Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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“El básquet es como la religión de Bahía”

Ralph Hannah registró para el Libro Guinness el récord del partido con mayor cantidad de jugadores a nivel mundial. Se logró en 52 horas.

El inconfundible blazer con su corbata amarilla que lo caracterizó en la edición de 2012 fue reemplazado por una camisa blanca y corbata bicolor.

“Este es el uniforme de verano”, explicó, con una sonrisa, el inglés Ralph Hannah, de 27 años, radicado en Paraguay.

La relación, lógicamente, creció y fue más informal, al margen de la rigurosidad que debe implementar para llevarse los datos por los que se pueda registrar en el libro Guinness el récord del partido con mayor cantidad de jugadores.

“El año pasado, por ser algo nuevo, no sabía si funcionaría bien el sistema de registro y contabilización. Este año estuvieron replicando y funcionó bien.

Con 1.464 participantes que hubo, ¿dónde se podría encontrar más?”, se preguntó.

Este año, al menos en América Latina, el registro del Partido fue el único que intentó superar su propio récord logrado anteriormente.

“Si alguien superó un récord y vuelve a intentarlo significa que le dio un valor a lo obtenido. Es muy lindo lo que logró esta ciudad. Un récord mundial es único y cualquier persona puede alcanzarlo, pero no es fácil”, opinó Hannah.

La cultura basquetbolera bahiense es ideal para intentar cualquier récord en ese contexto.

“Cada récord que se puede lograr es con mayor o menor dificultad de acuerdo con su entorno, pero acá es puro básquetbol, por eso es natural. Y tiene un sentido especial, de hecho, estamos dentro del estadio Manu Ginóbili”, resaltó el representante del Libro Guinness.

Haber jugado en el Manu Ginóbili, según sus palabras, realzó el registro.

“Su nombre rebota en todo el mundo y, seguramente, cuando vean el récord que se logró, habrá gente que recuerde que de este lugar surgió Ginóbili”, señaló.

Los récords en América Latina, según Hannah, van en crecimiento.

“Este año me sorprendió que hubo más eventos. Y pude comprobar lo grande que es el básquetbol en Bahía Blanca: participan niños, niñas, gente mayor... El básquet -definió- es como la religión de Bahía; es algo muy bonito. Espero volver”.

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