Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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¿La cabeza de los bahienses ya se encuentra al borde de un colapso?

Las líneas de atención psicológica tienen un pico de llamados de personas con diferentes problemáticas. La incertidumbre, la confirmación del retroceso de fase y la suba de consultas de personas jóvenes en los últimos tiempos.

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Audionota: Mariano Muñoz
Sergio Prieta / sprieta@lanueva.com

 

   Los casi 200 días de pandemia y medidas de aislamiento que transformaron la realidad de miles y miles de personas en el mundo generaron consecuencias de todo tipo y Bahía Blanca no queda al margen.

   En los 6 meses de cuarentena, más de 2.000 bahienses solicitaron asistencia psicológica a personal del municipio local y el número no para de crecer.

   El dato más llamativo es que, en las últimas semanas, se revirtió una tendencia que venía dándose desde el 20 de marzo.

   Las consultas ya no las hacen adultos mayores, sino que mayoritariamente las realizan jóvenes por temas vinculados al consumo de alcohol, drogas y hasta por una problemática de la que poco se habla: el suicidio.

   El psicólogo Hugo Kern, a cargo del programa de atención que puso en marcha la comuna, respondió a varias preguntas de La Nueva. sobre el impacto del retroceso de fase y la incertidumbre sobre el futuro que generó esta nueva enfermedad.

   También habló sobre el creciente malestar social y de un aumento de conflictos y de violencia en todos los ámbitos.

   —¿Qué cantidad de bahienses necesitan asistencia en este momento?

   —A partir de que se estableció el aislamiento obligatorio tuvimos que readecuar el trabajo. Desde ese momento, y hasta la actualidad, hemos atendidos a 2.082 bahienses, quienes se comunicaron con nosotros para pedir asistencia. Además de esa gente, también se realizó un seguimiento en 462 familias por bimestre. 

   —¿Cuáles son los problemas más comunes?

   —El 60 % de las consultas recibidas son de mujeres de entre 30 y 65 años, encargadas de la educación de los chicos y la salud de su familia.

   “Entre esas consultas se habla de las necesidades del grupo familiar o sobre problemas de género.

   “Al  principio de todo esto, la mayor demanda era de adultos mayores que necesitaban algún tipo de trámite o consultas sobre cómo readecuar la vida cotidiana a estos nuevos tiempos, pero notamos que fue disminuyendo el rango de edad.

   “Actualmente, hay muchos jóvenes que necesitan contención por ansiedad, tristeza y dificultad para sostener sus actividades del día a día.

   “A eso se suman los conflictos familiares con niños y la pareja o cuestiones vinculadas a la convivencia y, también, sobre el consumo de alcohol, drogas y hasta de intentos de suicidio”.

   —¿Cómo impacta en la gente el retroceso de fases?

   —Con cada medida o cambio generado se modifica la psiquis de cualquier persona, porque hay que cambiar la forma en que nos movemos y eso ocasiona problemas de diferentes tipos. Algunos pueden resolverlos sin que se le generen grandes problemas y, en otros casos, la situación de una persona se agrava. Sí se nota claramente una decepción generalizada.

   —Se habla del personal sanitario para responder al crecimiento del número de casos, pero ¿qué pasa con el personal de la salud mental? ¿Es suficiente?

   —Tenemos una orientación a trabajar con la población vulnerable y, en este rango, está también está el personal de salud. Hay mucha demanda de quienes están al frente de esto. En este tiempo hemos reconvertido la función que hacíamos y vamos a seguir haciendo cambios.

   —¿Qué pasa con la cabeza de los bahienses en este contexto? ¿Estamos al borde del colapso?

   —Depende del significado que le queramos dar a la palabra colapso. El problema es que conlleva una incertidumbre y un panorama desalentador. Eso hace que se despierten las frustraciones y muchas situaciones de estrés. Hay que entender que esto va a pasar, tarde o temprano, y hay que tomarlo como un proceso.

   “Veo un agotamiento general; los niveles de tolerancia y agresión van en aumento y hay mayores conflictos en todos los ámbitos. Además, los mensajes contradictorios que recibe la población incrementan el nivel de incertidumbre y Bahía Blanca está sufriendo mucho la situación.

   “Otro punto importante a destacar es que todos los procesos de socialización en niños y niñas se ha modificado y hay que acompañarlos con propuestas originales, en las que estamos trabajando”.

   Para recibir atención del Área de Salud Mental y Adicciones del Municipio, para contención y asesoramiento psicológico, te podés comunicar al 4551159 y 291 4261642.