Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cáncer colorrectal: aún existe reticencia a realizarse los exámenes

Como medida de prevención, los especialistas recomiendan, además de la consulta periódica con el gastroenterólogo, llevar adelante una vida saludable.

En los últimos años se han desarrollado terapias de blanco específico con resultados muy alentadores para los estadios más avanzados.

   “Falta un largo camino por recorrer para lograr que la población tome conciencia de la importancia de realizarse exámenes preventivos de cáncer colorrectal y se acerque a los centros de salud”.

   La afirmación corrió por cuenta de los especialistas del Hospital Udaondo debido a la merma de consultas y de prácticas médicas producida durante la cuarentena obligatoria a causa de la pandemia por Covid-19.

   En Argentina, el cáncer de colon representa la segunda patología oncológica más frecuente, detrás del cáncer de mama. Pero pese a que se sabe que detectado a tiempo tiene una tasa de curación mayor al 90%, todavía es bajo el porcentaje de personas que se realiza los estudios para su detección, como la colonoscopia o el examen de sangre oculta en materia fecal. 

   Según la 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, publicada en 2019, solo el 31,6% de las personas de entre 50 y 75 años afirmó haberse realizado alguna vez un examen de detección de cáncer colorrectal. 

   “Todavía estamos lejos del porcentaje ideal para reducir la incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal y hace falta un trabajo más sostenido para concientizar a la mayor parte de la población sobre la importancia de efectuarse los exámenes preventivos”, afirmó el doctor Ubaldo Gualdrini, médico especialista en cirugía, coloproctología y gastroenterología y miembro del servicio de Coloproctología del Hospital de Gastroenterología Dr. Carlos B. Udaondo. 

   Afortunadamente, este indicador creció con respecto a la encuesta anterior, publicada en el año 2013: en ese entonces, solo 1 de cada 4 personas (24,5%) se había realizado algún test. “Es una buena noticia; indudablemente, mejoró la concientización y aceptación de los exámenes por parte de la población y, en paralelo, por el trabajo del Programa de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal del Instituto Nacional del Cáncer. No obstante, todavía queda mucho por hacer”, destacó la doctora Karina Collia, cirujana proctóloga y miembro del servicio de Coloproctología del Hospital de Gastroenterología Dr. Carlos B. Udaondo. 

   Los especialistas del Udaondo afirmaron que un mayor índice de realización de los estudios preventivos lograría una disminución en la incidencia y mortalidad por cáncer colorrectal y que para ello, el porcentaje de aceptación debería superar el 60-70%. Existe consenso en que para lograrlo debería trabajarse para mejorar la accesibilidad y disponibilidad de los exámenes e incrementar las políticas de difusión y comunicación a la población general.

   Por un lado, se puede sospechar en forma temprana la presencia de cáncer colorrectal a través del examen de sangre oculta en materia fecal, que no es para nada invasivo. Luego, existe la colonoscopía, que sí es un método de diagnóstico, es muy sensible y seguro; requiere una preparación del intestino mediante soluciones laxantes, se realiza con una sedación anestésica, por lo que no genera dolor ni molestias. 

   Ambos son estudios diferentes en cuanto a sensibilidad, especificidad y seguridad. 

   Se utilizan como método de pesquisa de acuerdo con la disponibilidad y accesibilidad y a la recomendación médica en función del cuadro general del paciente. 

   En los casos en los que el test de sangre oculta da positivo (es decir, presencia de sangre en las heces) el paso siguiente será la realización de una colonoscopía complementaria para diagnosticar la causa del sangrado.