Se van los tranvías

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino /  mmminervino@lanueva.com / Twitter: mrminervino1

   Hace 79 años, en septiembre de 1942, un singular tren formado por 19 tranvías se estacionó en la playa ferroviaria de Ingeniero White para iniciar su recorrido hasta la estación Casa Amarilla, en Buenos Aires.

   Cuatro años habían transcurrido desde que el Concejo Deliberante aprobara la definitiva cancelación del servicio de tranvía eléctrico afectado al transporte de pasajeros, por entonces administrado por la Empresas Eléctrica de Bahía Blanca.

   El servicio había sido inaugurado en 1910, por la Compañía Tramways Bahía Blanca, propiedad del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, con un recorrido que unía las estaciones ferroviarias de esa empresa, en calle Sixto Laspiur al 400, y la del ferrocarril del Sud, en la avenida Cerri al 800. Luego uno de los recorridos se había extendido hasta Villa Harding Green, con lo cual también llegaba a Villa Mitre y pasaba frente al Hospital Policlínico (actual Penna).

   Desafectado el servicio en 1938 y luego de varios años de estar alojados en galpones, los coches fueron adquiridos por la empresa tranviaria de Buenos Aires y transportados a partir del armado de un particular tren tirado por una locomotora. Para hacer posible ese transporte fue necesario quitarle a cada coche sus salvavidas y los frenos eléctricos, colocándole acoples y paragolpes especiales.

   Para la puesta en marcha del convoy se esperó el visto bueno de la Dirección General de Ferrocarriles, partiendo finalmente a las 9.30 horas de un sábado, bajo la vigilancia de técnicos del ferrocarril, marchando exclusivamente durante el día. Era la primera vez en el país que se realizaba un transporte de este tipo, lo cual era una prueba, se mencionó, “de que el ferrocarril  es insuperable para manipular cualquier clase de transporte”. En pocas horas los viejos tranvías bahienses circulaban por los rieles porteños.