Monte se desmoronó en el último cuarto y resignó una buena chance en Chaco

Redacción de La Nueva.

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La última imagen mostró a Monte Basket lejos, a pesar de haber estado cerca. Porque tras un arranque promisorio 8-2 con el hoy cesanteado Herbert Pope (ver aparte) y recuperación en el tercer lapso (47-37), cedió en el último período a la personalidad de Villa Angela Basket y cayó 73 a 66.

Fue en el marco del inicio de la serie de cuartos del TNA.

Tras el momento de Pope, Villa se recuperó, sacó faltas y cargó con faltas a Alejo Montes (3 a 3m46s.), el tirador montehermoseño y quien en las ayudas o coberturas quedó repetidamente mano a mano con Martín Gandoy.

El local mantuvo su intensidad atrás, incomodando lanzamientos, y con triple de Juan Gandoy, tras un par de acciones sin gol del bonaerense, sacó una ventaja de 15-12 y forzó el minuto visitante.

Pero el ingreso de Martín le dio mayor consistencia a la defensa de Monte, que aseguró rebotes con Lauría (4) y Pope (3) para trabajar estacionado en ataque.

Precisamente Lauría también fue vía de crecimiento en el otro aro. Recibió en zona de medialuna, desairó seguido a su marca y penetró, sacando por ejemplo doble y adicional con el que elevó a los suyos 17-15, a 1m44s. Sin embargo, un triple de ocho metros de Avalle en la última, amplió la brecha (21-17).

En el arranque del 2C volvió a ser Avalle el que insinuó la escalada local (24-17, minuto 11). Aunque quedó en eso, ya que atrás Monte le atacó el rebote ofensivo y lo privó de conseguir bolas claras para jugar el contraataque. Además los dirigidos por Nardini se mantuvieron sólidos recogiendo recobres atrás, por lo que el conjunto chaqueño entró en una meseta y sólo anotó un doble en 5m.

A Monte no le fue mejor. Le trabaron el 5x5, le marcaron zona y le quitaron poder y movilidad en la pintura, más allá de algún aporte aislado de Pope.

Montes regresó en el cierre del PT y clavó un triple que redujo a la mínima, pero cometió falta y fue al banco otra vez. El artífice de la remontada fue Müller, quien con una ráfaga de 7 puntos consecutivos enmudeció al estadio y sacó la máxima (47-37, a 5m37s) en el tercero, para que el azulgrana controlase todo el período, aún sorpotando la reacción local con Juan Gandoy y Carter.

Sin embargo, el empuje del equipo de Lobera, la presión defensiva en toda la cancha y en especial al traslado más la defensa zonal, secaron al visitante (12 puntos en el 4C).

Si subsistió hasta los últimos minutos (66-61, a 3m) fue por el derroche de Maxi Martín. Pero en un ya de por sí plantel ahora corto, no fue suficiente.