Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La Escuela Normal: un anticipo del final

   El histórico edificio ya insinuaba su final.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace 80 años, en abril de 1941, este diario publicaba una nota llamando la atención sobre el pésimo estado del edificio de Brown y Villarino, donde funcionaba la Escuela Normal Mixta.

   "La escuela ocupa un local que resulta insuficiente, inadecuado, anticuado, antiestético, caro y hasta mal ubicado". Así resumió la situación del inmueble que desde 1921 alquilaba el tradicional establecimiento, fundado en 1906.

En rigor, el edificio nunca había sido pensado para ese destino educacional, sino que fue construido para servir como sede social de la Unión Vasca, entidad que sin embargo jamás llegó a ocuparlo. Una muestra de ese destino original era la existencia de dos canchas de pelota a paleta, reconvertidas en patios de la escuela.

   Una de las principales críticas de 1941 era a la ubicación de sus aulas, la mayoría de las cuales se volcaba sobre un gran hall central, "molestándose unos profesores con otros, pues sus voces resuenan al unísono por la mala acústica y pésima disposición de los salones", se explicó.

   También se criticaban los patios, "reducidos, sin que un árbol, una flor, una enredadera hable a las futuras alumnas de lo que representa la naturaleza".

   De allí el reclamo de las autoridades del colegio para que se concretara la construcción de una nueva obra, "no sólo para el presente, sino para el futuro".

   Esa necesidad se replanteó en varias oportunidades, sobre todo cuando, en 1956, la escuela pasó a depender de la Universidad Nacional del Sur. El traslado finalmente se concretó en 1971, cuando la escuela pasó a ocupar nuevas instalaciones en 11 de Abril al 400.

El histórico edificio de Brown y Villarino fue demolido dos años después, 1973, para pena y tristeza de generaciones de estudiantes que pasaron por sus aulas.