Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Home Office, comunicación creativa y responsable y otros desafíos en y post pandemia

Por Néstor Carrizo.

Néstor Carrizo.

El home office apretó el acelerador

Algo que se venía gestando gradualmente en nuestra actividad como en otras, se concretó en cuestión de horas. El hecho que los empleados dejaran las oficinas para trabajar desde sus casas nos obligó a que, en cualquier organización, no importa su tamaño, debiéramos realizar un curso intensivo para aprender a gestionar a distancia.

Fue un momento de bastante desconcierto, temores e incertidumbres acerca de cómo implementarlo, liderarlo y como funcionaría.

De un día para el otro, pantalla por medio, tuvimos que convertirnos en referentes virtuales y gestionar simultáneamente la frustración, la motivación y la capacidad de adaptación de los equipos de trabajo, tratando de hacerlo con la mayor inteligencia emocional posible, y fomentando la comunicación y la colaboración.

También hubo que poner mayor confianza en los integrantes del equipo, en lugar de intentar tener un control cerrado de la situación.

Para nuestro equipo, intentamos establecer objetivos claros para cada uno en cada semana, rutinas de reuniones y en lo posible fortificar los vínculos haciendo que a los encuentros virtuales de trabajo se sumen otros más informales para reconocernos lo que estamos haciendo bien, mover la dinámica de grupo y reafirmar el sentido de pertenencia a esa empresa que dejo de ser “física” para pasar a ser virtual o de red.

A hoy, la experiencia ha sido muy interesante y ciertamente exitosa. Muchos de los colaboradores, en especial los más jóvenes, se sienten cómodos en esta modalidad y por lo tanto trabajan más eficientemente que cuando estaban tantas horas en una oficina, por más bonita o cómoda que sea. Hay una valoración por beneficios tangibles e intangibles que proporciona el home office, como por ejemplo evitar el traslado hacia la oficina, ahorrar  tiempo, que se recupera para sus actividades personales y también gastos, o menor estrés por el tráfico vehicular y la exigencia de llegar a horario, y que se puede lograr un mejor balance entre el trabajo y la vida personal, entre otras cosas.

El momento actual de la comunicación en pandemia

Reubicar los conceptos que generalmente, en la etapa pre pandemia, se expresaban sin ningún tipo de problema es una obligación. Muchas marcas y organizaciones han sido muy buenas en sus mensajes publicitarios, se han mostrado solidarias, pero pareciera ser en varios casos solo una expresión, cuando el ciudadano o consumidor investiga un poco encuentra que, luego, en la realidad, no han estado tan a la altura del difícil contexto actual.

Al navegar en un mar desconocido, los especialistas en comunicación y publicidad, tenemos que colaborar para guiar el proceso. Una marca está obligada a hacer más que decir, abandonar el storytelling y abordar el storydoing, comunicar a través de los hechos con mensajes oportunos y no ser oportunistas que claramente no es lo mismo. Comunicar con propósito, de manera cuidadosa, sensible y con mucha empatía.

Para las empresas es importante entender que, en la era de la sobre información y las redes sociales, donde todo se sabe o se cree saber, comunicación, acciones y modelo de negocios deben estar alineados, no se le puede intentar disfrazar nada al consumidor y a la comunidad porque al final, la verdad o lo que se intente ocultar, siempre sale a la luz.

Es cierto que cada vez es más complejo determinar qué es verdad y qué no, el torbellino de “verdades” en las redes sociales se convierte, para las personas, en un huracán de confusión. Creo entonces que adquiere importancia el rol de los medios de comunicación porque deben ser decodificadores de todo lo que circula en las redes, para ayudarnos a encontrar la veracidad o no de los hechos.

Algo bueno es que, si las marcas tienen la decisión y los recursos disponibles, hay una gran oportunidad porque hoy la publicidad se torna más accesible, los medios están más propensos a co crear contenidos, y hay más atención ya que la gente tiene más tiempo libre y mayor exposición a los medios. 

Y el gran desafío viene en la post pandemia, ya que a la comunicación y la publicidad deberán encontrar cuáles serán las nuevas historias y relatos que impulsen a los consumidores a desear y animarse a concretar ese deseo.

El rol de la creatividad.

Un colega y docente rosarino, el Lic. Osvaldo Palena, definió a la creatividad como la acción de crear intencionalmente algo valioso para el consumidor o la sociedad. Adhiero totalmente a esta definición.

En lo referido a los profesionales en comunicación estratégica es sentarse junto a la empresa, medios y equipos especialistas para co-crear productos valiosos y soluciones reales. 

Creo que el valor que toma la creatividad está relacionado directamente con la entidad y magnitud del problema que se ambiciona resolver creativamente. Ese valor puede hacer la diferencia y definir cuan creativa es una marca u organización e impactar directamente en su imagen y credibilidad.

Aventurarse a imaginar la post pandemia

Por mi origen publicitario, me gusta imaginar. En anteriores crisis, 2001, 2008, 2009, todos queríamos que una vez terminada, el país y/o el mundo cambie. Tal vez podríamos estar en presencia de la primera crisis donde queremos que el país y el mundo quede igual que como estaba en febrero, pero ahora, los que queremos cambiar somos nosotros.

Y para eso debemos incorporar conceptos como sustentabilidad, integración, economía circular, negocios inclusivos y generación de valor compartido que vienen ganando cada vez más relevancia en el sector privado. También la resiliencia es un valor esencial para cualquier empresario o emprendedor, ya que nuevamente se ha puesto a prueba nuestra capacidad de adaptación a la adversidad.

Las personas, organizaciones privadas y el estado deben abordar la Responsabilidad Social como algo ineludible. En el privado pensando en incorporar la RSE al plan estratégico de negocios, necesitamos una economía más inclusiva ( es mi percepción pero los economistas también están hablando de lo mismo ) y esto pasa a ser una cuestión estratégica, porque nos enfrentamos a un país que a la salida de esta pandemia tendrá probablemente un 50% o algo más de su población bajo el límite de pobreza.

Hay muchos problemas por resolver. Hoy se valora cada vez más la capacidad de los profesionales que están en comunicación de poder generar estratégicamente, no sólo una idea, sino soluciones, y la creatividad, que es patrimonio de todos, debe estar enfocada en brindar soluciones y acompañar un proceso necesario, para que estos conceptos de sustentabilidad e inclusión se instalen fuertemente e impacten en una mejora a futuro de la calidad de vida de toda la sociedad.

Néstor Carrizo es un profesional independiente en las áreas de Comunicación Estratégica, Construcción de marcas y Responsabilidad Social. Dirige el estudio PROYECCION desde hace 25 años, creando, desarrollando y gestionando proyectos y programas para organizaciones del sector privado.