Biólogos critican la colocación de árboles en Cabrera
Por Mario Minervino / [email protected]
Biólogos de la Universidad Nacional del Sur cuestionaron en las últimas horas la decisión del municipio de colocar distintas especies de árboles frente a las barrancas de la avenida Cabrera, donde se ubica una de las únicas colonias de loros urbanos en el mundo.
De acuerdo a los profesionales, la colocación de los ejemplares perjudicará el acceso de las aves a las cuevas del lugar y atentará contra el funcionamiento de este conjunto que incluso por su particularidad ha generado la llegada de expertos de todo el mundo.
Erica Gutiérrez, directora de Espacios Públicos del municipio, reconoció sobre esa plantación, aunque explicó que la misma se hizo en reemplazo de ejemplares retirados de Acer, atendiendo a que los loros “se comen sus brotes”, afectando su estado sanitario general.
“En lugar de estos árboles decidimos colocar álamos y fresnos, ambos de copa chica, que además por sus características de crecimiento favorecerán la forestación de ese espacio”, explicó la funcionaria a “La Nueva.”.
Acerca de la observación de los biólogos --que se pusieron en contacto de manera telefónica con ella--, Gutiérrez reconoció que le plantearon que la presencia de esos árboles “iban a dificultar a las aves el acceso a sus cuevas”.
“Les expliqué que no era así, que estas aves saben convivir con los árboles, no se los coloca para afectarlos ni para tapar nada, sino para que el lugar luzca mejor. De ninguna manera interfieren con el funcionamiento”, refirió.
El lugar
Con una extensión de 500 metros y una altura que en algunos sitios alcanza los 10 metros, la barranca ubicada en la calle Sarmiento se formó a partir de la apertura de la loma, para dar lugar a la prolongación de esa arteria, hoy avenida Alberto Pedro Cabrera.
Si bien se trata de una barranca artificial, la colonia de loros es considerada natural ya que se formó sin la intervención del hombre.
En la actualidad se cuentan en el lugar unas 160 cuevas, ocupada cada una por una pareja de loros y sus crías.
Hace un par de años el municipio anunció que procedería a anular en su totalidad el lugar --como respuesta a algunos desprendimientos que se registran-- colocando una malla de alambre con piedras en forma de muro contenedor.
La propuesta fue finalmente desestimada a partir de las protestas manifestadas por distintas entidades ambientalistas de nuestra ciudad.