Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Se viene un borrón y cuenta nueva

Desde el ala opositora critican fuertemente la política de seguridad que lleva a cabo el ministro Ritondo.

La elección del año que viene no depende de lo que hagan los opositores, sino de lo que hagamos nosotros mismos”, arengó la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, abriendo un prematuro clima proselitista. La llamada a otros líderes del espacio Cambiemos fue difundida por su aparato de comunicación institucional de la PBA.

Recientemente elegida como jefa política del PRO a nivel bonaerense, Vidal también instó a los militantes del partido oficialista a “estar en la calle” para “fortalecer” la coalición integrada por el PRO, la UCR y “lilitos” de la Coalición Cívica, con el objetivo electoralista de ganar los comicios de renovación parlamentaria 2017.

Casi al mismo tiempo, en la despedida de un asado que sirvió para que se hablase casi sin parar de la inserción de sectores del peronismo dentro de Cambiemos, se acordó un "gran acto propio" para el 17 de octubre en La Plata... "ahí sí que cantamos la marcha", bromean los “armadores”.

En paralelo y en el complejo presidencial de Chapadmalal, la Gobernadora se metió junto a su elenco ministerial en el intimista segundo "retiro espiritual" en lo que va de los diez meses de gestión. Un movimiento de relajación PRO. Pese a la estrategia de ocultismo dentro del esquema de vocerías propuesto por el Ejecutivo, pudo saberse que MEV proyecta un movimiento de piezas en un gabinete técnico que muchos coinciden en catalogar como desparejo, mientras se especula, entre otras maniobras posibles, con la llegada de un nuevo ministro para ponerse al frente de la “poderosa caja” de Infraestructura y con la fusión de Seguridad y Justicia en cabeza de Gustavo Ferrari.

En las diagonales unos cuantos funcionarios andan nerviosos ante la denuncia de una masiva contratación de personal “externo” con una visión y una agenda “netamente porteña" dentro de la administración estatal.

“Estadísticamente no estamos peor que el año pasado’” fue la frase que aplicó el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo para desestimar “un brote” de inseguridad en la Provincia. Pero, como dice el refrán, “más vale prevenir que lamentar”, el funcionario anticipó que las fuerzas de seguridad ya evalúan medidas adicionales para evitar desbordes sociales, fundamentalmente, en el Gran Buenos Aires.

"El Gobierno hace marketing de soluciones en lugar de combatir la inseguridad. Llenar de policías la calle por unos días o cambiar de color los patrulleros no resuelve nada. No alcanza con aparentar que se están haciendo las cosas. La publicidad de la gestión me hace acordar a Scioli", tiró el jefe de la bancada renovadora massista en el Senado bonaerense, Jorge D'Onofrio, en un contexto donde debería predominar la “estrategia de la prudencia”.

Datos que duelen

Después de años sin que se conocieran estadísticas oficiales confiables sobre pobreza “estructural” florecieron ligeras interpretaciones y razonamientos. “Desde una perspectiva sincera, se pueden plantear metas. El porcentaje que ahora se conoce, responsable de la desigualdad social, es parte del problema de inseguridad que vivimos. Los que ocultaron la pobreza y miraron para otro lado cuando se instaló el narcotráfico en los barrios humildes son los mismos que hablaron de la década ganada”, evaluó el joven “vidalista” vice de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca. De su análisis se desprende que la Provincia por su densidad demográfica y su extensión geográfica, aparece como “un ámbito favorable para el delito”.

“Lo llamativo no es la foto (los datos divulgados por el INDEC sobre pobreza e indigencia en el país imprimieron la agenda política), sino la película (la evolución) desde el inicio del Gobierno de Cambiemos con decisiones económicas emparentadas con la inflación y los despidos”, editaron desde el peronismo opositor.

Días atrás, además, intendentes y legisladores del FpV y de distintos márgenes del PJ organizaron una “juntada” en La Plata para comenzar a proyectar posturas de acción conjuntas frente a lo que será el debate del Presupuesto bonaerense. El eje central giró en torno de las consecuencias negativas que tendría para la ciudadanía el revalúo fiscal urbano propuesto por el oficialismo gubernamental de Cambiemos, y al cual se tildó como un nuevo “tarifazo encubierto”.

El massismo le sugirió a la Gobernadora reclamar ante la Rosada los puntos de coparticipación perdidos por la provincia de Buenos Aires para generar “financiamiento” sin tener que apelar a sacarlos del bolsillo de los contribuyentes.

En no pocos ámbitos políticos tararean en ritmo tanguero: “ahora te llaman Margot”. Es que definitivamente, el perfil denunciante de Margarita Stolbizer contra el kirchnerismo duro le permitió cotizar en el mercado de acciones tanto del oficialismo de Cambiemos como en el Frente Renovador de Sergio Massa. Vidal no oculta su pretensión de sumar a la diputada nacional referente del Gen de origen radical. Tampoco los “renovadores”.

Dicen en el FR que Stolbizer sería la “fórmula perfecta” para Massa en las próximas elecciones porque sería la dupla que podría inaugurar la futura ley de Paridad de Género.