Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Adiós a un loco lindo, amante de la velocidad y pionero del Sport Prototipo

El puntaltense Alberto Mario Calvo, fundador de la categoría monoplaza que perdura en la zona, falleció a los 71 años, pero deja un legado de esfuerzo y dedicación.

   Los amantes del automovilismo local quedaron dolidos por la reciente partida de un pionero en una de las categorías más perdurables. Se trata del piloto puntaltense Alberto Mario Calvo, quien falleció el pasado domingo pasado, a los 71 años, tras una vida consagrada al deporte automotor.
 
   Nacido el 27 de octubre de 1951, Calvo abrazó de joven el automovilismo y no sólo no lo soltó más, sino que fue uno de los fundadores y socio N° 1 de la especialidad Sport Prototipos, hace más de 30 años.
 
   Calvo tenía 18 años cuando comenzó con el karting de tierra en la pista de Sporting; en 1972 hizo el curso en la escuela de pilotos del experimentado campeón Jorge Omar del Río y a su regreso armó un novedoso midget.
 
   “Era el único que tenía el motor atrás. Un Peugeot —contaba sobre aquel momento de su carrera—. Participé en cinco temporadas, cuando se corría en Villa Mitre. Luego tuve dos accidentes y estuve un tiempo sin correr."


 
   En su vuelta a las pistas, Calvo tuvo un paso importante por la Fórmula 4 Blanca: compitió las seis temporadas que duró la categoría. Y con el afán de rescatar lo poco que quedaba de la especialidad, aunó esfuerzos con Osvaldo Leibovich, Jorge Pedrerol, Raúl Brayda, Juan Carlos Anfossi y Carlos Tomalino para dar vida al Sport Prototipos.
 
   Tras una primera prueba en el autódromo bahiense, en abril de 1986, con un auto piloteado por el puntaltense Hernán Martínez, el 1° de mayo de ese año se realizó la exhibición inaugural, en el entonces autódromo "Ciudad de Bahía Blanca" de Aldea Romana.
 
Fueron sólo cuatro máquinas conducidas por Anfossi, Brayda, Calvo y Martínez, pero al mes siguiente se corrió la primera carrera oficial por el campeonato, con siete autos en pista.
 
   El “Loco” Calvo fue el motor del crecimiento del Sport Prototipos, que con esfuerzo, dedicación y trabajo fue incrementando el parque de autos hasta llegar a 24 en 1992. Al año siguiente ya había 20 de promedio por competencia, y en el 94 ya eran 35 los rankeados.
 
   El Sport Prototipos continuó su lento crecimiento sumando sangre nueva que luego trascendería al plano nacional, como Fernando Gómez Fredes (de Pigüé), Juan Pablo y Gabriel Satorra (Coronel Dorrego) y Agustín Klappenbach (Bahía Blanca).
 
   La crisis del 2001 puso en jaque a la categoría, pero los motores no pararon y la única especialidad de monoplazas de nuestra zona siguió transitando el duro camino del automovilismo amateur hasta hoy.
 
   Calvo no imaginaba que décadas más tarde seguiría ligado a la especialidad y que llegaría a correr con los hijos de sus rivales de aquel entonces: “Compito con chicos a los que vi nacer —rememoraba—. A todos nos gusta ir a ganar, pero soy consciente de mi edad. No me considero viejo, pero se me hace difícil competir frente a chicos de 16, 17 o 18 años. Soy realista, los reflejos ya no son los mismos y mis maniobras no son tan arriesgadas".
 
   En 2017, la Dirección de Deportes del Municipio de Coronel Rosales le otorgó la distinción de Deportista Destacado.
 
   Es que Calvo llevaba la categoría en el alma. Y aunque la pandemia fue un freno a todo este sueño, siempre luchó para que el Sport Prototipos tuviera representantes puntaltenses e hiciera escuela. Su expectativa de estos últimos años era formar un equipo local y bajarse del auto, pero siguió corriendo hasta este 2022 porque hacía falta apoyar la categoría.
 
   Siempre tenía el auto más moderno, presentaba máquinas impecables y fue el piloto con mayor continuidad y competencias a nivel zonal. Hasta el final de sus días, luchó para dejar ese legado de esfuerzo, dedicación y pasión por la velocidad.