Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Unos 18.000 asalariados bahienses no tienen recibo de sueldo ni aportes

Sobre esa cifra, el 91 por ciento también carece de obra social. 

Foto: Archivo La Nueva.

Por Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

     En Bahía Blanca hay casi 18.000 empleados en relación de dependencia a quienes no se les realizan descuento jubilatorio o no tienen un recibo de sueldo, dos características para ser considerados informales. Sobre ese total, el 91 por ciento carece de obra social o prepaga, con lo cual, depende exclusivamente del sistema público de salud, de acuerdo con las estadísticas oficiales del INDEC del tercer trimestre del año pasado, las últimas disponibles.

    Las cifras señalan que al período julio-septiembre de 2020, unos 89.525 bahienses trabajaban en relación de depdendencia, cifra que representa un 71% del total de ocupados locales. El 29% remanente se distribuye entre trabajadores independientes (profesionales, cuentapropistas, etcétera) y patrones o empleadores.

     Así, sobre el total de dependientes, a unos 71.593 se les practicó el descuento de aportes jubilatorios, mientras que a los 17.932 restantes no, con lo cual, eran asalariados informales, mal llamados trabajadores “en negro”.

     Del total de informales, casi todos (16.291 trabajadores) no aportaban a ninguna de las 300 obras sociales del sistema de salud ni, obviamente, tampoco a una empresa privada, de forma que su atención sanitaria debía ser canalizada a través del sistema público.

Servicio doméstico

     Una de las actividades con mayores niveles de empleo no registrado en nuestro país es el servicio doméstico, algo que también se repite en nuestra ciudad.

    La estadística a nivel local señala, también al tercer trimestre de 2020, que sobre las más de 8.000 personas que se desempeñaban en casas de familia como  domésticas, apenas al 30% se le practicaba el descuento jubilatorio.

     En tanto, un porcentaje similar de trabajadoras de esta actividad no percibía un recibo de sueldo membretado, una clara violación a las disposiciones legales en materia laboral y, a la vez, otra prueba irrefutable de la falta de aportes jubilatorios. 

     Lo llamativo de los altos niveles de informalidad es que el sistema para tener a la empleada en regla es por demás sencillo y, además, permite que se desgraven del impuesto a las Ganancias tanto la remuneración abonada a las trabajadoras domésticas como las cargas sociales ingresadas a la AFIP.

    Algunos mitos populares advierten acerca de la posibilidad de que la trabajadora, una vez registrada, pierda la Asignación Universal por Hijo (AUH), lo que incentivaría el pedido de no registro, incluso, por la propia empleada. 

      “Eso es falso. Surge de la propia ley 26.844, que rige la actividad, y de otras disposiciones posteriores vigentes desde hace ya muchos años. La doméstica no pierde la AUH en el caso de que sea blanqueada”, aclaró a este diario el abogado Carlos Brassesco, asesor letrado de la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP).

      Acotó que “sí es cierto que se pueden dejar de percibir ciertas pensiones especiales, pero que son excepcionalísimas, como por ejemplo, la que corresponde a la mujer que tiene siete hijos varones, algo totalmente incoherente, pero muy excepcional a la vez”.