Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Le niegan libertad a un hombre que violó a dos niñas durante 11 años

Dardo Enrique Moura recibió una condena a 14 años de prisión. Pretendía la condicional. El fallo es de 2009 pero recién empezó a cumplirlo en 2014, porque estuvo prófugo casi 5 años, bajo otra identidad, en la provincia de Mendoza.

   Sin tener en cuenta los plazos temporales, que tampoco están cumplidos, ni la conducta (ejemplar diez) que tiene dentro de la cárcel, la justicia rechazó la libertad condicional de un hombre condenado por violar reiteradamente a dos niñas a lo largo de 11 años.

   Se trata de Dardo Enrique Moura (56), quien lleva entre rejas 7 de los 14 años de prisión que le impuso el Tribunal en lo Criminal N° 1 de nuestra ciudad por los gravísimos delitos.

   El Juzgado de Ejecución N° 2 había rechazado un pedido del defensor oficial de Moura y, tras presentar un nuevo recurso, ahora la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal (durante la feria) confirmó el fallo.

   La defensa consideraba arbitraria la imposibilidad de que el acusado pudiera recuperar la libertad, ya que, a su criterio, estaban cumplidos los requisitos formales para el beneficio, "contando con excelente conducta (ejemplar diez) y buen concepto".

   También entendía que negar la posibilidad en base exclusiva a cuestiones psicológicas de contenido abstracto también era incorrecto.

   Sin embargo, los camaristas Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri, de la Sala I, rechazaron la apelación y confirmaron que Moura, al menos por ahora, continuará entre rejas.

   Los hechos por los cuales fue sentenciado, y que derivaron en un grave daño a la salud psíquica de las víctimas, se produjeron entre enero de 1995 y 1998, en perjuicio de una de ellas, y entre enero de 1995 y julio de 2006, contra la segunda.

   La justicia lo condenó el 1 de abril de 2009, pero Moura había llegado al juicio en libertad y, como suele suceder en esos casos, el día de la sentencia no se presentó y se profugó.

   Recién casi 5 años después pudo ser detenido en la provincia de Mendoza y desde ese tiempo cumple la sanción.

No vinculantes, pero...

   La Cámara Penal reconoció que los informes criminológicos para otorgar estos beneficios no son vinculantes (pueden apartarse de lo aconsejado), aunque si el juez no los tiene en cuenta debe explicar las razones.

   En este caso no se cuenta con un informe de los peritos que pronostiquen, en forma individualizada y favorable, la reinserción social del condenado y, por el contrario, se dictaminó que ese beneficio sería inconveniente.

   "La decisión no es irrazonable o arbitraria", dijo la Cámara.

   Existen "reservas de orden psicológico" descriptas en el informe del Servicio Penitenciario Bonaerense y que han sido determinantes en el dictamen del Departamento Técnico Criminológico.

   "Se esfuerza por enunciar arrepentimiento, pero en varios pasajes de la entrevista alude a través de rodeos a una adjudicación de los hechos por parte de terceros y constancias en la causa penal que no se ajustarían a la verdad, en perjuicio para él", explicaron.

   Moura aseguró haber llegado a "arrepentirse" luego de "años como lector" y obtener cierta "comprensión lógica y racional de los hechos".

Sin resonancia afectiva

   "Se advierte así un funcionamiento psíquico con claras fallas en el mecanismo de la represión y una escasa integración de los aspectos racionales y afectivos de su personalidad, careciendo de la empatía suficiente para acceder a dicho conocimiento por otra vía que no sea la de conocimiento teórico", explicaron los especialistas que lo entrevistaron.

   Su discurso -agregaron- carece de "resonancias afectivas" y su esfuerzo por generar simpatías y transmitir una buena imagen "denotan el predominio del mecanismo defensivo de intelectualización y la ausencia de genuinos procesos de reflexión y crítica".

   Según los peritos, mantiene latente en su discurso una marcada tendencia a depositar en otros su responsabilidad.

   El Tribunal de Casación provincial ya había marcado, al menos en un caso anterior, que los informes emitidos en este sentido "son sumamente valiosos", por lo que resulta "casi inevitable apartarse de ellos para decidir".

Reanudó su vida con otro nombre

Fuga. Luego de escapar de Bahía, Moura se refugió en Tunuyán, Mendoza, donde estuvo más de 4 años trabajando como publicista, en una radio y como casero.

Identidad falsa. En el Valle del Uco se hacía llamar Enrique Loydi y hasta llegaba documentación falsa. Vivía con su esposa y dos hijos.

Finca. En enero de 2014, cuando lo detuvieron, salía de una finca en una camioneta Volkswagen Amarok que conducía el dueño del establecimiento rural. En principio negó ser Moura, pero después se comprobó que era él.