Adónde va a parar la renta agrícola regional

Redacción de La Nueva.

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Los impuestos nacionales totalizan cerca de un 90% del resultado bruto, en tanto los órdenes provincial y municipal suman un 8% adicional. Esto se traduce en un desequilibrio “importante” entre lo que recibe el sector productivo primario y lo que obtienen los gobiernos, en particular el nacional, a través del sistema tributario.

La tendencia a la baja de los precios mundiales de los granos sugeriría la necesidad de modificar el sistema tributario actual atenuando los efectos de impuestos distorsivos que tienen un mayor efecto negativo en regiones donde la actividad primaria está profundamente afectada por el riesgo climático en cada campaña, advierten desde el Centro Regional de Estudios Económicos (CREEBBA).

Obviamente, la presión tributaria que afecta al agro se traslada a las actividades directamente relacionadas: comerciantes de semillas, agroquímicos, fabricantes de maquinaria agrícola, prestadores de servicios, etc.

En el informe se advierte que no existe margen para “seguir incrementando la carga tributaria. Los niveles actuales generan efectos distorsivos sobre la economía e impactan en el nivel de actividad global, lo que requiere de una pronta corrección”.

El trabajo del CREEBBA confronta la renta generada por una explotación agrícola en el sudoeste y su aporte por vía de la carga impositiva.

Imposición nacional

Impuesto a las Ganancias: Se aplica sobre los beneficios obtenidos durante el año y la alícuota difiere por tipo de empresa. Prevé pago anticipado y el pago a cuenta a través de: Ganancia Mínima Presunta, Combustibles y una parte del impuesto sobre las transacciones financieras.

Impuesto a los débitos y créditos: La carga totaliza el 1,2% sobre la suma movilizada en el sistema bancario.

Derechos de exportación: La alícuota actual para el trigo es del 23%. Siempre la carga del tributo recae en el productor.

Régimen de Seguridad Social: Por cada empleado el empleador debe aportar un 23% del salario.

Impuesto sobre los Bienes Personales: La base imponible surge por el valor total de los bienes. La alícuota es del 0,5% para la tierra, maquinaria y mejoras.

Estructura provincial

Ingresos Brutos: Se aplica sobre la venta de productos agropecuarios.

La base imponible se determina por el valor de la venta de bienes. La alícuota actual en la provincia es del 4%.

Sellos: Grava los contratos y operaciones realizadas, y se liquida sobre el precio de venta. La alícuota es del 0,75%.

Impuesto Inmobiliario: Existen distintas valuaciones, en función de las mejoras introducidas. A nivel regional se asume un valor de 47 pesos por hectárea.

Tasa vial municipal: Se percibe por la conservación de los caminos. Durante 2013 el valor por hectárea, para los partidos trigueros del sudoeste, fue de 36 pesos.

Los resultados obtenidos por el CREEBBA en su simulación demuestran que la presión fiscal sobre el principal recurso agrícola regional conforma un escenario inviable, donde “los impuestos nacionales participan en más de un 90% del total de la carga tributaria y una porción importante de la mitad de la carga es independiente del resultado económico que se alcance”.

Paralelamente existe un desequilibrio entre lo que recibe el sector primario y lo que obtienen los gobiernos, fundamentalmente, el nacional .