Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

La estrella de París que vuelve a brillar en Bahía Blanca

Pagliero es de las mejores bailarinas del mundo. Pisará nuevamente las tablas, junto al Ballet del Sur.
Fotos: gentileza

Franco Pignol

fpignol@lanueva.com

Después de 18 años fuera de su país, Ludmila Pagliero reconoce que una de las comidas que más le gusta de Francia es el pan con chocolate. También cuenta que trabajar obsesivamente y exigirse al máximo fueron los refugios que encontró para olvidar un poco la distancia. 

La autoexigencia la elevó a niveles inesperados. No sólo es la Etoile (estrella) del Ballet de París. Recientemente recibió el máximo premio a la danza en Rusia: el "Benois de la Danse".

Ahora está en Bahía Blanca realizando dos funciones de La Sylphide, junto al Ballet del Sur que dirige Ricardo Alfonso.

Esta noche será su despedida. Desde las 20, en el Teatro Municipal. El valor de las localidades es de 400 pesos la platea, 250 los palcos del primero y segundo piso y 150 el paraíso.

-¿Cómo te sentís interpretando "La Sylphide"?

-La he bailado varias veces. En la Ópera París hacemos una versión distinta. Ahí la música y la coreografía es totalmente diferente. Eso hace que conozca muy bien a este personaje. Tengo la impresión que me queda muy bien y es muy agradable para mi. Cuando lo estoy interpretando, realmente me genera puro placer.

-¿Qué emociones te dispara este personaje?

-La dulzura, la ternura. Es un personaje alegre. Realmente trata sobre el amor, la seducción, los sueños o los deseos que una persona puede tener sobre un amor ideal o perfecto. Hay un drama dentro de la historia, pero siempre con ternura.

-El autor de esta obra (Filippo Taglioni) la creó dedicada a su hija y la estrenó en 1832 ¿es cierto que fue el primer ballet en utilizar las zapatillas de punta?

-Sí es cierto. Fueron las primeras zapatillas de punta que aparecieron en la historia de la danza. Fue un momento revolucionario porque la gente quedó encantada de ver a la bailarina deslizarse por el aire como si estuviera flotando. Algo mágico.

"Obviamente que las puntas no eran lo que son hoy. Seguramente más frágiles y más dolorosas. Fue un momento muy importante en la historia de la danza. Elevó a la bailarina y la hizo más volátil".

El tiempo y la distancia

-¿Cómo hiciste para sobrellevar estar tan lejos y desde tan chica?

-En un momento creo que hice una especie de duelo con respecto a la Argentina, para protegerme del dolor , del desarraigo. Ahora estoy sanando esos momentos y tratando de recrear nuevos.

--¿Qué comida es la que más te gusta en París?

-El pan con chocolate (risas).

-¿Qué te genera volver a las calles de Buenos Aires?

-Es muy lindo volver a mis orígenes, mis calles, a los colectivos que tomaba cuando era chica para ir al Teatro Colón... impregnarme un poco con esos perfumes que dejé hace 18 años.