Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Falleció Eduardo Grispo, ex DT de Olimpo y de Villa Mitre

En el aurinegro estuvo en cuatro períodos y al tricolor lo sacó campeón tras 46 años de sequía.
Fotos: Archivo-La Nueva.

   El exdirector técnico de Olimpo y de Villa Mitre, Eduardo Grispo, murió esta tarde a los 76 años. 

   Fue entrenador del aurinegro en la década del '80 y del tricolor a principios de los 90. 

   “Pichón”, como se lo conocía en el ambiente futbolístico, dejó de existir en una clínica privada de Capital Federal, donde estaba internado hace más de un mes por un avanzado deterioro de su salud.

   Como jugador, debutó en la Primera de River en 1961, al año siguiente pasó a préstamo a Deportivo Español y volvió al Millonario para jugar hasta 1964, cuando fue transferido a All Boys.

   En 1965 retornó a la “Banda” y tras un fugaz paso por Gimnasia de La Plata en 1969, se retiró en el club que lo vio nacer: River, en 1970.

   Con el equipo de Núñez consiguió los subcampeonatos de Primera división en 1962, 63, 65 y 66. Nunca jugó en el exterior y en el fútbol argentino completó 114 encuentros y marcó dos goles.

   Como técnico, sus mejores momentos los vivió en Bahía Blanca. A Olimpo lo dirigió en cuatro periodos distintos: 1978 (sólo el torneo Regional), 83-85, 88-90 y 99-01.

   En la Liga del Sur consiguió los títulos en 1983 (invicto), 84 y 85; ganó los Regionales 83-84 y 88-89 y fue el orientador del equipo aurinegro que más lejos llegó en un Nacional.

   Fue en el 84, cuando Olimpo quedó eliminado en octavos de final ante Newell's por penales. También fue el entrenador del equipo que jugó el primer Nacional B, en la temporada 89-90.

   En Villa Mitre dirigió entre 1991 y 1993, obteniendo los certámenes liguistas de 1991 y 1992, el primero de ellos cortando una sequía de 46 años sin poder dar una vuelta olímpica.

   El pasado 28 de julio se cumplieron 25 años de aquel título logrado en cancha de Olimpo.

   Dos frases que siempre repetía: “La cancha de fútbol es como la vida misma, está el habilidoso, el traidor, el vivo, el tonto, el ventajero, el distraído; hay que saberlos distinguir”.

   “A la pelota hay que mimarla, quererla, acariciarla. Si no lo hacés, despúes no va a querer venir con vos”.