Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Tito Purretta: “Siempre digo que me voy a morir adentro del taller”

El reconocido preparador de nuestro medio recordó sus comienzos y destacó el buen momento del negocio familiar.

Fotos: Rodrigo García y Archivo- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   Aún en tiempos donde la tecnología parece haber ganado todas las pulseadas, el ingenio humano continúa ocupando un lugar primordial en los distintos ámbitos de la vida.

   Es ello acaso el mayor desafío del motorista y preparador bahiense Alejandro Purretta (59); la motivación que lo sostiene en el tiempo y empuja hacia la constante de la renovación.

   "Hace 30 años me dedico a los autos de carrera. Siempre lo hice por pasión, pero con el correr de los años los objetivos fueron cambiando. Las carreras en sí por ahí terminan siendo hasta algo tedioso, pero la curiosidad sigue intacta como desde los 18 años. Me voy a morir adentro del taller. Siempre digo que no me encontrarán en otro lado que no sea éste", nos cuenta Tito, reconocido y exitoso motorista de nuestro medio.

   Claro que no todo es color de rosas. Nos cuenta Purretta, cuya dinastía continúa de la mano de su hijo Emanuel (36), que la vigencia en la agenda automovilística se encuentra sujeta a una variable impredecible.

   "Objetivos siempre existirán. Pero ahí lamentablemente te encontrás con un gran condicionante que es la situación económica del país. Con esto digo que es difícil sostenerse en el tiempo y en una categoría determinada", expresó Tito, sin contemplar el potencial impacto económico del coronavirus.

   A propósito, en relación al parate obligado, el taller atraviesa una situación particular. En buena hora, la familia Purretta goza de prosperidad laboral.

   "No sé qué pasó, pero el trabajo aumentó. Veo que todo el dinero que no se invirtió en carreras, traslados, combustible, hotelería y demás, al menos en nuestro fuerte que es lo zonal, se aprovecha para mejorar o renovar lo que se tiene", aclaró.

   "A veces me siento mal -agregó--, porque hay gente que está perdiendo el laburo y nosotros acá estamos a ocho manos con Emanuel. No hace mucho escuché a (Juan María) Traverso, y él contaba que en Ramallo pasó algo similar con la actividad zonal; todo lo que no se gasta en competencias se lo echan al auto. Y eso pasa en este caso".

   --Admitamos que nuestro automovilismo es bastante extraño en ese sentido. Tal vez varios resignen algún bienestar personal por pensar en el auto.

   --¡Totalmente! A ver, esto es fácil. Tanto para el piloto o el preparador, si no tenés pasión no se puede hacer. En el caso del piloto, por ejemplo, deberá privarse de muchas cosas para correr. Y esos casos son los que más abundan, más allá de aquellos que disponen de capital. En las categorías zonales, el 50% representa ese ejemplo. Son pilotos de medianos recursos, pero que no escatiman a la hora de gastar.

   --Pero el impacto de la crisis se sentirá...

   --No tengo dudas. En mayor o menor medida, hará mucho daño porque se pierde el hilo de todo. Depende mucho desde qué perspectiva se vea, como lo decía antes. En nuestra provincia estamos muy preocupados por la cantidad de casos, pero tenemos clientes que viven en ciudades que no conocen el coronavirus.

   "Después ves categorías chiquitas que están colgando de un hilo. No sé cuántos de esos pilotos de nuestras zonales, que hacen todo a pulmón, podrán sobrevivir a esto. Imaginate que ya antes de la pandemia la situación del automovilismo zonal era complicada", aseveró.

   La inagotable demanda de potencia a Tito y Emanuel Purretta abarca variadas marcas y categorías.

   "Tenemos un popurrí. Trabajamos mucho para divisionales del sur, de otras federaciones, pero también en el Midget y nuestras Zonales. El año comenzó con un cliente de Río Gallegos que ganó en una categoría de Fiat 1300. A su vez, Emmanuel tenía listos dos motores alquilados para una divisional de tracción delantera, más los tres VW Gol de la monomarca del sur", aseguró.

   "Y a eso sumarle los motores de Midget. Casualmente, estamos desarrollando en el banco el motor de Leonel Ramos y terminando el de Lucas De Acharán. Y hace 15 días, (Carlos) Fornerón se llevó un motor nuevo", detalló.

"La que más quiero"

   Parte de la buena fama lograda por Alejandro Purretta se consumó en el Midget, pero no fue allí donde se ganó un nombre y empezó a construir su camino en el automovlismo.

   "Empecé trabajado junto a Néstor Percaz en el Turismo Nacional. De hecho ganamos varias veces juntos. Si me preguntás, me quedo con esa época de las carreras de ruta. No teníamos banco de pruebas, ni nada. Hoy sería algo imposible de pensar siquiera", confesó.

   "Pero también debo decir que me crié con el Midget. Estoy por cumplir 60 años, y a los 10 ya estaba dando vueltas alrededor del auto de Armando Perugini, el cual preparaba mi padre. A los 17 años iba a empujar su auto en la pista de Villa Mitre", recordó.

   --Siempre vemos en pista a Emanuel, pero no a vos. ¿Te desligaste de la categoría?

   --No es que me haya desligado, pero prefiero estar en la tribuna y evitar conflictos. Pero siempre haré algún trabajo y estaré pendiente. Ninguna otra divisional tiene un reglamento libre que te permita volar tanto con la imaginación como el Midget. Allí no hay la estandarización del zonal, depende del bolsillo del dueño el límite.

   "Tampoco puedo negar la popularidad que tiene. Probablemente sea la categoría que más quiero, y a su vez la más difícil", manifestó Tito, campeón en el Midget junto a Daniel Altamirano y Claudio Roth.

   A propósito, en aquella consagración del Ruso en el Estival 2005/06, sus motores arrasaron con el podio del campeonato. Además de Roth, el título también lo dirimieron el Potro Altamirano y Marcelo Weimann. ¡Qué halago!

   Para finalizar, Purretta nos deja una sabia reflexión sobre su largo y fructífero camino en el automovilismo, donde cosechó un total de 39 títulos como proveedor de motores.

   "La clave fue siempre el trabajo en equipo y nunca creer que alguno era más importante que el otro. Cuando se logra el éxito es porque todo funciona como una caja de cambios: entrando todas las marchas", cerró.