Colombia: la ONU retira el último contenedor de armas de las FARC

Redacción de La Nueva.

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   La ONU sacó hoy el último contenedor con armas de las FARC de una zona de reunión de guerrilleros en el norte de Colombia, poniendo fin al desarme del grupo y allanando su paso a la desmovilización, en una medida saludada por el presidente Juan Manuel Santos como "el último suspiro" de medio siglo de conflicto.

   En el acto de retirada del contenedor, el número dos de las FARC dijo que el grupo mantendrá sus siglas una vez que pase a ser un movimiento político legal, si bien cambiará su nombre a Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia.

   El acto fue supervisado por Santos junto al jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, así como autoridades militares y delegados de las FARC en la zona veredal transitoria de normalización (ZVTN) de Pondores, en el municipio de Fonseca.

   "Hoy efectivamente es el último suspiro de ese conflicto, con esta dejación de armas, con (la salida de) los últimos contenedores, el conflicto realmente termina y comienza una fase nueva en la vida de nuestra nación", resaltó Santos.

   Más temprano, Arnault dijo que las FARC entregaron 8.112 armas, así como casi 1,3 millones de cartuchos que fueron incinerados, a la misión en Colombia, de cara al retiro del último contenedor de Pondores, donde están reunidos parte de los 7.000 guerrilleros que dicen así adiós definitivamente a las armas.

   En el acto, el subjefe de las FARC, Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", desveló una de las incógnitas en torno al futuro del grupo como movimiento político, al revelar que se llamará Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, con lo que retendrá sus siglas históricas, por las cuales es conocido.

   "Dentro de poco estaremos realizando el congreso fundacional del nuevo partido político que seguramente se llamará Fuerza Alternativa Revolucionara de Colombia", señaló, citado por la agencia de noticias EFE.

   "No queremos romper los vínculos con nuestro pasado, hemos sido y seguiremos siendo una fuerza revolucionaria", agregó "Márquez" en el acto simbólico.

   El gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más longeva de América, firmaron un acuerdo de paz el noviembre de 2016 tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba y más de medio siglo de enfrentamientos en el país.

   A fines de junio pasado, las FARC completaron la entrega de sus armas a la ONU, siete meses después de firmar la paz y como paso previo a su transformación en una entidad política legal.

   Anoche, antes de viajar a Pondores, el presidente Santos reconoció que su gobierno no tiene recursos suficientes para reparar "al mismo tiempo" a las más de ocho millones de víctimas del conflicto armado interno.

   Durante la ceremonia de posesión de la nueva directora de la Unidad para las Víctimas, Yolanda Pinto, el mandatario detalló que en los últimos años han sido reparadas unas 690.000 víctimas con inversiones que superan los cuatro billones de pesos, unos 1.300 millones de dólares.

   "La reparación nos va a tomar muchísimo tiempo y ahí vamos a requerir paciencia. No hay recursos para reparar a todas las víctimas al mismo tiempo, eso es un proceso. Tal vez a las más urgentes, las más necesitadas y eso se va dando", señaló Santos.

   Asimismo, indicó que en la actualidad hay 300 comunidades "que avanzan en la ruta de la reparación" y sostuvo que reparar a todos los afectados por la guerra "es un reto monumental" para su gobierno que termina en agosto de 2018.

   "De manera que hay 6,6 billones sujetos de atención y reparación, que aún están pendientes y que le costarían al Estado según estimaciones, más de 30 billones de pesos (más de 10.000 millones de dólares)", agregó, citado por la agencia de noticias DPA.

   De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, entre ellas están incluidos unos 6,5 millones de desplazados por la violencia.

   Además de los recursos estatales destinados para reparar, la Fiscalía General ha insistido en que los bienes decomisados a las FARC, que suman casi 400 millones de dólares, deben ser usados "exclusivamente" para resarcir a quienes fueron afectados por sus acciones violentas. (Télam)