Hernán Montenegro: "Hubo 10 equipos interesados en mí"
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Ricardo Sbrana / rsbrana@lanueva.com
Un día como hoy, hace 26 años, el bahiense Hernán Montenegro y el formoseño Jorge González daban un paso gigante para el básquetbol argentino, al ser incluidos en la tercera ronda del draft de la NBA. El Loco y El Gigante fueron elegidos por Philadelphia Sixers y Atlanta Hawks con el orden 57 y 53, respectivamente. Pero en ambos casos, la oportunidad pasar a la historia como los primeros argentinos en jugar en la liga estadounidense se frustró.
“Tenía 21 años y me encontraba jugando en Gigantes de Carolina, en Puerto Rico. El draft fue en junio del 88 y recuerdo que fue uno de los drafts donde aparecieron los primeros extranjeros en la NBA. Fue el año del Gigante González, del Grillo Vargas, de Tito Horford. Eran los comienzos de la apertura de la NBA”, contó Montenegro.
Mientras era jugador universitario en Louisiana State (1987), El Loco había rechazado una posibilidad en Portland Trail Blazers. Su potencial no pasaba desapercibido.
“Pero Rod Thorn, jefe de scouting de la NBA, volvió a llamarme más adelante para decirme que había diez equipos interesados en reastrearme. Y me reuní con los diez equipos interesados en mí. Todo indicaba que yo iba a primera ronda con Miami Heat, en su primer año en la liga. ¡Mirá qué loco! Pero por qué, porque Billy Cunningham, quien había sido entrenador de Philadelphia Sixers, era general manager y tenía un porcentaje importante en los Heat”, contó Hernán.
“Estando en Puerto Rico y por intermedio de Julio Toro me contactó Phill Jackson, quien me dio una mano muy grande para explicarme cómo era el sistema del predraft, que consistió en cuatro días de partidos en Chicago, con varias figuras como Moses Malone”, dijo.
Montenegro siguió el desarrollo del draft por televisión desde Puerto Rico, junto al entrenador bahiense Néstor García. Pero en primer ronda no fue seleccionado.
"Por esas cosas del draft, terminé en tercera ronda, donde me seleccionó Philadelphia con el número 57. Mi agente (Edward Arrendell) negoció ese contrato con los Sixers y rechazamos la oferta por insuficiente. Los Sixers buscaban renovación. El no negoció mal, negoció bien. Con eso no tengo historia”, concluyó.