Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Hicieron de Sportiva una sociedad de éxito que se proyectó al más alto nivel

El balance de Bernardo Stortoni, Juan Manuel Doria y Ramiro Martínez Gambino, tras cerrar un ciclo como entrenadores del plantel superior Blanco. 

Desde la izquierda, Stortoni, Martínez Gambino y Doria. Entrenadores salientes del rugby de Sociedad Sportiva. Fotos: gentileza prensa Sportiva y Archivo La Nueva.

Por Ricardo Sbrana - rsbrana@lanueva.com

(Nota de la edición impresa)

   Respetaron el proyecto y su proceso y los resultados llegaron para el equipo, dirigencia y cuerpo técnico. Por eso el alejamiento de Bernardo Stortoni, Juan Manuel Doria y Ramiro Martínez Gambino al frente del plantel superior de rugby de Sociedad Sportiva, marcó el final de una etapa a la que ahora, Las Palomas buscan dar continuidad. La semana venidera se tomará una decisión.

   Amigos desde la niñez pero con roles bien definidos en el trabajo de campo, dirigir la Primera del Blanco significó un desafío que, para los tres y en simultáneo, alcanzó su punto máximo con el título del Regional Pampeano 2019, ganado por un club bahiense por primera vez.

   "Lo que rescato es que cuando presentamos la postura de ser entrenadores fuimos con un proyecto  y objetivo de ampliar la cantidad de chicos que llegasen a Primera. Y darle la chance a todos los que, habiendo alcanzado la categoría, decidieran comprometerse con el equipo de alguna manera. No tuvimos estrellas. No estuvieron el Ruso Pietrelli, Mateo Bast, Santiago Álvarez Fourcade, sino todos chicos muy parejos a los que había que meterles la ficha del compromiso. Ir a entrenar martes y jueves y hacer un extra en el que los íbamos a acompañar. Después, el tema del grupo fue algo clave", dijo Stortoni.

   Martínez Gambino fue el facilitador para que el ex jugador de Los Pumas (y también para Juan Manuel Doria) hiciera una adaptación dinámica al nuevo rol fuera del campo, tras cerrar la etapa de jugador. Lógicamente, Stortoni y Doria fueron en sí mismos una referencia para los jugadores.

   "Al principio -agregó Stortoni- costó que los chicos se adaptaran. Debían salir de la zona de confort. Pero una vez que `Azu´ y yo empezamos a jugar (en Sportiva) y lo tuvimos a `Martu´ como entrenador, vieron cómo el rugby iba evolucionando hacia el profesionalismo, en cuanto al cuidado del jugador y sin dejar de ser amateurs", explicó.

El debut de Bere Stortoni y Azucarera Doria se produjo en 2018.

   "También nosotros tuvimos que cambiar al ser DTs. El jugador debía sentir que ir a entrenar fuera algo divertido, no una obligación. Hoy ya no va más la vieja escuela de gritos e insultos. Hay momentos en que sí, pero hay que saber leer cuándo el equipo necesita un ajuste de tuercas y cuándo un apoyo", destacó.

   Stortoni se sumó en 2018 al staff que ya contaba con Doria y Martínez Gambino. Jugaron 2018 y 2019 la zona Campeonato del Torneo del Interior; ganaron el título del Regional Pampeano 2019; campeones de la Copa Patagonia 2018/2020; título del Oficial URS 2021 y 3º puesto en el TRP 2021.

   "Fue una experiencia espectacular, única. Nos vamos conformes porque no sólo nos bancamos entre nosotros a la hora de entrenar juntos y compartir sino que dejamos todo. Y dejamos un montón de cosas de lado. Por eso llegó el momento de decir, `hasta acá llegué'", afirmó.

El cambio drástico

   Juan Manuel Doria también se retiró como jugador en Sportiva. Y al igual que Bere desde Escocia, se trajo un volumen importante de experiencia como técnico, adquirida en su último club como profesional, San Gregorio de Catania (Italia).

   "El balance es positivo. Fueron cuatro años de trabajo en los que la idea, cuando arrancamos, fue cambiar el amateurismo: dar un pasito más allá del rugby local. Que los chicos entendieran que con un poquito más de empeño y esfuerzo sobre lo que estaban haciendo, en cuanto a cuidado personal, nutrición y gimnasio, podríamos seguir creciendo más allá de los límites del rugby local. Ayudó que los chicos venían trabajando en la Primera con `Martu´, con un sistema sólido en defensa. Agregamos algunas cosas más para afianzar y lograr mayor volumen de juego. El resultado fue muy bueno", dijo Doria.

Las indicaciones de Juan Manuel Doria el día que Sportiva le ganó la final del TRP a Mar del Plata.

   "Otro de los objetivos fue armar la mayor cantidad de planteles. En un momento llegamos a tener cuatro equipos completos en división superior: Primera, Intermedia, Pre A y hasta una Pre B, sin tener que acudir a la M19. Si bien fue por momentos, porque después el año terminó con dos, la idea fue mantener a todos motivados y enganchados. Armamos un grupo de trabajo grande", agregó "Azucarera".

   A las herramientas adquiridas en Italia y a la experiencia ganada como técnico de inferiores en Sportiva, hubo que añadir tacto para el manejo generacional.

   "Al llegar, con toda la energía de querer cambiar las cosas para bien, el primer año nos costó entender y llegar a los chicos de la Primera. Por lo generacional, no en lo que pretendíamos en el juego. Nos costó llegar con los mensajes. Estábamos con un chip nuestro de esfuerzo y sacrificio al que los chicos de hoy no le dan un significado tan fuerte. Cuando nos juntamos con Bere para hacer el balance, nos dijimos que teníamos que cambiar nosotros. Si no cambiábamos en la forma de comunicarnos, seguiría todo igual. Lo intentamos y empezamos a hablarles de disfrutar y de pasarla bien. Que estábamos todos para lo mismo. Ahí, en 2019, ellos hicieron un cambio drástico y significativo. Después salimos campeones del Pampeano, pero fue una consecuencia de lo anterior", recordó.

Un DT para el quiebre

   "Arranqué a mediados de 2010 dando una mano en defensa al Chango (Luis) Aráoz. En 2011 se produjo mi vinculación directa como técnico de la Primera. De ahí no paré  hasta ahora. Estuve en distintos ciclos, en su momento con Martín Azpiroz, con el `Ruso´ (Cristian) Scheverin y ya después con `Bere´ y `Azu´ en la última etapa, que son amigos de toda la vida. Un trecho largo", dijo Ramiro Martínez Gambino.

   Quien desde que se convirtió en head coach de Sportiva en 2011, transitó junto a su club nueve participaciones consecutivas en el Torneo del Interior (hasta 2019 inclusive, porque en 2020 y 2021 no se jugó).

   "En un primer momento cumplí un rol primario , a cargo totalmente, hasta 2015. Cuando `El Ruso´ me pidió que lo ayudara, primero comencé dándole una mano y después me metí de lleno. Siempre me gustó el campo, el rol de entrenar en sí", dijo.

Ramiro Martínez Gambino fortaleció las bases del juego en Sportiva.

   Reconoció que además de la 2019, lo marcó el período 2011-12, año este último en el que Sportiva fue finalista del Regional Pampeano por primera vez.

   "Fueron años de quiebre, importantes. En lo personal fueron muy significativos porque fueron mis primeros como entrenador (jefe). En 2012 terminamos invictos el Pampeano, después de ocho partidos, con la famosa final que empatamos con Sporting. Tuvimos un gran equipo. Se juntaron justo `Bere´, `Azu´ y otros chicos de experiencia, más otros que empezaban a subir y de muy buen nivel. Fue un equipo muy competitivo en años de quiebre. A partir de ahí, Sportiva empezó a ser competitivo en todo nivel", explicó.

   “Ganar el Pampeano 2019 fue algo espectacular y lo recuerdo como algo especial. Me había quedado la espina del campeonato regional 2012. Pero me había quedado muy mal, pasó a ser algo pendiente porque fue nuestro mejor Regional lejos y se terminó definiendo por una amarilla más de nuestro equipo. Entonces, ganarlo en 2019 fue como un gran desahogo, una liberación. Creo que ni lo festejé porque fue como sacarme un peso de encima del pasado”, reconoció.

Rapidez y coraje

   Martínez Gambino fue catalogado como un especialista en la faceta defensiva del juego. Desde ese rol le aportó no sólo a Sportiva sino también a los seleccionados de la Unión de Rugby del Sur que dirigió en distintas etapas (tanto mayores como juveniles), con el que por ejemplo ascendió a zona Campeonato en 2010 (M18).

   “Se dio que cuando entrené juveniles (Sportiva) agarré dos o tres camadas que no eran muy fuertes. En Bahía les costaba... Me pareció que acomodando las bases se podían mejorar. Considero que la defensa y las (formaciones) fijas te dan una base para después buscar crecer en el ataque. Me acuerdo que empecé a estudiar mucho el tema defensivo para volcarlo en aquellos equipos. Y en los primeros años de entrenador de Primera fue parecido: mucho énfasis y locura en la defensa. Estuvimos todos medios locos, je. Tuve un grupo de chicos que me seguía en la propuesta y los martes eran los famosos `martes de locura defensiva´. Quedó todo como una especie de mística lo de la defensa”, agregó.

   "Teníamos que ser equipos rápidos y de mucho coraje y locura en defensa, sino no teníamos opción a nivel regional y nacional. El peso específico era siempre menor. Nos pasó en Santa Fe que nos preguntaron de qué juvenil éramos je", dijo.