Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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La suarense repatriada desde Francia reclamará por el pasaje a la aerolínea

Juliana Fernández Belloni logró volver al país, luego de trabajar como niñera en un intercambio. Intentará terminar su carrera universitaria en Relaciones Internacionales. Desde la empresa Iberia le darían un voucher a cambio del valor del aéreo. 

Juliana Fernández Belloni está en San Miguel haciendo la cuarentena.

"Estoy peleando con la aerolínea Iberia para que me devuelvan la plata del vuelo que tenía comprado o para ver que solución me dan. Por ahora mencionaron un voucher", contó Juliana Fernández Belloni, quien desde agosto del año pasado estaba en Francia, en la ciudad de Estrasburgo, donde quedó varada por la pandemia.

   Tiene 25 años, es de Coronel Suárez y había viajado para trabajar como niñera en el marco de un programa de intercambio cultural.

   Tenía pensado regresar a Argentina en febrero y sacó pasajes para tomar un vuelo desde España porque ya todo empezaba a complicarse fruto de la expansión de los casos de COVID-19.

   Sin embargo, luego no pudo realizar ese vuelo porque el presidente decretó el cierre de las fronteras argentinas, salvo para vuelos especialmente programados para repatriados.

 

   Por ello, Juliana, es una más de quienes quedaron en la "zona gris", ya que tuvo que afrontar el gasto de dos pasajes de ida y vuelta, uno de los cuales nunca pudo tomar y otro por el que tuvo que endeudar a su familia.

    Juliana es hija única, está en pareja y estaba viviendo en capital federal antes de viajar a Europa. 

   "Cuando me fui a trabajar como Au Pair, ya sabía que iba a volver a Argentina ni bien terminara mí trabajo en Francia porque estaba terminando mí carrera universitaria. Me queda defender la tesis asi que estaba y estoy enfocada en eso. Estudié Relaciones internacionales en Tandil", comentó.

   En Francia trabajaba a cambio de un salario mínimo, techo y comida. Cuidaba a los niños de la familia con la cual vivía y tenía una visa específica para este tipo de trabajos hasta agosto de este año.

   Su caso se convirtió en noticia cuando empezó a tener problemas para conseguir un vuelo de repatriación siendo que estaba a punto de quedarse en la calle.

    “Fue una pesadilla. Mi trabajo se terminaba en julio, mi visa se vencía en agosto. ¿Qué hago? No había llegado a ningún arreglo con la familia que estaba trabajando. Podía quedarme sin visa, sin dinero, sin trabajo y hasta sin vivienda.”, contó.

   Le llegaron a pedir hasta 4 mil euros por un vuelo. Su familia comenzó a averiguar para sacar un préstamo en el banco.

   "Ahora estoy haciendo la cuarentena en San Miguel porque a coronel Suárez no pude ingresar por temas de domicilio.Cuando llegamos a Argentina, en el aeropuerto no hubo demasiado control y no llevaron a nadie a ningún hotel", contó.

  "Nos dividieron en 3 grupos: CABA, provincia de Buenos Aires y resto del pais. Los dos primeros nos podíamos ir en taxi a nuestras casas o nos podían buscar; el resto debía esperar al transporte que ponía el gobierno", dijo.

   Aseguró que el proceso de vuelos y organización fue caótico y muy estresante, que lo sintió hasta en el cuerpo, aunque día a día se va recuperando.