“¿Qué es el ‘brain rot’?”

En redes y charlas cotidianas, la expresión “brain rot” se usa para describir el deterioro mental causado por el consumo excesivo de contenido digital. Popularizada por influencers y elegida Palabra del Año por Oxford en 2024, refleja la creciente preocupación sobre el uso del celular y su impacto en el cerebro.

“De los memes al debate científico”

El término nació en internet, pero llegó a la ciencia. Aunque algunos estudios vinculan el uso compulsivo del smartphone con menor volumen de materia gris, la comunidad científica advierte que no hay pruebas concluyentes de un daño cerebral real.

“¿El celular encoge el cerebro?”

Un post viral de Brendan Ruh impulsó la idea de que el “brain rot” podría reducir el tamaño del cerebro. Sin embargo, los especialistas aclaran que estos cambios son adaptaciones del cerebro, no necesariamente daños, y que faltan estudios amplios y a largo plazo para confirmarlo.

“Adicción o hábito cotidiano”

¿Podemos hablar de adicción al smartphone?
Expertos advierten que no todo uso frecuente es adictivo. El celular cumple múltiples funciones —sociales, laborales, recreativas— y su impacto depende del contexto y la persona. El alarmismo, dicen, puede distorsionar la comprensión del fenómeno.

“El papel de la salud mental”

Tras la pandemia, los casos de ansiedad y depresión juvenil aumentaron un 25%, y muchos culpan al tiempo de pantalla. Pero la evidencia científica no demuestra una relación causal directa. Los especialistas piden cautela: patologizar conductas cotidianas puede ser más dañino que el propio uso del celular.

 “Neuroplasticidad y equilibrio digital”

El cerebro cambia con la tecnología, pero no siempre para mal. La neuroplasticidad permite adaptaciones positivas si el uso es consciente: aprendizaje, creatividad, conexión social.
El reto no es desconectarse, sino usar la tecnología con propósito y sin alarmismo.

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