Bahía Blanca | Miércoles, 17 de abril

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Un músico bahiense le cantó una serenata a su abuela y el video recorrió el país

Germán Mondín fue con su guitarra frente al geriátrico donde está alojada Lidy. Hace 9 años, el artista sufrió un grave accidente en el barrio Anchorena. Luego de 12 cirugías, en Rosario le reconstruyeron la pierna y, para él, la música le reconstruyó la vida.

Germán y su abuela, antes de la pandemia.

Por Claudio Rodríguez Kiser / crodriguez@lanueva.com

   Las vueltas de la vida. Los golpes de la vida.

   A los 16 años, cuando deseaba reemplazar a Pablo Molgatini en el arco de Villa Mitre, Germán Mondín decidió apostar todo por la música.

   Un grave accidente, ocurrido en mayo de 2009, marcó un antes y después en su “nueva” vida, ya que además de estar cerca de perderla, debió pasar por innumerables situaciones dolorosas que llegaron hasta la posiblidad de amputarle una de sus piernas.

   Días atrás, Germán volvió a ser noticia, aunque esta vez no por un triste episodio, sino por permitirle a su abuela Elidia “Lidy” Luque, de 85 años y que sufre de Alzheimer, disfrutar nuevamente de su música, tras más de 100 días de cuarentena.

   El video del nieto guitarreando y la “nona” aplaudiendo recorrió el país y nos enseñó que hay diversas maneras de estar con aquellos que más están sufriendo esta pandemia.

   Germán le contó a La Nueva. cómo surgió la idea de la "serenata" --como la denominaron los medios nacionales-- y recordó su lucha para no perder su pierna.

   “Mi mamá hizo una videollamada con mi abuela y casi que no la reconoció, aunque en los pocos momentos de lucidez, se ponía triste porque no la visitábamos y no entendía lo que estaba pasando. Ese día le dijo que venía ‘ojitos lindos caminando’, por lo que la llamé para ver si le hacía mejor”, abrió el relato.

  Germán, quien también trabaja en el Hogar Belén donde está su abuela, decidió llamar a la dueña del geriátrico, para cantarle en la vereda, con la prudente distancia necesaria y un nailon en la puerta.

   “El Hogar tiene un pasillo largo, por lo que mi abuela estaba sentada a unos 6 metros y me puse en el cantero a cantarle con la guitarra. Mi objetivo era 'levantar´ a la abuela, porque yo iba todos los sábados y ahí ella y todos los demás abuelos pasaban momentos muy hermosos. De hecho, mi abuela casi no habla, por la diabetes, y con la música ella se conecta”, señaló.

   Y detalló: “Como era fecha patria, decidí cantar Luna Tucumana, Humahuaqueño, que es cuando ellos hacen siempre cotillón en los talleres, Cielito Lindo, que le gusta muchísimo a ella, y, por último, Sin Azúcar, que es un tema que le compuse a mi abuela en esta cuarentena. Cuando me vio me dijo hola y al momento de cantar se emocionó”.

   Aprovechando que no puede estar con su banda, Germán utilizó el tiempo para componer canciones, entre las que está Sin Azúcar.

   “Siempre tuve complicidad con mi abuela. De hecho, creo que en un momento ella se quebró y cuando me pasaba a mí aparecía la voz de ella. Hubo una muy linda conexión. Si bien ella trabajó siempre como peluquera en Villa Libre, siempre le gustó la música y aprendió piano. Ya grande se pudo comprar un órgano que a los años me lo terminó regalando”, expresó.

   “Para mí fue un momento muy emotivo, porque hacía más de 100 días que no la veía, aunque no dejaba de ser lo que hacía todos los sábados con ella y los demás abuelos. El mensaje que me gustaría dejar es que los nietos no rompamos con esa cadena de poder pasar momentos con nuestros abuelos. Por más que ellos estén con otras 20 personas, sentimentalmente están esperando que vayamos a visitarlos”, añadió.

   Comentó que “la dueña del Hogar cuando salí me dijo que mi abuela se había puesto muy feliz. Creo que ella lo vivió aún con mayor alegría que yo”.

   Al mismo tiempo, dio su opinión sobre los brotes de contagios ocurridos en otros geriátricos de la ciudad.

   “Los Hogares donde trabajo cerraron las puertas el mismo día que cancelaron las clases. Sinceramente me da mucho miedo toda esta situación. Con mi señora trabajamos en casa y somos 'devoto' de la cuarentena porque hay gente que se está muriendo y los abuelos son los que más lo sufren. Por eso, repito lo que dijo un médico: ‘la mejor vacuna es la conciencia humana’”, dijo.

   Sobre la repercusión nacional que tuvo el video, Germán dijo que “no me lo esperaba porque no era mi intención y, además, porque cuando la gente comenzó a frenar y a filmarme con sus celulares me dio cosa que me dijeran algo en las escuelas donde trabajo”.

   A Germán lo entrevistó, entre otros, Maju Lozano en Canal 9 de Buenos Aires y luego llegaron llamados desde Corrientes, Jujuy, Santa Fe, Pinamar y otras ciudades del país.

   “A los 16 años estaba jugando en la Cuarta de Villa Mitre al fútbol y me gustaba muchísimo el deporte, pero agarré la guitarra y empecé a componer. Hace 20 años que me dedico a esto, aunque nunca me imaginé que por cantarle a la abuela iban a empezar a conocer mi música. Logré pasar las 1.100 reproducciones de mis canciones, cuando antes no pasaba las 100”, explicó.

   “Mi producto es para todas las edades, porque es pop y se puede escuchar en cualquier momento del día. La música hoy me permite trabajar en dos escuelas, un jardín y en los tres geriátricos, donde por el momento están suspendidos los talleres”, añadió.

“Gracias a la música pude volver a trabajar”

   El 24 de mayo de 2009, Germán se dirigía en su motocicleta a trabajar, cuando un automóvil lo embistió en la intersección de Bermúdez y Láinez, en el barrio Anchorena. Fue un episodio que le cambió para siempre su vida.

   “Pude volver a nacer, gracias a la ayuda de mi familia, mi señora, mis amigos y del gran médico que conocí en Rosario, el doctor Jorge Bichara, quien realmente me salvó la pierna, cuando me la estaban por amputar”, relató.

    Estuvo durante 4 años caminando con muletas, situación por la cual compuso el disco “Amuletas”, el cual “deja un mensaje de resiliencia, de no quedarse en la cama, sino de tratar de pelearla. Incluso, compuse una canción cuando iba en la ambulancia camino a Rosario”.

   Germán ingresó 12 veces al quirófano para intentar reconstruir su pierna. Por el accidente sufrió una fractura en la base del cráneo --el fuerte golpe contra el cordón cuneta rajó el casco-- y una fractura expuesta de tibia y peroné.

   “Estuve siete días internado en Terapia Intensiva y cuatro en Terapia Intermedia, aunque luego me mandaron al Hospital Plaza de Rosario, donde el día 35 de internación me dieron el alta para regresar a Bahía”, recordó.

   “El año pasado se me refracturó lo que me había quedado mal y tuve que volver al quirófano, pero ahora quedé muy bien, ya no rengueo y no me duele. Es increíble. Fue muy difícil, porque cuando la iban a amputar, por una infección adentro, el médico me la reconstruyó y con una llave tipo allen me iba estirando el hueso hasta que lograba longitud. Lo que hicieron el año pasado fue sacarme un pedazo de cadera, ponerlo en el pie y quedó muy bien. Bichara se metió con mi pierna como si fuera el hijo, quedó una relación excelente con él y todo su equipo”, contó.

   Germán, en pareja con Nair, y padre de cuatro nenas (Maia, Zhoe, Lupe y Ambar), trabajó por entonces como director de coros de jubilados y dando música en escuelas especiales, donde “podía hacer trabajos sentados sin exponer la pierna”.

   “Cuando terminé el tratamiento allá por 2013, ya no pude trabajar de ferretero como lo hacía antes del accidente, ya que no podía levantar una bolsa de cemento. Por eso es que gracias a la música pude volver a trabajar”, cerró.

Recital virtual

   El próximo 14 de agosto, Germán Mondín brindará un concierto a través del Teatro Virtual. Será a partir de las 21 y quienes adquieran un ticket tendrán dos semanas para poder escucharlo.

   Para obtener el ticket deberá dirigirse a www.bahiavirtual.com.

   En tanto, a Germán pueden encontrarlo en Spotify en https://open.spotify.com/artist/40cO9QAefzfYv9zW2weC0X