Otros factores también pueden influir en el tamaño del cerebro. Además del calentamiento global, la depredación, los efectos atmosféricos indirectos y otros factores no climáticos también pueden estar contribuyendo al encogimiento cerebral.
Aunque el estudio tampoco asegura que exista una relación causal directa entre el calentamiento global y el encogimiento cerebral, abre una puerta a la exploración de este fenómeno y destaca la necesidad de investigaciones adicionales para comprender las complejas interacciones.