Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Barrio Patagonia: el chico baleado y su familia sufren las secuelas

El menor herido, a un mes del incidente, tiene miedo y su rendimiento escolar decayó, según reconoció su madre. Además continúa con dolor en la pierna y el brazo donde impactaron los proyectiles.

La tarde del hecho, el 17 de septiembre pasado. El chico baleado fue asistido por vecinos y personal de emergencia en una plaza. (Fotos: Archivo-LN)

   A un mes de haber sido baleado por la Policía durante una persecución en el barrio Patagonia, en relación con el homicidio de un narcotraficante, el adolescente de 13 años víctima del hecho sufre consecuencias psicológicas y físicas a raíz de los impactos de los proyectiles.
   El menor todavía siente “temor” por lo ocurrido y el violento incidente influyó de manera negativa en su desempeño escolar, además de no querer asistir a clases.
   Pero no solamente el chico padece los efectos de semejante suceso traumático, sino también su familia, compuesta por su madre y 4 hermanos.
   En este sentido, Sandra reconoció también estar asustada por lo que le pasó a su hijo y dijo encontrarse en estado de alerta, el cual exteriorizó hace pocos días frente a una situación cotidiana que involucró a su hijo y a un conductor.
   El martes, cuando la mujer y sus hijos se dirigían al shopping ubicado en la avenida Cabrera al 2100, un automovilista le pidió al joven baleado que se acercara al vehículo y el chico le hizo caso.
   “Lo paró un auto y lo único que vi de mi hijo fue el gesto de su cara con los ojos más abiertos que lo habitual, como diciendo 'quién es este'. En ese momento me di cuenta de que la criatura no quedó bien psicológicamente”, relató la mujer a La Nueva.
   “Me asusté porque no sabía lo que estaba pasando, entonces enseguida me acerqué también al coche y le pregunté a mi hijo por qué lo había llamado esa persona desconocida. Pero el hombre quería consultarle sobre una dirección”, explicó.
   Si bien en un principio la madre rechazó la asistencia psicológica que las autoridades le ofrecieron para su hijo, ahora advierte que el chico necesita ese tipo de contención por parte de profesionales.

Incidencia en el estudio


   El chico afectado cursa 1º año de la secundaria y el rendimiento en sus estudios disminuyó producto del suceso registrado la tarde del viernes 17 de septiembre.
   “Tiene algunas materias bajas y ahora mi nene no quiere ir a la escuela porque dice que lo discriminan por llevar las zapatillas rotas. La realidad es que no tengo dinero para comprarle calzado ni ropa nueva”, resaltó Sandra, quien actualmente está desempleada y debe hacerse cargo de sus 5 hijos.
   A diario ella o algún otro familiar acompaña al menor al establecimiento escolar al que concurre.


   En cuanto a la parte física, el adolescente todavía siente dolor después de haber sido alcanzado por tres proyectiles que lo lesionaron en una pierna y un brazo.
   Sin embargo, volvió a hacer una vida “normal”, como antes del hecho denunciado.

“Averiguación de ilícito”


   La causa está en trámite a cargo del fiscal Cristian Aguilar, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1, que investiga delitos culposos, y por el momento su carátula es “averiguación de ilícito”.
   “Se recibieron varios testimonios para intentar establecer qué sucedió. El médico de fiscalía va a elaborar un informe completo sobre las lesiones del menor”, confirmó una fuente del Ministerio Público Fiscal bahiense.
   El doctor Aguilar, además, solicitó la realización de una pericia balística y la recopilación de imágenes captadas por cámaras de seguridad privadas, instaladas en inmediaciones de donde se produjeron los disparos.
   En la investigación también tomó intervención personal de Gendarmería Nacional, ya que hay agentes policiales implicados en el caso.
   El joven fue baleado cuando caminaba en compañía de un amigo por la plaza Lejarraga, situada en Pellegrini al 3400, después de salir de la escuela y mientras se dirigía a su domicilio.
   La Policía había llegado hasta ese sector de la ciudad en busca de un auto Volkswagen Up vinculado con el crimen de Juan Ramón “El Mendocino” Romero Miranda, quien fue asesinado el 8 de septiembre cuando se encontró su cadáver en la caja de una camoineta abandonada en una obra en construcción en Pilcaniyén al 800.
   El coche se localizó en un inmueble en Hueque y Rayén, propiedad del abogado bahiense Guillermo Fabián Rossi, quien tiempo atrás fuera condenado a 4 años de cárcel en una causa por transporte de drogas.
   Al detectar el auto, uno de los efectivos bajó del patrullero ocupado por otro policía y el fiscal Jorge Viego, se identificó, “le dio la voz de alto en reiteradas oportunidades” al conductor y le ordenó que “pusiera las manos en alto”.
   No obstante el sospechoso y otros sujetos escaparon en el Up, los investigadores comenzaron a perseguirlos y realizaron “disparos contra el vehículo” para que detuviera la marcha y “en ese contexto” el menor sufrió heridas de arma de fuego.
   Poco después el Volkswagen fue interceptado y se arrestó a Rossi, Juan Manuel Mejuto (37) y Facundo Burriel (25).
   Los primeros dos quedaron detenidos por el asesinato de Romero Miranda, quien en 2015 fue juzgado junto con Juan Ignacio Suris y otros 9 imputados de integrar una banda dedicada a la venta de estupefacientes.
   Pero finalmente la Cámara de Casación anuló el debate que había dirigido el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de esta ciudad y la absolución dispuesta y ordenó un nuevo juicio, que todavía no se realizó.

 

La ayuda siempre es bienvenida

 

Carencias. “Mi hijo necesita una cama cucheta y materiales para terminar de construir su habitación. Soy viuda y estoy desocupada, por eso me ofrezco para trabajar de empleada doméstica o como cuidadora de adultos mayores”, remarcó la madre de 5 hijos, tres de ellos menores.


Atención. El día del hecho un equipo del Sistema Integrado de Emergencias Prehospitalarias compensó al adolescente en el lugar y lo trasladó de urgencia al hospital Penna, desde donde posteriormente recibió el alta médica.


Contacto. Quienes puedan ayudar a la familia, se deben comunicar al 291 422-8922.