se encuentra entre las primeras pacientes en lista de espera para recibir un corazón. El INCUCAI tiene 18 niños en esa situación, aunque en diferentes condiciones. Un total de 7 mil esperan distintos órganos.

Patricia dijo que lucha por la causa de su hija y la de muchos otros niños y adolescentes. “Ahora tomo real conciencia de la importancia de la donación”, confesó, para señalar que su hija está dormida y sedada.

Hasta hace 4 meses, pese a sufrir una miocardiopatía dilatada, la niña llevaba una vida normal. Concurría a 1º B del Colegio Don Bosco, practicaba natación y pasaba buena parte de su tiempo en su bicicleta.

En ese momento todo cambió drásticamente. Su estado general se deterioró y los médicos dijeron que sólo un trasplante podría salvarla.