Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

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Cristina decidió redoblar la apuesta, y la Justicia hizo lo propio

La presidenta apuesta a doble o nada frente a la marcha del miércoles 18 y la nueva imputación recibida por encubrimiento. Los miedos, las advertencias sobre golpismo y los efectos electorales son moneda corriente.
Cristina decidió redoblar la apuesta, y la Justicia hizo lo propio. Crónicas de la república La Nueva. Bahía Blanca

Por Juan Luis Peyceré / elpais@lanueva.com

Cristina Fernández de Kirchner, fiel a su estilo y a pesar de la situación institucional inédita y crítica por la que atraviesa su gobierno, decidió doblar la apuesta. Y lo hizo en el mismo momento en que la Justicia, de alguna manera realizó lo propio y siguió el camino trazado por el fallecido fiscal Alberto Nisman: imputar a la presidenta de la Nación.

Antes de su partida hacia el sur, donde desea pasar su cumpleaños número 62 el próximo 19  -un día después de la marcha denominada 18F-  y el de su hijo Máximo el 16, la “Doctora” recibió la noticia de la acción directa del fiscal Gerardo Pollicita. Que no solo la involucró sino también, como en la denuncia de Nisman, a Héctor Timerman, Luis D’Elía, al “Cuervo” Larroque y a nada menos que Fernando Espeche. La noticia dio la vuelta al mundo.

Para entonces ya había disparado las órdenes pertinentes para que sus voceros principales, Jorge Capitanich y Aníbal Fernández –entre otros integrantes de su entorno- definieran esa medida  como “una maniobra de desestabilización democrática” y una “operación voluminosa de golpismo judicial activo”, lo que algunos denominan “un golpe de estado blando”.

La apuesta había sido doblada, porque todo el aparato oficial estaba analizando la forma de establecer que, además, la manifestación silenciosa que cada vez recibe más adhesiones, fuera considerada también como una expresión golpista, una acción contra el Estado.

En el final de la semana, los analistas políticos en general coincidieron en estimar al formato de respuestas del Ejecutivo como una búsqueda de “meter miedo” entre los eventuales asistentes independientes o espontáneos que podrían auto convocarse.

Incluso, señalan que la permanente mención de la terminología “golpismo” y la certeza de que con su discurso del pasado miércoles Cristina va a redoblar su fuerte apuesta política no van a faltar los que hablen de perspectivas de Estado de Sitio o más grave aún, postergación de las elecciones.

Argumentos que pueden alterar sin duda el pensamiento de aquellos que desde una marcha silenciosa cuestionen a todo el gobierno o tal vez a toda la política. Además, acompaña estas conjeturas o ideas que solo son trascendidos, pero repetidos en ciertos ambientes oficiales, la sospecha de que según sea el 18F, sus efectos podrían “teñir” la campaña electoral. ¿Cómo? Con la eventualidad de que produzca una persecución judicial para luego del 10 de diciembre con la caída de los fueros.

“Solo una hipótesis sin asidero” comentan los funcionarios más racionales. Y recuerdan que la imputación a la Primera Mandataria no es un sinónimo jurídico de procesamiento. “Cristina no es Fujimori”, advierten enojados. Esto se escucha en forma constante en todos los rincones de la Rosada, donde algún funcionario más atrevido emite un juicio de valor y recomienda la profusa cantidad de explicaciones técnicas que se publicaron en las últimas horas en todos los medios de comunicación, dicen.

No obstante no hay que tomar ligeramente cada rumor o cada versión, agregaron esos osados funcionarios cuando las noticias quemaban y la presidenta ya estaba en pleno vuelo a Santa Cruz. “No es una casualidad, que muchos de los militantes radicalizados del kirchnerismo compran y sostienen la tesis de que esa movilización es parte de un golpe de Estado contra la Doctora”, estiman en voz baja.

Un ejemplo: las agrupaciones Unidos y Organizados, en donde participan, entre otros sectores La Cámpora y el Frente Transversal de Edgardo Depetri, repartieron ésta semana volantes con la inscripción “Quieren voltear al gobierno. Más que Nunca banquemos a Cristina”.

Una de las preguntas que invaden el complejo ambiente político-electoral es conocer a quién beneficia directa o indirectamente la movida del fiscal Pollicita y la marcha 18F. Notablemente, desde los estamentos del poder se menciona a Mauricio Macri en consonancia con las consultoras.

Hay firmas como Management & Fit que estaría terminando un trabajo que arrojaría un escenario con una leve ventaja para Macri sobre Daniel Scioli y en tercer lugar Sergio Massa. Sin embargo, aclaran en forma inmediata, que todavía el escenario es muy volátil y es muy apresurado sacar conclusiones definitivas.

Con su apuesta acentuada, la presidenta también comenzó buscar definir el candidato propio. Y lo hizo casi en las narices de Scioli cuando le dio tiempo el miércoles -antes y durante la cadena nacional- a Florencio Randazzo para un mensaje electoral.

En el entorno del ministro del Interior hubo cierto nivel de algarabía y una frase que define su campaña: “Daniel sigue se rodillas y así no se llega al poder, Florencio tiene todavía muchas estaciones de tren para hacer campaña”.