Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Trigo (récord) 2021/22: ¿Por qué la Argentina puede reforzar el rol de oferente de peso?

“Con acompañamiento climático, el país dispondrá de un potencial exportador de —al menos— 13,5 millones de toneladas. Además, ingresa al mercado en contraestación”, dijo el economista Iván Ullmann.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   De acuerdo con los cálculos de los referentes del sector, la campaña del trigo argentino 2021/22 va camino a cubrir la mayor superficie de los últimos 20 años, cuando ya se sembró más del 95 % de la superficie prevista.

   La Bolsa de Comercio de Rosario, por ejemplo, entiende que será una superficie de 6,8 millones de hectáreas y un potencial productivo de 20,5 millones de toneladas (Vs. 6,5 M/H y 17 M/T de 2020/21).

   “Una adecuada humedad en el perfil al momento de la siembra y un mercado global firme, que se traduce en precios a cosecha en la plaza local en el orden de los 200 dólares por tonelada, motivaron la decisión de productor de apostar nuevamente por la siembra de trigo”, aseguró el Lic. Iván Ullmann, consultor privado de mercados granarios.

   También dijo que los futuros diciembre 2021 y enero 2022, negociados en el mercado MATba-ROFEX, encontraron sus mayores valores en momentos de decisión de siembra, lo que impactó de manera positiva sobre las decisiones.

Lic. Iván Ullmann, consultor de mercados agrícolas.

   “Un dato a resaltar es el cierre de negocios que pone de manifiesto cómo el productor viene convalidando los precios ofertados por la nueva cosecha en su estrategia comercial, con el objetivo de capturar valores atractivos y cubrirse de eventos de mercado que impacten en precios”, añadió Ullmann, en diálogo con La Nueva.

   “A este 21 de julio, el sector productivo vendió trigo 21/22 por 4,13 millones de toneladas; esto es, un 25 % más que el volumen comercializado a igual fecha del ciclo precedente. Claramente, la zona de precios de 200 U$S/T actuó como disparador de ventas”, comentó.

   “En la estrategia comercial aparece como un nivel de precios interesante para comenzar a formar promedios. Claro está que, en materia de ventas a futuro, hay un límite, ya que no hay que perder de vista que se trata de una producción a cielo abierto y el factor clima siempre está presente. En otras palabras: comprometer mercadería que recientemente se ha sembrado puede hacerse en bajos porcentajes”, indicó.

   El Lic. Ullmann manifestó que, con acompañamiento climático, la Argentina dispondrá de un potencial exportador de —al menos— 13,5 millones de toneladas.

   “Una vez más, el país se enfrenta a la oportunidad de reafirmar su rol como un importante oferente del cereal en un contexto que promete una demanda sostenida”, argumentó.

   “Además, tiene la ventaja de ingresar al mercado en contraestación dado que, al momento del arribo del trigo argentino, la oferta del hemisferio norte comienza a atenuar su presencia”, dijo.

   Respecto del trigo en la región cercana a Bahía Blanca, señaló que para la zona del este de La Pampa; sudoeste de Buenos Aires y una porción del sudeste de Buenos Aires, la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca estima un área sembrada con trigo de 1,64 millones de hectáreas.

   “Clima normal mediante, el potencial productivo regional debería acusar una base de 5 millones de toneladas, volumen que, en su mayor parte, tendrá como destino la exportación a través del puerto de Bahía Blanca”, comentó.

   “Claro está que parte de la producción también se destinará a atender demanda molinera”, aclaró.

La (robusta) demanda

   El nuevo ciclo triguero encontrará en forma activa al abanico de demandantes de trigo, ya que los compradores fuertes, como los continentes africano y asiático, y Brasil, tienen proyecciones sostenidas.

   “Egipto es el principal comprador del mundo y se encamina hacia una demanda récord por encima de los 13 millones de toneladas. A este país lo acompañan, también con tendencia firme, otros del norte de África”, explicó el Lic. Ullmann.

   “Indonesia es el segundo importador global y se proyecta con compras en alza. Lidera el bloque asiático que, año tras año, refuerza su presencia”, aseguró.

   Respecto de China dijo que es el jugador que movió fuerte las fichas en 20/21 y que apunta a sostener su dinámica en 21/22.

   “En promedio, China importaba en torno a 4 millones de toneladas de trigo al año, situación que acusó un cambio drástico para pasar a demandar 10 millones de toneladas y posicionarse como el tercer comprador global”, dijo.

   “La marcada suba en los precios de maíz en el mercado mundial ha motivado una mayor participación de trigo en las dietas forrajeras”, añadió.

   En cuanto a Brasil, señaló que con una proyección de compras de 7 millones de toneladas resulta más que interesante para Argentina.

   “La ocurrencia reciente de heladas en zonas trigueras del sur de Brasil y en Paraguay, que también es proveedor, siembran la duda sobre si las compras brasileñas de trigo pueden verse incrementadas”, explicó.

   “La robustez de la demanda proyectada para la campaña 21/22 y los recientes ajustes que están acusando en materia productiva algunos de los oferentes fuertes, dejan entrever un mercado de trigo atractivo”, aseguró.

   El Lic. Ullmann dijo que, actualmente las miradas del mercado se centran en el tramo final de los cultivos de trigo del hemisferio norte, región responsable de la producción del 80 % del cereal a nivel global.

“Mientras que las variedades de invierno ya transitan la cosecha, las de primavera atraviesan la etapa de definición de rendimientos. Las expectativas de producción son buenas, pero han evidenciado recortes durante las últimas semanas, lo que otorga soporte a las cotizaciones internacionales”, indicó Ullmann.

   Algunas de las claves del momento del trigo en el mundo son los siguientes:

—Este julio se sucedió con escasas precipitaciones y altas temperaturas en zonas productoras del norte de los Estados Unidos y en importantes regiones trigueras de Canadá, evento que comenzó a pasar factura y que lleva a los estimadores a recortar el potencial productivo de estos jugadores fuertes del mercado.

   El dato fue reportado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que da cuenta que sólo el 9 % de los lotes de trigo de primavera del país del norte se califican como buenos/excelentes, muy lejos del 70 % informado a igual fecha de 2020.

—El bloque productor del Mar Negro, con Rusia y Ucrania como líderes, se encamina a mejorar el desempeño logrado en la campaña previa. Pero, recientemente, calificadas consultoras han ajustado los números para Rusia, al encontrar rindes inferiores a los esperados en el arranque de la cosecha. Es para tener presente que dicho país es el principal exportador de trigo.

—El conjunto de países productores de Europa se encamina a consolidar una producción creciente frente a la lograda el ciclo pasado, pero detrás de máximos anteriores. Algunas zonas reportaron excesos de lluvias sobre el fin de ciclo, situación que genera incertidumbre sobre la calidad final del grano.

—Para cerrar la campaña 21/22, se sumarán luego los oferentes fuertes del sur: Argentina y Australia, países que —hasta el momento— apuntan, clima normal mediante, a buenos volúmenes productivos.

   “En el agregado, la oferta 21/22 experimentaría un crecimiento, pero cabe resaltar que la demanda no se quedaría atrás y prácticamente absorbería dicha mejora productiva. Así, los stocks globales al final del nuevo ciclo prácticamente no expondrían incrementos”, aseguró.

   El Lic. Ullmann insistió en que el desempeño que se prevé para las variables de oferta y demanda lo reafirman las proyecciones tanto del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) como del Consejo Internacional de Cereales (IGC).

   “Una demanda que no da respiro a la oferta y con stocks prácticamente sin variaciones. Un punto al evaluar: si quitamos las tenencias que el USDA proyecta para China, el volumen de existencias globales cae prácticamente a la mitad”, concluyó.

Calculadora en mano

—U$S 3.000 M: la inversión del productor

La siembra de 6,8 millones de hectáreas en nuestro país implica, considerando costos directos (laboreos, fitosanitarios, fertilizantes) por un monto promedio de 300 dólares /hectárea, una inversión de 2.000 millones de dólares. A esta cifra, habrá que adicionar —en un futuro— los desembolsos en materia de cosecha y gastos de comercialización por unos 1.000 millones de dólares.

—U$S 3.500 M: la capacidad de generar divisas

El embarque de un volumen de 13,5 millones de toneladas, tomando un precio de exportación de 260 dólares a cosecha (referencia informada por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca), resultaría en un aporte de divisas por 3.500 millones de dólares.

—U$S 420 M: aporte en derechos de exportación

Si se aplica la alícuota del 12 % al monto potencial de exportaciones, se advierte que el ciclo 21/22 arrojaría derechos de exportación por 420 millones de dólares. Una transferencia directa de recursos desde el sector productivo a las arcas del Estado.

¿Una proyección del proteccionismo?

Por Iván Ullmann (*)

   No hay dudas de la tracción que la cadena triguera genera: inversión, movimiento regional, exportación, generación de divisas, empleo y demás. La campaña 21/22 expone una nueva apuesta por parte del productor, marcando un crecimiento de área a nivel país con potencial de alcanzar excelentes guarismos productivos.

   El desafío está en promover mercados y potenciar la llegada del trigo argentino a diversos destinos. Sin dudas, respetar también los compromisos con compradores tradicionales como Brasil, atendiendo con calidad, cantidad, continuidad y conducta dichos requerimientos.

   El mundo cada vez se vuelve más competitivo, y el mercado de trigo no está ajeno a ello, y los espacios que la Argentina deje serán cubiertos rápidamente por otros oferentes. Esa historia ya se conoce.

   Es, en este último punto, donde aparecen los fantasmas. Un ejemplo claro y vigente es la situación del mercado de trigo disponible. Al alcanzar el anote de ventas al exterior por un volumen de 10 millones de toneladas se frenó el cierre de negocios. Hace meses que no se informan nuevas Declaraciones Juradas de Venta al Exterior y todo indica que no es debido a una débil demanda externa. Tampoco a que se vació el mercado local.

   Una vez más, la estrategia de trabajar sobre incentivos a la producción no es la elegida por parte de los hacedores de políticas económicas. Se adopta el camino contrario. Los resultados ya son conocidos. Y a medida que avanza la nueva campaña es inevitable que las sombras del intervencionismo se proyecten.

Nota : Licenciado en Economía (UNS) y analista privado de mercados granarios.