Los bomberos hacen agua

Redacción de La Nueva.

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Parece ser que una de las vocaciones que tradicionalmente se contaban entre las favoritas de los hombres durante su niñez, no resulta tan simple de cumplir cuando estos llegan a la edad necesaria para poder hacerlas realidad.

Es el caso de quienes, con mucho de inocencia y de desconocimiento, aseguran que “cuando sean grandes” les gustaría “ser bomberos”. Al menos esa realidad surge de los dichos de los responsables de la cooperadora local del Cuartel Central de Bomberos, al asegurar que la cantidad de efectivos de que dispone ese cuerpo es apenas el 25 por ciento de la apropiada, de acuerdo a la cantidad de habitantes de la ciudad.

Fernando Varese, presidente de la cooperadora, aseguró a este diario que la fuerza provincial dispone en la actualidad de 50 integrantes, cantidad que apenas supera en 17 la disponible en 1910, cuando se creó esa fuerza, para una población mucho menor y con un porcentaje ínfimo de pedidos que atender.

La situación no es desconocida por el gobierno, ya que, apenas asumió su cargo, el ministro de Seguridad, Alejandro Granados, recibió el reclamo de personal, en el cual se le solicitó la incorporación de al menos 30 personas, atendiendo además que 21 egresados de la Escuela Local de Policía manifestaron su interés y demostraron tener las condiciones adecuadas para sumarse efectivamente a la fuerza.

Hoy los Bomberos dependientes de la Provincia tienen unas 20 salidas diarias –casi una cada hora-, lo que da cuenta del importante movimiento que registra y la utilidad que siguen representando para los vecinos, que recurren a ellos no solamente en caso de incendio, sino para decenas de situaciones en las cuales –por capacidad y equipamiento- los bomberos están habilitados para intervenir.

Tampoco es alentadora la disponibilidad de equipamiento, con escasas herramientas, vehículos en deficiente estado y la necesidad casi impostergable de sumar nuevos equipos para estar a la altura de las circunstancias, y tener además la certeza de que los mismos van a responder ante cualquier emergencia a la que deban asistir.

Garantizar la seguridad de la población por parte del Estado no solo debe limitarse a sumar agentes en las calles para combatir el delito y la violencia en sus muchas formas. También debe responder ante siniestros que, en particular en nuestra ciudad, se han cobrado la vida de muchas personas en los últimos años, como consecuencia precisamente de incendios fatales.