Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Proponen que se rebautice al Parque Campaña del Desierto

La denominada Campaña al Desierto comandada por Julio A. Roca a partir de 1878 es considerada hoy poco menos que un genocidio contra los ya debilitados pueblos indígenas.

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Más de 70 años han transcurrido desde que el estado provincial expropiara 125 hectáreas de tierra en la zona alta de la ciudad, un sector privilegiado por ubicación y visuales hacia la ciudad y el estuario, con la idea de cederlo a la municipalidad para que desarrollara en el lugar un gran parque que diera continuidad al parque Independencia al tiempo de generar una reserva forestal.

   De aquella superficie original sólo quedan disponibles 60 hectáreas, el 25% en uso por parte de distintas instituciones, en el sector circunscripto entre Cabrera, Fortaleza Protectora Argentina, Charcas y Fragata Sarmiento de nuestra ciudad impulsado desde el municipio.

   El único proyecto integral conocido pata el sector fue realizado en 1966 desde la provincia y planteaba la colocación de 2.600 especies arbóreas, el trazado de caminos, la materialización de fuentes, terrazas y miradores y la creación de un jardín botánico. 

   La hoy llamada avenida Fortaleza Protectora Argentina aparecía en esa propuesta como un gran bulevar de 30 metros de ancho, con una rotonda en la mitad de su recorrido y cuatro puentes peatonales.

   Lo cierto es que el tiempo pasó sin que nunca se estableciera proyecto alguno para el lugar, salvo algunos planes de forestación aislados y la paulatina pérdida de superficie por usurpaciones (Villa Miramar), cesiones y otros usos aislados que rompieron la integridad original del lugar.

   Desde hace un par de años, la comuna comenzó a interesarse por el lugar con la firme idea de ir, finalmente, convirtiéndolo en un paseo-parque. Para eso debió primero resolver cuestiones legales, desde la más elemental de todas como es obtener la propiedad legal de las tierras, hasta diseñar un espacio acorde a la superficie disponible.

   Mientras desde las áreas de Planeamiento urbano trabajan en el diseño, se comenzó a forestar, a realizar limpiezas periódicas y a trabajar en rellenos, iluminación y otras intervenciones.

Un nombre cuestionado

   Mientras tanto, el paso del tiempo ha puesto en la mira la validez del nombre del lugar. 

   La denominada Campaña al Desierto comandada por Julio A. Roca a partir de 1878 es considerada hoy poco menos que un genocidio contra los ya debilitados pueblos indígenas y un negocio extraordinario del estado para regalar o vender a precios ínfimos por 42 millones de hectáreas a terratenientes vinculados al gobierno. 

   Familias patricias como los Luro o los Martínez de Hoz recibieron miles de miles de tierras. También los Pereyra Iraola, Los Álzaga Unzué, los Anchorena, Los Menéndez. Sin mencionar el tratamiento contra las tribus dispersas. Los caciques Namuncurá, Pichihuinca, Trapailaf y Sayhueque fueron raleados y recibieron 24 leguas de tierra en zonas estériles y aisladas. 

   Ante esa mirada crítica de aquella “conquista”, la edil Laura Biondini presentó un proyecto de ordenanza para buscar una nueva designación para el lugar.

El cambio

   El proyecto plantea la necesidad de modificar el nombre, por considerar que “posee connotación negativa, atento a que alude a la campaña militar realizada entre 1878 y 1885, que conquistó grandes extensiones de territorio ocupados por pueblos originarios”, los cuales “fueron sometidos y sufrieron la aculturación, la pérdida de sus tierras y de su identidad, deportados a reservas, museos o para servir como mano de obra forzada”.

   Como si eso fuera poco, hombres como Juan Bautista Alberdi, Domingo Faustino Sarmiento y Leandro Alem, entre otros, denunciaron una campaña plagada de corrupción que involucraron a Roca y a sus socios, tanto en el ejército como en el estado nacional.

   La propuesta de Biondini es entonces, a partir de una instancia de participación ciudadana, para que todos tengan la posibilidad de proponer un nombre que consideren apropiado para este espacio público, relevante para la memoria colectiva de la comunidad.

   “Una instancia participativa, señala la edil, enriquecería el mecanismo de elección del nombre, que surgiría de manera consensuada y posibilitaría ampliar la mirada y las posibilidades con el vecino como protagonista de este tipo de decisiones”.

   De aprobarse este mecanismo, el mismo se llevaría a cabo a través de la plataforma participa.bahia.gob.ar. donde, luego de registrar sus datos, cada vecino podría dejar su propuesta.

   La idea es conformar un jurado que seleccione las cinco más convenientes y volver a ponerlas a consideración del público para obtener así la nueva designación.

César Milstein, una posibilidad

   Mientras la propuesta de rebautizar un tramo de la avenida Colón –entre Estomba y Chile-- con el nombre del premio Nobel César Milstein está esperando ser tratada en el Concejo Deliberante y anticipa una discusión importante, no son pocas las voces que mencionan al parque Campaña al Desierto como apropiado para llevar el nombre del científico bahiense.

   Si bien hay otro espacio verde, el acceso a la ciudad por calle Drago, desde la rotonda hasta calle Esmeralda, que ha sido asignado con su nombre, la conformación de ese paseo ha quedado postergado, lo cual cierra de alguna manera esa posibilidad.