Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Motos: polémica y dudas tras el decreto

La Municipalidad todavía no sabe cuándo ni cómo empezará a controlar.

Por estas horas, nadie en la ciudad sabe cómo ni cuándo se va a aplicar el control del decreto que obliga a los acompañantes de motociclistas a utilizar un chaleco y un casco con la inscripción de la patente del vehículo.

El mismo municipio se encuentra analizando los detalles. La incertidumbre pasa principalmente por la inmediatez de la normativa.

El gobernador Daniel Scioli dictó el decreto número 224/14 y, supuestamente, la obligación comenzó a regir. Sin embargo, acá no se sabe de qué manera proceder.

El secretario de Gobierno, Fabián Lliteras, espera que el juez de faltas Ricardo Germani analice esos detalles pero, mientras tanto, opinó que la medida no sería muy útil para la ciudad.

“La verdad que acá estamos viviendo una situación diferente, indudablemente es más para la realidad compleja que vive el conurbano bonaerense”, sostuvo.

Es que, según pudo saber "La Nueva.", la estadística delictiva dice que en Bahía los robos cometidos en la modalidad de motochorros (dos sujetos a bordo de una moto que, por ejemplo, cometen arrebatos o salideras) no llegan ni al 3% anual.

El funcionario atribuye ese índice bajo a los operativos que se vienen realizando desde la Guardia Urbana. “Hace tiempo hacemos controles fuertes en varios lugares a la vez y para nosotros son muy efectivos”, dijo.

Además, Lliteras remarcó que no quieren molestar a los que utilizan la moto de manera cotidiana.

“Hay que ver cómo instrumentamos el mecanismo para que los vecinos que la usan para trabajar o llevar a familiares al colegio no se vean perjudicados. No podemos nivelar a quienes usan una moto con los que la usan para delinquir", opinó.

En ese sentido jugará un papel importante la inmediatez y el agregado que Provincia les otorgue a los municipios para comenzar a aplicar el decreto.

“Tenemos que analizar cuál es el proceso más rápido para que los vecinos se adapten a la modalidad.

"¿Qué sentido tiene secuestrarles 20 motos a las personas que trabajan y que por tiempo y otros problemas aún no pudieron hacer el estampado o comprar los chalecos?”, se preguntó.