Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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“La cadena del trigo debiera encolumnarse para apoyar al HB4”

Para Guillermo Irastorza, productor y dirigente ruralista de Coronel Dorrego, la aprobación del evento tecnológico es “una solución para el hambre en el mundo”. La repercusión en el SOB.

Irastorza dijo que existen tierras que, ahora, podrían sumarse a la producción. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva y Archivo LN.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   La aprobación comercial del evento trigo HB4 (transgénico) para multiplicación, producción y comercialización en todo el país —por parte del ministerio de Agricultura de la Nación— ha provocado diversidad de opiniones, con una fuerte (o)posición de las mayorías de las entidades concentradas en la cadena del cultivo icónico del sudoeste bonaerense.

   Guillermo Irastorza, productor triguero y dirigente rural de Coronel Dorrego, aporta una visión diferente.

   “Lo que tendría que hacer la cadena comercial argentina, en lugar de poner voces en contra, ya que el ministerio de Agricultura lo aprobó con el respaldo del Senasa y de la Conabia, es salir al mundo y decir: ‘Señores, este trigo es una solución para el hambre en el mundo. Tratemos de impulsarlo”.

   Irastorza aseguró que, en realidad, “todos debiéramos salir a defender al trigo HB4. Nos tenemos que encolumnar detrás de esta modificación genética, ya que después las calidades del resto de los trigos van a seguir siendo respetadas”.

   Desde la cadena, la última semana tomaron el caso como un “deber económico y social salir a defender al trigo frente a riesgos comerciales que puedan ocasionarse”.

   Añadieron que el mercado argentino no tiene experiencia en consumir trigo transgénico y que, además, ya existen pedidos de parte de empresas alimenticias nacionales e internacionales, que operan en la Argentina, de comprar únicamente harina o trigo no transgénico. 

   “La aprobación que hizo el Gobierno sobre el HB4 está sujeta, justamente, a que las cadenas comerciales del mundo, como las de Europa, Egipto, China o Brasil, digan que sí. De otro modo no se hará; está claro. Soy conciente de esto”, comentó.

   “La cadena dice, y está bien, que uno no puede salir a vender algo que aún no está aprobado en el mundo”, añadió.

   Irastorza sostuvo que, desde el punto de vista de la producción, la presentación que realizó la firma Bioceres desde la Argentina es formidable.

   “Este evento abre nuevas puertas a tierras que, hoy, están muy complicadas para la producción, tales como en los partidos de Villarino, de Patagones y el sudeste de Puan”, dijo.

   “Se trata de un trigo que, en zonas buenas, dará entre un 5 y un 15 % más, pero en nuestra región sería una cifra más importante aún”, comentó.

“Para alguien que cosecha 1.000 kilos, pasar a los 1.200 es una noticia excelente”, aseguró.

   “Es ideal para nuestra zona del sudoeste bonaerense y parte de La Pampa, así como para el norte del país, donde hay regiones que hacen trigo sólo para que no quede descubierto el suelo. Cosechan 800 kilos (por hectárea) y en el verano, cuando llueve más, recién hacen mejores cultivos de gruesa”, dijo.

   “En esa zona la variabilidad sería excelente”, agregó Irastorza, en diálogo con La Nueva.

   “Ni hablar de los desiertos”, sostuvo.

   “Si hay que trabajar para combatir el hambre en el mundo, esta es una forma de hacerlo”, dijo.

   “La idea es aumentar la oferta de granos, ya que de ese modo será más accesible para todos. Por eso, cuando se presenta una alternativa científico-genética como el HB4, no está bueno ir en contra de la ciencia”, indicó.

   El productor también señaló que la modificación que se le introduce al trigo posibilita la utilización de otros tipos de herbicidas, como el Glufosinato, que no puede ser usar para un trigo convencional.

   También se refirió, más en detalle, al punto de vista comercial.

“Me llama la atención que se oponga gran parte de la cadena, que no hace sino pagar por trigo forrajero al que producimos”, dijo Irastorza.

   “Dicen que el trigo HB4 va a influir en la cadena comercial, pero lo cierto es que están reconociendo un trigo forrajero para animales y los exportadores se hacen los distraídos con el estándar comercial, ya que no pagan el grado 1”, explicó.

   “No hay ningún exportador que segregue (NdR: separar el producto de acuerdo con diferentes variedades) el trigo. Todos lo mezclan. Por eso me extraña que, ahora, la cadena comercial se ocupe del tema”, insistió.

   Irastorza también le apuntó a otro sector estratégico.

   “Los molinos tampoco pagan por la calidad”, comentó.

   “Por ejemplo, me preguntan qué va a pasar con el trigo para la elaboración de fideos, cuando se trata de un producto que no se hace con el trigo pan”, afirmó.

La posición de Brasil

   Luego de la aprobación —de la Argentina— del evento de comercialización y consumo del trigo transgénico HB4, desde Abitrigo, la industria molinera que defiende los intereses del sector y el fortalecimiento de la cadena productiva del vecino país, salieron al cruce y fijaron posición.

   “Abitrigo está en contra del uso de esta fuente alternativa de generación de alimentos”, señaló Rubens Barbosa, quien es el presidente ejecutivo de la institución.

   La tecnología de Bioceres, desarrollada junto al Conicet, atravesó las pruebas de inocuidad ambiental y sanitaria y la única condición para pasar a la fase de comercialización es la aprobación por parte de Brasil.

   El 85 % de la exportación de nuestro país se destina a ese país.

   Desde Abitrigo admitieron que el trigo argentino representa la mayor fuente de suministro, con alrededor del 60 %, que se complementa con trigo local (30 %) y otras fuentes (10 %).

Rubens Barbosa, quien es el presidente ejecutivo de Abitrigo.

   También señalaron que, en una encuesta interna realizada desde la entidad a los molineros, el 85 % no estaba a favor de utilizar trigo transgénico y el 90 % dijo estar dispuesto a detener sus compras de trigo argentino, en caso de que comenzara la producción comercial en ese país y exportara al país.

   “Las opiniones emitidas en eventos regulatorios, juicios, declaraciones de consumidores y agencias de protección al consumidor permiten inferir que el mercado brasileño es reactivo y preocupado por la adopción de alimentos transgénicos”, sostuvo.

   Asimismo, se señaló que, a medida que se autorice la comercialización a través de Brasil, se agregarán importantes costos de control al proceso de importación, lo que tendrá consecuencias en los precios al consumidor.

   “No hemos identificado ningún movimiento en la demanda de los consumidores brasileños por soluciones transgénicas; por el contrario, existen manifestaciones publicadas por asociaciones de consumidores con restricciones al uso de esos productos”, explicó Barbosa.

Ver / Trigo HB4: ¿Por qué la cadena dice que conlleva un “riesgo económico extraordinario”?

   Recordó que, desde hace aproximadamente 30 años, el tema ha sido objeto de análisis por parte de la comunidad científica internacional, gobiernos y consumidores de países que cuentan con fuentes alimentarias esenciales en el trigo, como Canadá, Estados Unidos, Australia y la Comunidad Europea, donde el consumo per cápita supera dos veces al brasileño.

   “Estos análisis han determinado, hasta el momento, la no aprobación del uso de trigo transgénico porque no se han identificado beneficios evidentes para las personas, siendo el objeto exclusivo de buscar incrementar la productividad del campo. El tema está presente en el entorno de investigación sometido a estrictos parámetros de control”, explicó.

   También que el informe de la FAO sobre trigo transgénico registra sólo dos variedades aprobadas en el mundo: una en los Estados Unidos, de 2004, lo que generó grandes repercusiones negativas a nivel mundial y la interrupción de su producción y comercialización y la otra variedad aprobada ahora en Argentina, aún sin comercialización.

   “En contacto con entidades representativas de la cadena triguera en Argentina, como la Federación Argentina de la Industria Molinera; las Cámaras de Arbitraje Argentinas y la Asociación Argentina de Exportadores fuimos informados de la posición contra la producción y comercialización de productos transgénicos, expresada públicamente a las autoridades de ese país”, comentó.

   Barbosa aseguró que Abitrigo siempre ha apoyado el avance de la investigación científica del trigo en Brasil y que prioriza la seguridad alimentaria en sus desarrollos, siempre en línea con las demandas de los consumidores y sin descuidar los factores de productividad necesarios en el campo.

   Asimismo, que este proceso, liderado por Embrapa e investigación privada, ha promovido grandes avances en la calidad y productividad del trigo, sin necesidad de utilizar tecnología de modificación genética.

   “Por estos motivos, Abitrigo se opondrá a la comercialización tanto de harina transgénica como de trigo en el transcurso de la audiencia pública convocada por Comité Técnico Nacional de Bioseguridad (CTNBIO), vinculado al ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones de Brasil, a solicitud de una empresa argentina productora de trigo transgénico”, dijo.

   En la misma línea, la Asociación solicitará a las entidades gubernamentales brasileñas que no autoricen la comercialización de estos productos en Brasil.

Lionel Messi y la genética

   “(Lionel) Messi juega como juega gracias a los beneficios de la genética. La hormona de crecimiento que consume hoy se extrajo de una vaca modificada. También existe modificación genética en cerdos para generar la insulina”, relató Guillermo Irastorza.

   “Cuento esto para crear conciencia respecto de quienes tienen miedo de consumir alimentos transgénicos”, sostuvo.

   “Hay que saber que, hoy, todo el día estamos consumiendo genes. En este caso serán genes de trigo, con algunos de girasol, que ya lo estamos haciendo”, manifestó.

   “Acá se está hablando de alimentos y no de extinguir la raza humana”, aclaró.

Lionel Messi, en 1999, cuando tenía entre 11 y 12 años y aún estaba en Ñuls. / Foto: Prensa NOB

   A los 13 años y con 1m46 de altura, Messi debió comenzar con una terapia con la hormona de crecimiento humano (HCH). El costo era de 1.300 dólares por mes.

   Newell's no pudo asumir ese tratamiento; River tampoco. Y en plena crisis de 2001 Messi se marchó a Barcelona.

   La HCH se produce naturalmente en la hipófisis humana. Favorece el crecimiento de los niños al estimular la formación de cartílago y proteínas, y retener calcio. Messi —de acuerdo con una publicación de lavoz.com.ar— tenía una falla parcial en la producción de esta sustancia.

   Al igual que la insulina, la HCH es una hormona conocida desde mediados del siglo 20. Décadas atrás, los problemas de insulina se podían resolver extrayendo y purificando esta hormona de cerdos y de vacas.

   La biotecnología ya ha permitido el desarrollo de varios medicamentos. Además de la HCH, también están la insulina (para tratar la diabetes), la eritropoyetina humana recombinante (anemia) y diferentes interferones para esclerosis múltiple, hepatitis B y otras enfermedades.