Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Liniers fue un fortín duro de roer para Villa Mitre en Maipú y Necochea

El albinegro, ordenado y efectivo, superó al tricolor por 2 a 1. En la próxima ronda jugará ante Tiro Federal. Nicolás Batista / nbatista@lanueva.com
Momento justo. Julio Acosta (L) ya sacó el remate que terminaría en el fondo del arco defendido por Cornaló. Fue su tercer gol por la Copa Argentina.

¿Equipo copero? Ese mote suele ponerse cuando un conjunto gana y gana en un mismo certamen.

Aunque este no es el caso más significativo, anoche, Liniers jugó como un elenco acostumbrado a este tipo de choques: aguerrido, con orden táctico y efectividad ofensiva. Sobre todo en la mitad, zona desde donde nació y creció toda la fórmula.

El doble cinco compuesto por Bárez y Nievas neutralizó el fútbol que intentaron construir Arroyo y Cocciarini y, como complemento, los extremos (Goroso y Franzino) se sacrificaron y jugaron.

Esos ingredientes, más la efectividad en el momento de definir, ayudaron para que el Chivo se apodere de un gran triunfo frente a Villa Mitre por 2 a 1, en El Fortín de Maipú y Necochea.

Pero la noche tuvo varios cambios de libretos.

Al principio, Villa Mitre, a través de la conducción de Arroyo, manejó el ritmo del partido y estuvo a punto de ponerse en ventaja, a tan sólo 5 minutos de comenzada la acción, con el penal que le cometió Mauro Martínez a Héctor González.

Pero Mugabure, de floja actuación, le pegó mordido (Partal atajó) y desperdició esa oportunidad que, conociendo el final, quizás hubiera cambiado la historia.

Encima, el tricolor, con la intención de adueñarse del trámite, quedaba muy abierto atrás.

Liniers leyó esto y, presionando el circuito en la mitad, lastimó.

Bárez, la figura indiscutida de la cancha, cortó en ese sector, se lanzó al ataque y encontró el gol con un exquisito remate desde afuera del área.

Pero el fútbol tiene cosas ilógicas. Y entre ellas figura el error ajeno. Si se sabe aprovechar, crecen las chances.

Y Villa Mitre, apático, fue en busca de eso y lo halló tras un error de Mauro Martínez, quien quiso salir jugando y la perdió ante Arroyo, quien definió por bajo para igualar.

Ese golpe no afectó al visitante, que salió a jugar el complemento de la misma forma. Ordenado y esperando su oportunidad.

La misma llegó a los 10 minutos, cuando Franzino centró desde la derecha y, tras un despeje, Acosta la controló, acomodó su cuerpo y definió a un palo. Grito de goleador.

Los minutos corrieron y Villa Mitre, descompensado en sus líneas, empujó. Sin fútbol, pero con ganas.

En ese escenario, el albinegro se defendió, inconscientemente, muy atrás, pero aguantó un triunfo que lo depositó en la 2ª ronda de la Copa Argentina, donde se medirá frente a Tiro Federal.

Una victoria bien copera.