Para Beker, el país prefirió esconder la pobreza a bajarla

Redacción de La Nueva.

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El economista Víctor Beker, exdirector del INDEC, dice que la mejor contribución que hizo nuestro país en la reducción de la tasa de pobreza es, lisa y llanamente, dejar de publicar los datos porque no se informa más “algo que es absolutamente no creíble”.

De paso por la ciudad para presentar su último libro, Basta de fracasos: propuesta para un desarrollo económico con equidad e inclusión social, e invitado por el departamento de Economía de la UNS, Beker dialogó con "La Nueva.".

Los tramos salientes, a continuación.

--Dada su experiencia como director del INDEC ¿qué reflexión le merecen las declaraciones del ministro Axel Kicillof, acerca de que no se difundían las cifras de pobreza porque eso era estigmatizante?

-–Que justo este año, cuando vence el decenio designado por las Naciones Unidas para los objetivos del milenio, entre los cuales se encontraba la reducción de la pobreza, la principal contribución que hizo nuestro país fue suprimir los datos en lugar de eliminar el flagelo. Lo mismo que pasó con los precios: eliminamos el dato, no el problema.

“Pese a ello, considero en cierto sentido un avance que se deje de publicar el dato (el último pertenece al primer semestre de 2013) porque no se informa más algo que es absolutamente no creíble”.

--En su última obra habla de desarrollo económico con inclusión social, ¿qué condiciones se requerirían para lograrlo?

--Argentina necesita urgente un shock de inversión. Lamentablemente, la tasa de inversión con respecto al PBI hoy es muy baja (20%) y habría que llevarla al menos al 25%. La experiencia indica que con este número, se puede asegurar una tasa de entre el 7 y el 8% anual, que es un objetivo al cual el país tendría que aspirar.

“Además, no es algo que no se haya hecho antes, ya que ostentó esas cifras de inversión y crecimiento entre 2003 y 2006”.

--¿Y cómo se hace para recrear nuevamente ese escenario?

--Hay que garantizar un tipo de cambio competitivo, lo que se asegura, fundamentalmente, con los superávit gemelos (sectores externo y fiscal).

“Esa es una condición ineludible para que ingresen capitales no especulativos, que irán hacia actividades fomentadas por el tipo de cambio competitivo, de forma que puedan emprenderse sin necesidad de aportar subsidios por parte del Estado.

“De allí en más, se reactivarán las actividades en las que el país tiene marcadas ventajas comparativas, como las que utilizan de forma intensiva recursos naturales y humanos".