Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Vidal le apunta al gasto político

Entre el ajuste legislativo y la supresión de cargos políticos en el Ejecutivo y ministerios se podrían ahorrar 2.500 millones de pesos.

La Gobernación bonaerense se alineó detrás de las reformas “profundas” que pretende adoptar la presidencia Macri.

En el entorno de la mandamás de Cambiemos, María Eugenia Vidal, subrayan que en la Provincia proyectan bajar el déficit fiscal y disminuir la presión tributaria para estimular el desarrollo productivo y así impulsar la generación de empleo.

Con ese espíritu, el Ejecutivo ya remitió a la Legislatura los proyectos de Presupuesto y de Ley Impositiva para 2018, anticipando “fuertes recortes del gasto público”.

Tales iniciativas contienen un agresivo paquete de leyes para bajar algunos tributos (Impuestos Brutos y Sellos), subir otros -revalúo fiscal-, derogar exenciones y finalmente cumplir con una de las mayores promesas de campaña: el “violento ajuste” de la política.

Como un espejo de lo que se discute a nivel nacional, se presentará un combo de proyectos de ley de Presupuesto 2018, Reforma Impositiva con un costo fiscal de $ 10.000 millones y una Ley de Responsabilidad Fiscal, con dos iniciativas claves: eliminar cargos políticos por $500 millones y un recorte de $2.500 millones en la legislatura bonaerense, para demostrar que ambos poderes pueden ajustarse el cinturón del gasto público.

“Por primera vez, en 2018 va a bajar el déficit fiscal de la provincia”, aseguró Hernán Lacunza, ministro de Economía bonaerense, en diálogo con medios capitalinos, en una presentación a periodistas junto al jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai.

El déficit pasará del 0,75% al 0,68% del Producto Bruto Geográfico ($31.000 millones), la obra pública sube del 7 al 7,8% del PBG y se gastará un 33% más en gasto social en términos nominales.

La idea después es derramar “acuerdos de gobernabilidad” con los intendentes en una suerte de “pacto fiscal”.

“El objetivo es comprometernos todos en el uso responsable de las finanzas públicas”, dicen.

La iniciativa vidalista busca poner pautas para el ejercicio fiscal del año que viene y prevé “beneficios”, como asistencia financiera y autorización para contraer endeudamientos a los municipios que cumplan con una buena administración.

Se incluye una suba del orden del 50 por ciento para el impuesto Inmobiliario urbano y rural, que será parcialmente compensado desde el punto de visto fiscal con rebajas en los impuestos a los Ingresos Brutos y de Sellos.

Además, Vidal promociona su intención de eliminar las jubilaciones de privilegio para los cargos políticos.

Hace un tiempo el Ejecutivo viene reclamando un “gesto” a la Legislatura apuntando a reducir su presupuesto en aproximadamente 2 mil millones de pesos.

Ahora Vidal empoderada por el voto popular para “el salto al futuro” avanzará sobre la “caja” de otro poder, el Legislativo.

Entre el ajuste legislativo y la supresión de cargos políticos en el Ejecutivo y ministerios se podrían ahorrar unos 2.500 millones de pesos que luego serían destinados a obra pública, prometen desde la “pureza” gubernamental de Cambiemos.

La gobernadora pretende que el paquete de leyes (que define los lineamientos presupuestarios de la gestión para el 2018) sea sancionado antes del 10 de diciembre, es decir, con la composición actual de diputados y senadores.

En términos políticos, antepone “acordar” con varios intendentes del PJ que tienen terminales en ámbito parlamentario y con el massismo en busca de conseguir los dos tercios necesarios para aprobar un nuevo endeudamiento en el exterior, que tener que batallar después con los nuevos actores legislativos que asumirán sus bancas por el peronismo opositor (varios afines al kirchnerismo “bravo”), a partir de ese día del último mes del año.

A partir del 10 de diciembre, la gobernadora podrá avanzar con una “agenda parlamentaria propia” para los 2 años que le restan de gestión.

Gozará del control en las dos cámaras de la Legislatura.

En el Senado, el oficialismo “amarillo” será mayoría y tendrá quórum propio.

En Diputados, Cambiemos quedó a un puñado de “voluntades” para alcanzar el quórum propio.

Dentro del esquema legislativo hablan de un cambio cultural a la hora de evaluar el recorte de gastos para la política.

“Debemos dar el ejemplo y tener austeridad. No podemos, quienes hacemos política, tener privilegios que los demás no tienen. Se terminó el país donde todos los políticos terminaban viviendo en Puerto Madero. Julio De Vido y el “Pata” Medina, son la Argentina del pasado. Hoy no hay más lugar para la corrupción y la impunidad”, repiten exultantes legisladores del arco oficialista.

Tras el éxito electoral, la gobernadora ratificó liderazgo político propio, imponiendo su imagen positiva en lugares y sectores sociales donde el peronismo ha sido fuerte históricamente.

“Hay un claro imaginario de que Vidal está haciendo una buena gestión”, señalan en las diagonales aunque advierten que también existe “un voto prestado” ante la agenda mediática “anti K”. “La fragmentación del peronismo es funcional al antiperonismo”, como dice el ex gobernador Felipe Solá.

Otro dato relevante es la consolidación de Cambiemos en prácticamente todos los municipios de la Provincia.

La estrategia comunicacional del tractor amarillo de Vidal sobre la puesta en marcha de la obra pública más la lucha contra el narcotráfico y las mafias se plasmó en la inclinación del electorado por el PRO.

Ahora la gobernadora tendrá un desafío inmediato. Que los sindicalistas docentes y de empleados estatales acepten en noviembre que el aumento salarial para el año que viene sea “atado” a los índices inflacionarios que estima, en forma mensual, el INDEC.

“Mientras la gobernadora descalifica a la dirigencia y busca “ajustar el gasto político” gasta abultadas sumas de dinero en funcionarios cuya función es desconocida”, manifiestan dirigentes gremiales.

Dicho grupo de funcionarios (contratados para la gestión) son además trasladados en su inmensa mayoría desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a La Plata en combis contratadas al efecto.