Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Aguantó 68 años, hasta que hizo “de tripas corazón”

Sansinena se volvió a coronar campeón Oficial en la Liga del Sur, título que no conseguía desde diciembre de 1946. Ganó Apertura y Clausura. Sí, fue el mejor.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

Gerónimo Goveo; Manuel Costas y José Buscaldi; Raúl Cigala, Antonino Caballero y Raúl Vittori; Pedro Chávez, Ambleto Busaca, Américo Rizzo, Nardo López y Daniel García.

Ese equipo, sin cambios porque en esa época no existían, ya no va a ser el único campeón de Sansinena en la máxima divisional de la Liga del Sur.

En Cerri dicen que algunos integrantes de aquel plantel que alzó el primer título oficial del club el 8 de diciembre de 1946, tras vencer 3-1 a Independiente de Coronel Dorrego, siguen deambulando por las calles de una localidad inmortalizada por fortines, frigoríficos y cuatreros.

Pero la pasión del pueblo, como reza el escudo oficial, es otra: el fútbol, los colores (rojo y blanco) que nunca traicionó, una entidad que cumplió 100 años, una institución donde todo se hace a pulmón y con el corazón pese a que ellos aclaran con orgullo ser "triperos".

Esto es Sansinena. Lo querés o lo dejás. Y, como decía una bandera que apareció ayer: "A Sansinena lo hace grande su gente".

Debo reconocerlo: llegué al estadio Luis Molina con la firme intención de encontrarme con algún integrante de aquel plantel que hace 68 años, ya como Sansinena y no como Soulas, dio la primera vuelta olímpica en Primera A.

Pero no fue necesario. Me di cuenta que el mundo cerrense también estaba reconociendo como héroes a los actuales integrantes del elenco que condujo, con sapiencia y seriedad, Marco González.

Fue una mezcla de refuerzos y pibes del club. Fue un equipo con presupuesto alto. Fue un grupo que tuvo que soportar comentarios de mala fe, por el sólo hecho de que Dámaso Larraburu, presidente de la Liga, sea del "palo" albirrojo.

Sí, todo eso es cierto. Pero hay que decir lo otro también: ganó jugando al fútbol, en la cancha, nunca en los escritorios. No tuvo "ayuditas" extras ni le regalaron nada. Como dicen todos: fue el mejor, y hay que valorar que haya querido ser el mejor. Ganó Apertura, Clausura, consiguió 23 éxitos en 34 cotejos, terminó con 18 encuentros seguidos marcando goles como local, sacó el 75,49 por ciento de los puntos en juego (77 de 102) y ayer, con toda la presión encima, no perdió el partido que no tenía que perder.

Y, como reza un viejo refrán: Hizo "de tripas corazón", frase que sintetiza el esfuerzo supremo de un grupo de gente (en este caso un club) por lograr lo que otras veces había sido imposible. ¡Salud campeón!