Discordia eterna por la obra pública

Ricardo Salas

[email protected]

La negociación sobre la pauta presupuestaria para 2017 que presentó el oficialismo de Cambiemos en la Legislatura y la decisión política en un área ministerial extremadamente sensible como la obra pública, son las postales de una primavera que no termina de afirmarse en el mapa bonaerense.

En términos políticos, las inversiones en infraestructura resultan claves en los procesos electorales como el que se avecina el año que viene en la provincia de Buenos Aires. Esa hoja de ruta sobresale en la mesa de trabajo de la gobernadora María Eugenia Vidal.

“Hasta ahora vemos un Presupuesto que muestra continuidad con la gestión de (Daniel) Scioli”, afirman no pocos senadores opositores tras culminar la primer ronda de visitas de ministros al parlamento para explicar y debatir los proyectos de Presupuesto e Impositiva proyectado por el Ejecutivo de calle 6.

El nivel endeudamiento de la administración Vidal enciende alarmas dentro del arco opositor por las consecuencias en el corto y mediano plazo. “La obra pública municipal se duplica y es importante porque la Provincia tiene retraso en infraestructura”, pero advierten que “para ello hay un nuevo y enorme endeudamiento que no se lo destina a inversión”.

Distintos interlocutores señalan que durante el corriente año se fue tomando deuda. “Sabemos que se terminó utilizando para gastos corrientes”. Otras diferencias giran en torno de una disminución presupuestaría en las áreas de Salud, Educación y Seguridad, cuando al mismo tiempo se triplica el dinero para publicidad y propaganda.

En la misma línea, se apuntó con una tradicional bandera del massismo que es el incremento de los impuestos al juego: “Resulta curioso que no modifiquen la alícuota de Ingresos Brutos a los bingos como había trascendido ya que la Provincia necesita recaudar. Debería subirse al menos al 19% aunque se enoje Daniel Angelici (El presidente de Boca) que dicen algunos presionó a la mandamás bonaerense contra el aumento”.

La disputa por fondos

En pleno análisis con el ministro de Economía, Hernán Lacunza, el diputado del FpV-PJ, Ricardo Moccero, demandó al Ejecutivo que no elimine el descuento en el monto del Impuesto Rural para los inmuebles ubicados en los distritos del Sudoeste bonaerense que se dedican exclusivamente a la producción agropecuaria.

También Vidal tendrá que definir como continúa la película en el ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos después de la confirmación de la renuncia del funcionario “técnico” más cercano al universo macrista de su staff: Edgardo Cenzón. Lo curioso fue que su alejamiento brotó durante una reunión con legisladores integrantes de la Bicameral de Presupuesto e Impuestos, donde alcanzó a explicar lineamientos sustanciales  de los recursos asignados para continuar el plan de infraestructura para los municipios iniciado en el segundo trimestre de 2016.

Además de las obras de infraestructura presupuestadas, durante el inicio de debate formal de ministros con legisladores sobrevolaron interrogantes en torno a los temas que más preocupan como la pauta salarial (se sabe de antemano, que esa “futura” negociación paritaria estará caracterizada por el malhumor social) y cuál es la situación de caja gubernamental a diez meses de haber asumido, sobre todo cuando dan vueltas especulaciones sobre un bono de fin de año para 600 mil empleados públicos.

Vidal barrió la posibilidad de otorgar ese plus al sector estatal. No sólo eso: advirtió que podría caer como efecto dominó en hilera para una gran mayoría de intendentes que tampoco podrían encaminar el pago del bono para los empleados municipales.

Numerosos alcaldes comunales enfrentan dificultades financieras para pagar el aguinaldo y esperan un auxilio del Estado bonaerense para poder cumplir. A ese compromiso habría que añadir el pago generalizado del bono a los agentes municipales que, en muchos casos, debería ser atendido con fondos del Estado provincial.

Independientemente del alcance de los arriesgados cambios en el Servicio Penitenciario Bonaerense, anunciados días atrás por Vidal y su ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, (el anuncio de reforma integral está enfocada en dos grandes ejes: reestructuración del organismo y tratamiento de los internos), el massismo legislativo pidió incorporar a la oposición en la generación de políticas de Estado.

“Sorprende que la propia Gobernadora había puesto en el cargo al Jefe Penitenciario desplazado y con esta medida releva y modifica su anterior decisión”, lanzó el peronismo. Los renovadores que reportan a Sergio Massa (garante y principal accionista del acuerdo de gobernabilidad con Vidal) fueron un poco más allá con este tipo de observación. "Vemos con preocupación que Cambiemos se embriaga bebiendo de la misma copa del poder que bebió el FpV".

El kirchnerismo duro recordó que en los últimos meses recibió varios informes sobre el alarmante estado de situación de las cárceles bonaerenses y advertencias sobre el “oscuro prontuario” del desplazado jefe del SPB, Fernando Díaz, junto a su cúpula de la fuerza penitenciaria.