Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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El Cóndor: la Colonia de loros más grande del mundo se vio amenazada 

El equipo del biólogo e investigador argentino Juan Masello, quien desde 1998 lidera el proyecto Loro Barranquero, relevó la muerte de al menos 800 adultos de la especie en esta última temporada reproductiva (2020-2021). Las causas: la falta de alimentos, fruto del fenómeno La Niña y el desmonte.

Gentileza: Pablo Petracci.

Anahí González
agonzalez@lanueva.com

 
   En diciembre pasado equipo de trabajo que el biólogo e investigador argentino Juan Masello lidera en El Cóndor (donde dirige el proyecto Loro Barranquero desde 1998) notó que algo andaba mal. 

   Cientos de loros adultos aparecían muertos en este balneario del Municipio de Viedma (provincia de Río Negro) y, hasta entonces, se desconocía la causa.   

   El sitio alberga la colonia de loros más grande del planeta y allí viven el 71% del total de individuos de la especie (tanto de Argentina como Chile). Por ende, cualquier evento negativo que afecte a esta colonia pone en riesgo a la especie (loros barranqueros)  toda y a un fenómeno de la Naturaleza mundial.

  La situación de la mortalidad era seria y era evidente que se trataba de un evento especial. Lo primero que se descartó, con métodos científicos, fue la muerte por envenenamiento. Solo entonces las verdaderas causas pudieron identificarse rápidamente: los loros morían por falta de alimento.

   Sucede que la actual temporada de cría de loros barranqueros (septiembre 2020-enero de 2021) se vio afectada por el fenómeno climático La Niña-El Niño caracterizado en la Patagonia nordeste por ser una época de bajas precipitaciones, lo que trajo como consecuencia una menor producción de plantas y cultivos. Esto derivó en que los loros barranqueros de la región tuvieran serias dificultades para encontrar suficiente alimento para sí mismos y para sus pichones. Lamentablemente se tradujo en una alta mortalidad por hambruna.

   Sin embargo, el accionar humano también tiene implicancias: el desmonte desmedido es una de las más graves.
   
   --¿Cómo lograron determinar la causa de la mortalidad de loros y cuál es el impacto en la especie?

   -- Usualmente mueren pichones, lo que vimos durante la temporada de cría 1998-1999, cuando también transcurrió el fuerte fenómeno de La Niña, pero en la actualidad se dio el caso de una alta mortalidad de adultos. 


Crédito: Fabián Llanos.

   Para corroborar la explicación de la falta de alimento mi equipo de trabajo en El Cóndor, en colaboración con personal de la secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, pesó a los loros adultos recientemente muertos para comparar sus pesos con los pesos en nuestra base de datos. Todos los loros muertos pesados tuvieron un peso 20% inferior al promedio de nuestros años de estudio con la especie, desde 1998.

   Además, registramos los pesos más bajos que se conocen, aún más bajos que el mínimo observado durante el fenómeno de La Niña 1998-1999.Todos estos resultados nos llevan a apuntar a una falta en la disponibilidad de alimento en la región como causa principal de la mortalidad observada en diciembre 2020 y enero 2021.

   --Además del fenómeno de La Niña ¿qué papel juega el desmonte en nuestra región?

   -- La flora del Monte es el principal alimento de las especies de aves silvestres de la zona, incluyendo los loros barranqueros. El desmonte en los partidos de Patagones, Villarino y Adolfo Alsina (en Río Negro) viene diezmando desde hace décadas la vegetación autóctona y pone en un mayor peligro a varias especies de aves amenazadas presentes en la región.   

   Profesionales de la Estación Experimental INTA Hilario Ascasubi, demostraron que existe una de las tasas de pérdida de la vegetación natural más altas del continente: una tasa media anual de pérdida de biomasa del 3.7% . Esta tasa es 10 veces más alta que la pérdida que experimentan en promedio las selvas tropicales del mundo.    

--¿Qué acciones se podrían llevar a cabo para protegerlos?

--La colonia de cría de loros barranqueros de El Cóndor debería declararse Área Natural Protegida de la provincia de Río Negro, como ya se fundamentó y solicitó a la legislatura rionegrina en numerosas instancias legislativas (proyectos 120/2015, 567/2011, 232/2009, 260/2006). 

   Hasta ahora se esgrimieron problemas de jurisdicción entre la provincia de Río Negro y el Municipio de Viedma y también la falta de fondos. Sin embargo, la creación de una reserva natural sería una herramienta tanto para la preservación de la naturaleza como para la promoción del desarrollo turístico sustentable.

--¿Qué plan estratégico y sostenible se podría llevar a  cabo para conservar? 

--En principio, hay que dejar de desmontar, por completo. Ya se ha desmontado más de lo que se debía. Es algo que los humanos también necesitamos con urgencia para parar el cambio climático.  La desertificación va a dejar a los loros sin comida, pero también a los seres humanos, ya que cada vez hay menos suelos aptos para los cultivos por esa misma causa. 

   Sin duda, a la vez, se debería reforestar. Una manera práctica es restaurar y replantar las especies del Monte en cada borde de camino, en cada banquina, en cada rotonda, en cada potrero sin uso, en terrenos privados también, con el respectivo asesoramiento científico, y convocar a los vecinos interesados en salvar a los loros a “tomar la pala en una mano y la regadera en la otra”. De esa forma cuando ocurran los inevitables eventos climáticos, encontrarán en un Monte más sano e intacto la forma de atenuar sus efectos catastróficos. 
  
--¿Por qué los loros barranqueros tienen tantos detractores o se los asocia a plagas?

-- El mito principal es que son una plaga de los cultivos. Se la declaró plaga nacional en 1935. Y por eso en durante 1972-1974 el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires destruyó la que entonces fuera la colonia de loros barraqueros más grande, sobre el río Quequén Salado. Esa colonia tenía 45000 nidos.


Juan y Petra, los investigadores que se fascinaron con estas aves y hoy siguen adelante con más proyectos. Foto: Fabián Llanos.

   Y también era en su entonces la colonia de loros, cotorras, guacamayas y cacatúas más grande del mundo. Lamentablemente eso se perdió gracias a su fumigación por parte del ministerio. Una pérdida enorme para la naturaleza mundial que no debe repetirse jamás. En la actualidad, solo la provincia de Buenos Aires considera a los loros barranqueros como plaga.

   Creo que se trata de un problema de percepción. Los loros barranqueros son muy ruidosos y se mueven en bandadas grandes para protegerse de los muchos predadores que tienen. Esto causa una impresión que frecuentemente se torna negativa ¡aunque deberíamos maravillarnos de este espectáculo que nos da la Naturaleza! y hace pensar a la gente que van a destruir todo, lo que luego no ocurre.

   Por ejemplo, durante nuestro estudio sobre los supuestos efectos de los loros barranqueros sobre los cultivos de girasol en el partido de Patagones hemos fotografiado bandadas de hasta 4000 ejemplares sobrevolando los campos. Sin embargo, en esos mismos campos donde se tomó la foto con los 4000 loros es que medimos el daño económicamente insignificante de 0,1% al 0,4% de la cosecha de girasol. Y no se detectaron daños en otros cultivos importantes de la región, tales como trigo y avena.


Gentileza: Pablo Petracci.

   Teniendo en cuenta que los cultivos de girasol representan un máximo del 1% del total de cultivos en el área estudiada, la importancia regional de la pérdida atribuible a los loros barranqueros es económicamente insignificante.

   --¿Qué tipo de alimentos prefieren o necesitan los loros?

   --Ellos prefieren los alimentos que le provee el Monte. Allí, y no en los cultivos,  encuentran los nutrientes que les permiten reproducirse y alimentar adecuadamente a sus pichones. Por eso recorren entre 60 y 240 kilómetros por días para traer a los pichones alimento de calidad del Monte. Suelo poner este ejemplo para mostrar de forma sencilla lo que está sucediendo: uno puede, en casos de necesidad y emergencia, sobrevivir comiendo galleta y tomando agua, pero eso no quiere decir que uno vaya a vivir de forma saludable si lo hace por mucho tiempo.

   Los cereales son para los loros lo que para nosotros las galletas. Algo así como comida chatarra. Pueden sobrevivir comiendo cereales, pero ese tipo de alimentación no les alcanza para poder adquirir una condición saludable que les permita reproducirse y criar a sus pichones de forma saludable. De hecho, algunos loros logran sobrevivir el invierno en zonas de la Patagonia, sin migrar al norte, aprovechando el rastrojo que queda caído en los campos luego de la cosecha o las semillas que se vuelcan de los camiones que recogen la cosecha.

   --Son monógamos, viven en colonias… ¿qué otros datos sobre sus hábitos se conocen?

   --Sí, el primer resultado sorprendente fue demostrar con métodos genéticos que se trata de una especie monógama. Se conocía de antes que formaban parejas estables, pero podrían haberse tratado de una monogamia social, donde las parejas son estables, pero aun así hay copulaciones fuera de la pareja. Bueno, no es el caso. Los individuos en una pareja de loros barranqueros son extremadamente fieles entre sí. Este resultado nos sorprendió bastante ya que hay muchas especies de aves que muestran una monogamia social sin ser genéticamente monógamos.

   Otro descubrimiento importante fue que, contrario a muchas otras aves, los loros barranqueros no tiene parásitos sanguíneos. Ni uno. Al principio este descubrimiento nos dejó perplejos. Pero luego descubrimos también como lo lograban: consumen muchos alimentos del Monte que contienen metabolitos secundarios con propiedades antiparasitarias. ¡Lamentablemente cada vez hay más desmonte y estas medicinas naturales podrían estar perdiéndose para siempre!

   El compromiso de los investigadores desde 1998

   Fue un poco de casualidad. Estaba con su esposa, la bióloga alemana Petra Quillfeldt, buscando una colonia de aves marinas donde conducir una investigación sobre el por qué algunas aves nidifican en colonias y gracias a un amigo y a un guardafauna de Río Negro llegaron a El Cóndor. Allí vieron el impresionante acantilado lleno de agujeros: los nidos de los loros. 

   Los loros no estaban, era otoño, y habían migrado hacia el norte pero decidieron comenzar a investigar a esas aves que excavaban tantos nidos y se fueron fascinando tanto por su belleza, como por su comportamiento e inteligencia. 

   “Luego nos dimos cuenta de cuántos problemas tienen desde un punto de vista de la conservación y eso nos motivó muy fuertemente a hacer cosas para protegerlos. Empezamos así, hace casi 23 años, a escribir artículos científicos, artículos de divulgación, proyectos de ley, planes de manejo, capítulos en libros, a dar charlas, a dar entrevistas en radios, T.V., diarios y revistas de muchos países del mundo”, dijo Masello.

   También coordinaron una campaña educativa que involucró a 11 mil chicos en la Patagonia y sus docentes, crearon un grupo internacional de investigadores dedicados a loros que cuenta actualmente con más de 470 miembros y trabajan incesantemente para investigar y conservar estas aves en todos los continentes donde se encuentran.

   “¡Toda una revolución en nuestra propia vida!”, reflexionó Masello, oriundo de Sarandí, licenciado en Ciencias Biológicas de la UBA y doctorado en Ciencias Naturales en la Freie Univeristät Berlin, Alemania.

   La más grande del mundo

   Nidos. La colonia de cría de loros barranqueros de El Cóndor cuenta con un promedio de 37 mil nidos activos, distribuidos a lo largo de 18 Km. de acantilados. Allí viven el 71% del total de individuos de la especie (tanto de Argentina como Chile). 

   Relevancia. Es la colonia más grande de loros barranqueros (Cyanoliseus patagonus, su nombre en latín) y, además, la colonia conocida de Psittaciformes (un grupo de aves que incluye a todos los loros, cotorras, guacamayas y cacatúas del mundo) más grande del mundo. 

   Riesgo. Cualquier evento negativo que afecte a esta colonia pone en riesgo a la especie (loros barranqueros)  toda y a uno de los fenómenos más importantes de la Naturaleza mundial. La colonia de El Cóndor ha sido amenazada en varias oportunidades y no cuenta con protección legal.

   Cordillera. Los loros barranqueros cruzaron la cordillera, a la altura de Mendoza, hace unos 120.000 años, durante una época de retroceso de los glaciares. De esa forma llegaron a la Argentina y comenzaron a colonizarla en dos direcciones, hacia el noroeste, en la región Cuyano-Andina, y hacia el sur llegando hasta la Patagonia.  “Todo esto pudimos descubrirlo analizando el ADN que extrajimos de plumas que encontramos caídas al pie de las colonias donde nidifican los loros”, dijo Masello.

   Distribución. El loro barranquero Cyanoliseus patagonus es un Psittaciformes neotropical distribuido principalmente en Argentina y Chile, llegando ocasionalmente al Uruguay. Esta especie se distribuye en la Argentina por regiones con climas áridos a semiáridos. 

   Retracción. El loro barranquero ha sufrido una clara retracción en su área de distribución desde principios del siglo XIX, particularmente en Chile, en la región Pampeana, en Córdoba y en el sur de la Patagonia. 

   Factores. Esta retracción se debe a un conjunto de factores: 1) la intensa captura para el mercado de mascotas promovida en el pasado y de ocurrencia esporádica ilegal en el presente, 2) la rápida pérdida y degradación de su hábitat natural a consecuencia de profundos cambios en el uso de la tierra, y 3) la persecución ilegal que sufre la especie al ser injustificadamente considerada plaga de la agricultura. Debido a esta presión antrópica es que la distribución actual del loro barranquero es fragmentada y su abundancia altamente variable.