Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La foto en la foto

Si hoy le preguntaran al kirchnerismo a quién quisieran de opositor, no habría duda alguna: a Mauricio Macri.

Una de las expectativas y casi condición del expresidente Mauricio Macri era generar en su mandato un liderazgo no mesiánico.
Su idea fue crear un espacio que no necesite de los Perón, las Evita, los Néstor, Alfonsines o Cristinas.
No solo no lo pudo lograr, sino que al Pro lo está debilitando la propia imagen del expresidente.
Ese cuadro, siquiera escondido en la foto  publicada por el exmandatario, esconde secretos.
Es la foto de la foto.
Tirado, como vencido, mal escondido, opaco y sin ánimos de colgarse es casi el sinónimo de su debilidad. Un retrato escondido de una realidad kafkiana: transformarse en lo que quería terminar.
Si hoy le preguntaran al kirchnerismo a quién quisieran de opositor no habría duda alguna: Mauricio Macri.
Sin embargo, como en todo camino sinuoso y oscuro, hay momentos de mayor luminosidad. Cambiemos logrará reponerse. Avanzará sobre el Pro logrando la única condición que Macri quiso y no pudo imponer. No ser mesiánico.
De hecho su gabinete aún genera escalofríos. Preparado para presentar al mejor equipo de los últimos cincuenta años, nombres como el de Dietrich fomentan pesadillas en muchos actores locales y regionales.
Estas elecciones que perdieron podrían haberse titulado como la derrota de Vidal y el fracaso de Macri, que aunque en números finales pareciera darse vuelta, marcan la urgente necesidad de cambiar el enfoque personal.
Mauricio, su presencia debilita al Pro y sus esquirlas llegan a Cambiemos. Nótese, hay algo que no está haciendo bien.