Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Por qué las mujeres son más propensas a morir por problemas del corazón

Especialistas bahienses alertan sobre la escasa importancia que se le dan a los chequeos cardiovasculares. Y recordaron que las enfermedades cardíacas se convirtieron en la principal causa de muerte entre las mujeres.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Un par de décadas atrás, cuando una mujer llegaba a algún centro de atención médica con molestias en el pecho era tratada como una persona angustiada, cuyo dolor era, casi con certeza, psicosomático. 

Eran épocas en que la enfermedades coronarias se consideraban patrimonio, sobre todo, de los varones.

Sin embargo, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en mujeres, a tal punto que 1 de cada 3 muere cada año por este tipo de afección.

Incluso, causan más fallecimientos de mujeres que todas las formas de cáncer combinadas y, aun así, solo el 44% reconocen que la enfermedad cardiovascular es su mayor amenaza para la salud.

Las últimas cifras oficiales difundidas muestran que en 2020 murieron más mujeres (48.136) que hombres (48.123) por enfermedades circulatorias; en el mismo período, fallecieron 30.101 mujeres por tumores malignos, de las cuales 5.594 padecieron un cáncer de mama.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, la ECV en la mujer aún se encuentra subestudiada, subdiagnosticada y subtratada. 

“Tanto el personal de salud como la población tienden a subestimar el riesgo cardiovascular en la mujer. La evidencia internacional y nacional demuestra que el esfuerzo diagnóstico y terapéutico es menor en las mujeres”, indicaron desde la cartera sanitaria.

Las cardiólogas bahienses Nadia Budassi (jefa de la unidad coronaria del hospital Interzonal Penna) y María Romera (miembro del Area Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología reconocieron esta problemática y aseguraron que las mujeres suelen priorizar los controles ginecológicos y aquellos destinados a prevenir el cáncer de mama mientras postergan el cuidado del corazón.

“La salud cardiovascular de la mujer es mucho más compleja de ver y tener en cuenta. Hay una gran diferencia entre percepción y realidad, tanto en la comunidad médica como en la población general. Se cree erróneamente que las mujeres morimos de cáncer “bikini” (mama y útero), cuando la causa más frecuente de mortalidad es la enfermedad cardiovascular”, manifestó Budassi, especialista también en Terapia Intensiva y Emergentología.

“La ECV es la primera causa de muerte en todo el mundo, tanto en hombres como en mujeres. Cuesta mas visibilizar este dato tan importante en mujeres ya que existe una creencia generalizada que los infartos afectan solamente a los hombres. A esto le sumamos que las mujeres creemos como primera causa de enfermedad y muerte a los tumores ginecológicos, principalmente el cáncer de mama y el de cuello uterino. Estas patologías ginecológicas son muy relevantes en la salud de la mujer y merecen su control, pero la enfermedad cardiovascular es mucho mas frecuente”, añadió Romera.

Romera sumó un dato interesante: una encuesta telefónica a 600 mujeres realizada por el Area Corazon y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiologia mostró que 53,8% de las encuestadas consideraba la causa oncológica y, en especial en cáncer de mama, como la primera causa de muerte en la mujer. 

“La mortalidad cardiovascular solo era considerada por el 20% como causa mayor, y esto fue independientemente del nivel socioeconómico. Cuando se les preguntó a este grupo de mujeres acerca de si había realizado alguna consulta por prevención, tanto por control de los Factores de Riesgo que afectan al corazón o por síntomas, el 80% de las entrevistadas no había consultado nunca”, explicó.

El 53% de ellas no había consultado por considerarse sana, por falta de tiempo, por no considerarlo necesario o ya tener la información necesaria. 

“La mayoría refería obtener información sobre el tema a través de los medios de comunicación y sólo el 13% recibió información de algún profesional”, agregó la especialista.

“Las mujeres somos un grupo muy heterogéneo, con ciclos únicos como embarazo, edad fértil, menopausia, que pueden ser confundidores a la hora del diagnóstico, respuesta al tratamiento y demás, por lo cual necesitamos ser cuidadosos respecto a la enfermedad cardiovascular”, amplió Budassi.

--¿El hombre le presta más atención a estos temas?

--Budassi: “Muchas veces los hombres consultan más precozmente en el momento de los síntomas. Las mujeres llegan más tarde, y son menos tratadas. Muchas veces esto se debe a interpretaciones erróneas de los síntomas, que muchas veces son atípicos, y se atribuyen a causas variadas como stress u otros estados emocionales, que pueden desencadenar el infarto, sin que se tomen las medidas al respecto”.

“En el Hospital Penna tenemos estadísticas en la Unidad Coronaria sobre las consultas de coronariopatías. Debido a que atendemos población joven y sin cobertura social, la mayoría de los pacientes internados son hombres. En estos grupos etarios jóvenes la mayor cantidad de pacientes con enfermedad cardiovascular son de sexo masculino”.

--Romera: “Curiosamente, la enfermedad en la mujer es tomada de otra manera por el sistema de salud. Por ejemplo, no se le presta tanta atención a los síntomas o se la medica menos y hasta se la deriva menos para realizar tratamientos cardiovasculares. Hay toda una singularidad dentro de este tema. Incluso, la misma mujer, ante un dolor en el pecho, lo posterga, lo justifica y lo minimiza”.

“Los médicos cardiólogos tenemos que hacer el mismo trabajo que realizaron los ginecólogos. Ellos machacaron muchísimo y lograron que la mujer le preste mucha atención a los primeros síntomas y realicen controles habituales, convirtiéndolos en hábito”.

Ante esta situación, tanto Budassi como Romera resaltaron la importancia de la concientización y prevención.

“La principal tarea ahora la tenemos los médicos. Y no necesariamente un medico especialista, todos los médicos que asistimos a pacientes mujeres. Es importante trasmitirles la importancia de los controles cardiológicos periódicos que deben tener. Quiero aclarar que no debemos caer en conceptos binarios sobre “controles cardiológicos vs controles ginecológicos”, ambos son importantísimas herramientas de prevención y debemos aprender muchísimo de nuestros colegas ginecólogos que hay batallado con tanto éxito campañas todos estos años”, señaló Romera.

“Todos los cuidados que debemos tener se basan en prevención. Estos consisten en abandonar el hábito tabáquico y el consumo de sal, realizar actividad física (como mínimo 150 minutos a la semana de actividad moderada a intensa), control de cifras de glucemia (azúcarnen sangre), presión arterial, colesterol, y perímetro abdominal. Estos son los cuidados mínimos, y en las consultas que hacemos todos a nuestros médicos de cabecera, se ajustarán de acuerdo a cada paciente y sus necesidades y patologías”, amplió Budassi.

Otro dato revelador es el que entrega el Registro Nacional de Infarto, publicado el año pasado por la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC). 

Allí evaluaron el tiempo que tarda el paciente desde que comienza el dolor cardíaco hasta que consulta: fue de 120 minutos en varones y de 150 en mujeres, cuando esa media hora podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. 

“Estos resultados se explican porque en la mujer se presentan formas más atípicas del infarto, pero también porque hay un menor reconocimiento de los síntomas y del riesgo de poder padecer un paro cardíaco”.

Debido a que algunos síntomas de las enfermedades cardíacas en las mujeres pueden diferir de los de los hombres, es posible que las mujeres no sepan a qué prestar atención.

“Las mujeres, y también los hombres, debemos consultar enseguida cuando hay algún síntoma extraño en nuestro organismo. En especial dolor o malestar en el pecho, mandíbula, epigastrio (boca del estómago), brazo izquierdo (a veces puede ser derecho también, aunque con menos frecuencia), palpitaciones, falta de aire, sensaciones de hormigueos. Muchas veces dejamos pasar el tiempo pensando que “ya pasará”, y cuando llegamos a la consulta es demasiado tarde”, manifestó Budassi.

“Las mujeres presentan los síntomas característicos del infarto como el hombre pero también un alto porcentaje de síntomas atípicos: dolor en la mandíbula o el cuello, molestias abdominales, falta de aire o fatiga, mareos y palpitaciones, Nauseas y vómitos, entre otros. También es frecuente que presenten estos síntomas no relacionados con el esfuerzo”, añadió Romera.

Los factores de riesgo cardiovascular son los mismos que afectan a los hombres, pero muchas veces tiene características diferentes. La hipertensión y los trastornos lipídicos aparecen o empeoran luego de la menopausia, tienen mas problemas a la hora de dejar de fumar y mas limitaciones para estar activas físicamente.

“Las mujeres tenemos también factores de riesgo que son exclusivos del sexo femenino: ya hablamos de la menopausia pero también muchas patologías que aparecen durante el embarazo potencian el riesgo de enfermar el corazón: la aparición de diabetes e hipertensión arterial durante este periodo así como la preeclampsia y eclampsia, y el bajo peso de los bebes al nacer. No debemos olvidar que el estrés, la ansiedad y la depresión, trastornos tan frecuentes en nuestra época, también afectan la salud cardiovascular, así como la violencia doméstica o laboral de las pacientes”, agregó Romera.

Ambas profesionales recalcaron que los controles ginecológicos y los cardiológicos son relevantes y no deben posponerse.

“Las mujeres que han presentado trastornos durante el embarazo deben continuar con controles cardiológicos luego del parto, y las cercanas a la menopausia deben incrementar la frecuencia de los controles, ya que a partir de esta etapa aumenta el riesgo”.

La mayoría de los episodios cardíacos y de accidente cerebrovascular se pueden evitar a través de la educación y los cambios en el estilo de vida, como moverse más, comer de forma inteligente y controlar la presión arterial.

El 51.9% de las muertes por presión arterial alta, también conocida como hipertensión o el "asesino silencioso", se producen en mujeres.

Aunque se estima que hay 4.1 millones de mujeres sobrevivientes de accidente cerebrovascular que viven hoy, aproximadamente el 57.5% del total de muertes por accidente cerebrovascular se produce en mujeres.

El Plan provincial de Hipertensión Arterial

“Es muy importante la prevención de la hipertensión arterial porque es el primer factor causal de la enfermedad cardiovascular”, señaló la Mg. Bioquímica bahiense Vanesa Stefanazzi, jefa del Servicio de Coordinación Sanitaria y Redes Asistenciales de la Región Sanitaria I. 

La hipertensión arterial es un problema de salud pública sumamente relevante dada su frecuencia a nivel poblacional y a su impacto en la morbi-mortalidad global: se estima que anualmente, 19% de las muertes son atribuidas a es causa. 

Es el principal factor de riesgo para presentar un evento cardiovascular de forma prematura y es la segunda causa de discapacidad en el mundo.

¿Qué daños puede provocar? Infarto Agudo de Miocardio; Accidente cerebrovascular (ACV); Enfermedad renal crónica y Afectación de la retina (retinopatía), entre otros.

De allí es que, desde mayo del año pasado, la provincia tiene en marcha un programa de Hipertensión Arterial.

Se estima que en territorio bonaerense existen 4 millones y medio de personas que padecen hipertensión arterial (HTA), pero 1 de cada 3 desconocen su diagnóstico; es decir que aproximadamente 1.500.000 bonaerenses son hipertensos y no lo saben. 

Frente a esto, el Ministerio de Salud lanzó el “Plan Provincial de Hipertensión Arterial” para profundizar la detección y los tratamientos que permitan controlar el factor de riesgo cardiovascular más frecuente, que constituye la principal causa de muerte en el mundo.

Por otro lado, el diagnóstico de la HTA puede hacerse de manera sencilla y su abordaje terapéutico consiste en la educación nutricional, la promoción de la actividad física y el tratamiento farmacológico. 

La evidencia es contundente en cuanto a los beneficios individuales y poblacionales del adecuado control de la presión arterial. Sin embargo, de acuerdo a distintos estudios realizados en el país, se estima que del total de personas con HTA, alrededor de un tercio desconoce su condición; de los que sí están diagnosticados al menos un tercio no recibe tratamiento farmacológico; y de los que se encuentran bajo tratamiento farmacológico solo la mitad logra controlar sus valores de PA. 

A fin de cuentas, en Argentina sólo 1 de cada 5 personas con hipertensión tiene sus valores de presión arterial controlados.

El presente plan tiene como objetivo mejorar la calidad de atención, el diagnóstico y el control de la población con hipertensión de la provincia de Buenos Aires de manera de impactar en la reducción de la morbi-mortalidad cardiovascular. 

Entre sus estrategias priorizadas, el programa apunta al equipamiento con tecnología sanitaria de los efectores del primer nivel de atención. Para eso, el Ministerio invirtió 19 millones de pesos en la compra de 5.175 tensiómetros que fueron distribuidos en los CAPS municipales.

Según los datos de la última encuesta de factores de riesgo, hay un millón de bonaerenses que conoce su diagnóstico, pero no recibe un tratamiento acorde y; de los dos millones que se estima acceden a un tratamiento, sólo la mitad logra controlar la enfermedad. Por lo tanto, sólo 1 de cada 5 personas con HTA tiene su presión controlada.

Estos datos motivaron a la elaboración de este programa, que se realizó en el marco de la mesa cardiovascular intraministerial, de la que forman parte las direcciones provinciales de Hospitales, Regiones Sanitarias, Enfermedades No transmisibles, Organización Comunitaria y la Unidad de Fortalecimiento, junto con el equipo de asesores del ministerio de Salud provincial.