Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Los Mosquitos: una historia de 2, que fue posible por el humor

Oriundos de Saldungaray, Eduardo Canale y Gerardo "Poroto" Gutiérrez cumplieron, el pasado martes, 25 años como cómicos. Con mucho por hacer y decir.
Los Mosquitos: una historia de 2, que fue posible por el humor. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

María Inés Di Cicco / mdicicco@lanueva.com

“A veces, las cosas empiezan por casualidad, o con expectativas cortas. No se tiene idea de por cuánto tiempo se podrá continuar con una actividad como ésta de subirse al escenario y hacer reír a tanta gente, y cuando mirás para atrás, pasaron 25 años", dice Eduardo Canale, uno de los dos integrantes del dúo humorístico musical Los Mosquitos, que el 25 de este mes cumplió su aniversario de Plata.

Compara con las existencias de sus hijos y los de su compañero, Gerardo Gutiérrez, y cuenta, en la suma, "dos vidas".

"Es mucho tiempo y pensamos que la iniciativa se sostuvo en el tiempo porque nos pusimos muy serios en nuestro modo de abordarla, aun cuando se trataba de hacer humor".

Producción, cachets, horarios sincronizados con puntualidad, pruebas de sonido y hasta el trato interpersonal son cuestiones a atender con cautela.

"Si no lo hubiéramos tomado de ese modo, difícilmente estaríamos celebrando esta historia", asegura.

Estilo a defender

"Lo de arriba del escenario... Uno tiene un estilo, una manera de hacer humor que a la gente puede gustarle o no, pero que uno trata de defender", explica "el serio del dúo" y confiesa que no siempre el público ha quedado conforme, "aunque, por fortuna, fueron los menos.

"Cuando las cosas no resultaron como deseábamos, nos amargamos un poco, agachamos la cabeza, regresamos a casa y continuamos, y logramos infinidad de actuaciones".

Gerardo coincide, confirma y cita la reseña que se ocupó de registrar en el perfil de Facebook, cinco días atrás: "Todo comenzó un 25 de marzo de 1989 en el salón de los Bomberos de Sierra de la Ventana" y "desde aquella noche" pasaron "1.228 actuaciones que realizamos en 153 localidades repartidas en 10 provincias, Capital Federal y hasta en Venezuela".

La actuación más al Norte del mapa fue en Coro, de ese país; las más al Sur, en Pico Truncado, provincia de Santa Cruz; la más lejana hacia el Oeste se dio en Villa La Angostura, en Neuquén; y hacia el Este, en Pinamar, en la costa bonaerense, durante un verano maravilloso que los cruzó con Alberto Badía.

"Como escribí allí, nos ha tocado actuar para 14 personas, en un evento privado, en la estancia `Santo Tomás de las Sierras´, y para 15 mil, en el Festival de la Amistad que se hace en Embalse, Córdoba.

"En ese recorrido, más allá de la inexperiencia inicial o de lo realizado hasta hoy, la manera de ver nuestro trabajo como artistas fue la misma", sostiene el hombre a quien el común conoce como "Poroto".

"Seguramente, en nuestro estilo quedaron plasmados aspectos de otros humoristas que admiramos y de quienes, en el comienzo, tomamos prestado, como Hugo Varela, Luis Landriscina, Cacho Buenaventura o Les Luthiers.

"Pero después nos fuimos perfilando en la identidad que finalmente forjamos... ¡qué linda palabra!", bromea.

En el saldo actual capitalizan infinitas anécdotas, muchas con anónimos, otras con referentes reconocidos.

"Una que me quedó como muestra de lo importante que resultó para nuestra exposición el paso por la radio, me sucedió en la boletería del Teatro Municipal. Estábamos promocionando nuestro espectáculo de séptimo aniversario y después de habernos presentado en el programa Claves, de Jorge Tirabasso, vi cómo una señora muy mayor se acercaba a comprar la entrada, `porque Tirabasso dijo que eran muy buenos´. La verdad es que estaba muy cara y la mujer no podía pagarla, así que se la regalé. Pero la enseñanza fue grande".

La otra, para orgullo de los cumpleañeros, les sucedió en el living de Daniel Rabinovich, cuando fueron convocados a la Expo del 40 aniversario de Les Luthiers.

"Rabinovich nos comentó que, viéndonos actuar, identificaba el rol de Eduardo con el de Marcos Mundstock, y al suyo propio lo emparentó con el mío. Que te lo diga alguien de afuera, es lindo. Que lo dijera Rabinovich... Fue lo máximo", cerró.