Fisuras en Ingeniero White
El asentamiento del suelo por la baja de la napa fue la causa del fenómeno.
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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Hace 40 años, en enero de 1982, comenzaron a detectarse “extrañar roturas y grietas” en numerosas viviendas de Ingeniero White.
“Preocupa la aparición de anomalías en diversas construcciones particulares de la vecina localidad portuaria”. De esta manera este diario dio a conocer la situación que se manifestó “de la noche a la mañana” y fue denunciada por varios vecinos, alarmados por las grietas aparecidas en sus viviendas.
Tanto fuentes oficiales como vecinos no supieron precisar el origen de esas deficiencias, aunque pronto se comenzó a hablar de “un asentamiento de los terrenos”, “un desplazamiento de tierras”, “un temblor” y hasta de la repercusión por los trabajos de pilotaje que se llevaban adelante con la construcción de la Termoeléctrica Luis Piedrabuena.
La municipalidad envió inspectores de sus oficinas técnicas y como primera medida decidió prestar colaboración para el apuntalamiento de las obras cuyos propietarios lo soliciten, incluyo interviniendo de oficio en casos cuya gravedad así lo requisiera.
La primera oleada de fisuras afectó a 12 casas, de distinto tipo, origen, antigüedad y construcción, y en la mayoría de los casos se temía por su estabilidad.
También se comenzó a discutir la injerencia de la comuna en este problema, ya que de alguna manera era una cuestión de privados, aunque muchos consideraban que debía ser considerada “de estado público”.
Pocos días después las casas fisuradas sumaban 40, por lo cual se decidió tomar contacto inmediato con profesionales especializados en estudio de suelos a fin de establecer que estaba ocurriendo.
Las fisuras se continuarían registrado a lo largo de todo este tiempo, en principio como resultado, efectivamente, del asentamiento de los suelos por el descenso de la napas de agua.