Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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A Olimpo lo madrugaron dos veces, pero despertó a tiempo y reaccionó

El aurinegro jugó un buen partido en líneas generales para sobreponerse a las desventajas del inicio de cada período. Fue el cuarto empate consecutivo en el estadio de Gimnasia. Mansilla y Herrera marcaron las conquistas.
La aguanta. Jacobo Mansilla (Olimpo) protege el balón con su cuerpo frente a la marca de Lorenzo Faravelli (Gimnasia). Más atrás se aproxima a la zona Fabián Rinaudo (Gimnasia).

Por Javier O. Schwab / jschwab@lanueva.com

Al que madruga, Dios lo ayuda. La frase podría haber sido el eje del comentario si ganaba Gimnasia. Pero esta vez hubo excepción, porque Olimpo se despertó a tiempo, acumuló méritos y llegó a la igualdad estableciendo superioridad en varios pasajes del partido.

En definitiva fue 2-2 en el bosque platense, donde las últimas cuatro visitas terminaron siendo encantadoras porque no se perdió. Es más, ayer pudo haber sido victoria si se animaba un poco más o si Amoroso embocaba el mano a mano ante Navarro, quien terminó siendo casi determinante en el resultado definitivo.

Difícil entender cómo un equipo puede caer dos veces en la misma trampa. Dos baches en los inicios de cada etapa para tener que remar contra la corriente.

Fueron los únicos agujeros negros de una noche donde se vio a un equipo inteligente, compacto, rápido para aprovechar los múltiples espacios que dejó la defensa rival. La salvedad, claro está, fue la infantil expulsión de Mansilla por una agresión contra Coronel en el último minuto del partido.

Casi no alcanzaron a despabilarse los jugadores cuando el local sacó ventaja de una pelota parada. Una mano de Juan Quiroga le permitió a Faravelli ejecutar un centro al primer palo donde Alvaro Fernández conectó de cabeza para desviar (le ganó en el salto a Amoroso) y permitirle a Barsottini conectar sin oposición entrando sólo por el segundo palo para marcar la apertura. Olimpo dejó de sufrir cuando se acomodó Mansilla, empezó a gravitar Amoroso y se adelantó unos metros Cobo para juntarse con Encina. Los intentos por izquierda fueron fallidos, pero cuando el exUnión de Mar del Plata se volcó a la derecha todo se facilitó. Allí recibió de Mansilla para fusilar a Navarro, quien desvió con esfuerzo al córner.

La visita no renunció a la búsqueda, mientras Gimnasia se replegó demasiado y perdió el esférico. Otro desborde de Amoroso (se sacó de encima a Benítez y Coronel en pocos metros) terminó en un centro rasante que le quedó servido a Mansilla para convertir.

El gol tonificó los ánimos y generó más dudas en el local. Mansilla pudo aumentar con un cabezazo (otro desborde de Amoroso y gran tapada de Navarro) y hasta Acuña tuvo su chance con una media vuelta que se fue cerquita.

El complemento fue similar. En 15 segundos castigó Gimnasia. Falló Herrera y Medina reventó el palo, siendo Mazzola, quien había iniciado la jugada, el autor de gol con un remate a quemarropa sin oposición.

Otra vez a remar y a reconstruir el error. Amoroso lo tuvo de contra, pero chocó con Navarro, a la vez que se afirmó Cobo, creció Encina y apareció Acuña.

Con Gimnasia sin ideas, creció la labor de los bahienses y en una jugada preparada (Villanueva-Encina-Acuña) llegó el empate y el justo premio para Herrera y un Olimpo que reaccionó y dejó una buena imagen.