Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Por qué si Bahía ya entró en fase 3 las clases tienen que esperar al lunes

La ciudad avanzó tras un mes de medidas más restrictivas.

Foto: Archivo La Nueva.

   Si bien Provincia confirmó hoy el regreso de Bahía Blanca a fase 3, las clases presenciales recién volverán el lunes 28 de junio.

   Según fuentes educativas locales consultadas por La Nueva., esto se debe a una cuestión de organización, dado que en la última reunión del Consejo Federal de Educación se planteó que los anuncios sobre la vuelta al aula deben respetar un tiempo mínimo de 48 horas para poder reacondicionar el sistema educativo y dar tiempo a los docentes para que adapten los contenidos de la virtualidad. 

   Desde un gremio bahiense, en tanto, manifestaron que se necesita tiempo para organizar las burbujas, las cuestiones vinculadas con la limpieza y el trabajo docente.

   De todas formas, desde el Consejo Escolar indicaron que después de los decretos se recibe una resolución de la Dirección de Escuelas que establece la manera en la cual se vuelve a la presencialidad y que de cierta manera fundamenta la medida, pero hasta el momento no llegó.

   Los distritos que han retornado a la presencialidad en los últimos días también lo han hecho de una semana para la otra, a diferencia de lo que ocurría meses atrás donde la medida se implementaba al día siguiente del anuncio.

   Hoy, por ejemplo, regresaron las clases presenciales en Guaminí y Tres Arroyos, que hace una semana pasaron a fase 3 debido a la mejora de la situación epidemiológica.

   Vale recordar que Bahía Blanca lleva más de un mes sin presencialidad. El 20 de mayo el Gobierno nacional anunció un confinamiento estricto por 9 días y desde entonces la ciudad no pudo regresar a fase 3 —aunque sí pasó a fase 2— por la cantidad de contagios y la ocupación en terapia intensiva superior al 80 %. Recién hoy Provincia comunicó el cambio de fase, que permite mayor cantidad de actividades, entre ellas la presencialidad escolar.

   Para este nuevo retorno, y teniendo en cuenta el arranque del invierno, uno de los aspectos que se plantean es la necesidad de tener calefaccionados los ambientes de estudio. Para tal fin, la semana pasada se empezaron a repartir más de 600 medidores de dióxido de carbono en jardines y escuelas de gestión estatal de la ciudad, que permitirán medir la calidad del aire en espacios cerrados y definir la ventilación adecuada, un aspecto fundamental para prevenir contagios de COVID-19.