Las mujeres argentinas tuvieron menos ingresos que los hombres en el tercer trimestre del 2022 según el EPH y el INDEC.
En 2022, la brecha de género en relación a la tasa de actividad, fue del 19 % y en 2019 del 21 %. Esto incide en las posibilidades autonomía y en los haberes jubilatorios.
Las mujeres dedican menos horas a sus funciones laborales por causas estructurales. Estos datos no variaron entre 2019 y 2022.
En este sentido, las mujeres son más propensas a situaciones de subocupación horaria y desocupación
La feminización de las tareas domésticas y de cuidado constituyen limitaciones de tiempo que afectan el acceso al mercado laboral y el desarrollo de la trayectoria.
Las mujeres ingresan más tardíamente al mercado laboral. Tanto en 2019 como en 2022, no accedieron a mejores puestos de trabajo o mejores salarios a pesar de tener el mismo nivel educativo.
En cuanto al desarrollo profesional de las mujeres y el ascenso laboral, lo varones pueden acceder mayoritariamente a los puestos de dirección y jefatura.
En 2022 los hombres ganaron un 22,5 % más que las mujeres y en 2019 un 28, 5 % más.
Las mujeres se ocupan de tareas vinculadas al cuidado y reproducción, servicio doméstico, enseñanza, servicios sociales y de salud.
Las actividades primarias, la industria manufacturera, la construcción, el transporte y las comunicaciones, se encuentran masculinizadas.